Estoy furioso, sin lugar a dudas
alguien del pasado me ha tomado
por imbécil y quiere saldar cuentas
sobre extractos afines a ser subvencionados
pensando tomarme el pelo cual fantoche.
Declina soberbia a raudales pues va y sin pensar
deja caer que cuestiono la paternidad de mi hijo;
sé que cuando recibí la noticia no la celebré
con fanfarrias e himnos, e incluso dejé caer ser negro
el padre del niño, pero eso fue de necio, quedó claro.
Ahora amenaza y vierte la taza de los rencores
con nuevos temblores, pues no pasa página
a pesar de mis errores. Dice no ser culpable
de aquello que recito, será que lo imagina
mi mente, pero está claro que lo viví en ciernes.
Arremete con plegaria de juez por convertir
mi vida en más desgraciada. Hace falta maldad
para leerme todos los días con lupa esperando
hallar escrito que culparme. Soy claro, lo admito,
y me suda la polla jueces, abogados, juzgado y delito.
Le he dicho alto y claro que si no está preparada
para asumir su rol de madre, deje al padre su
parte que la hará de buena gana. Ella sabe que
buscamos los quicios en cualquier parte.
Si le hace falta parné, que haga la calle.
Antonio Jiménez
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