domingo, 13 de junio de 2010

De vírgenes por Europa



Hoy por la mañana sacan en procesión a la patrona de Lucena y del campo andaluz desde la parroquia de San Mateo hasta su Ermita situada en la Sierra de Aras. Nunca he comprendido el por qué de ponerse algo encima de los hombros y llevarlo a volandas, ya sea una muñeca, una polla, un gordo o un barbudo. Al menos aquí no hay que suministrarle biodramina antes del paseo por los vaivenes que va a sufrir, como la Rociera. En los albores del fin de las religiones tal y como las conocemos, que serán reemplazadas por otros tecnicismos pues el ser humano necesita imperiosamente estar sometido de alguna manera, veo estúpido que un pueblo manifieste de una manera tan gráfica su borreguismo, máxime cuando hay otros problemas que ni siquiera ocupan una micra de su materia gris. Por supuesto que el mundo es libre de perder el tiempo como le dé la real gana. Por ejemplo, en Venezuela están cojonudamente aguantando las magnificencias del Chávez en su particular lucha contra el satánico imperialista yanqui, aunque desde que está el premio nobel parece que se le han agotado los recursos. Si, la gente es libre de decir a una escultura que es guapa mientras bailan por sevillanas al compás de las palmas y el fulgor que da el compadreo del vino. La gente es libre de pegarse codazos por ganarse un sitio bajo el trono que sujeta el manto, las maderas, los cuatros brazos, la cara, los tropecientos anillos de oro, la corona de oro, lo que recubre la cara que no sé cómo se llama, de oro, los pendientes de oro, el diu de oro, porque como todos sabemos, la madre del tal Jesusito de mi vida era una potentada ricachona de la época que salía a la calle con más peso en oro de lo que ella misma pesaba, pues el mismo manto está bordado en oro. Y eso es en un miserable pueblo. Sumemos todos los pueblos que hay en España con fervor religioso. Marean las cifras. Mientras, la gente se mueren de hambre y la miseria se adueña cada vez más de lo que se considera una vida mísera, a la que habrá que sumarle el sufijo –ble, porque le queda los días contados para ser una vida miserable.

Ahora que está recién empezado el mundial y estamos más pendientes de él que de lo que nos pasa de cintura para abajo, se ha cumplido veinticinco años de la adhesión de España y Portugal a la unión europea. Pos fale y pos m’alegro. Antes éramos íberos a secas. Con Paquito chocolatero vivíamos sumidos en la más triste sombra de ignorancia y represión. Luego llegó una época de libertades a lo bestia, desnudos, moet chadón, intervíus, Lib, descaro y movida era lo que primaba. El cine de arte y ensayo nos quedaba corto pues lo suplíamos con descaro con el Landismo y el tartamudeo del finiquitado Ozores. Después llegó la izquierda al poder y los muertos de hambre empezaron a ocupar puestos de importancia, con lo que se crearon multitud de puestos de trabajo a dedo para parientes y conocidos, llenándose los bolsillos a espuertas en un tonto el último que descaradamente no hacía más que probar que no somos más que un país de retrógrados incivilizados y que, si el modelo de clases ingles perdura desde los tiempos isabelinos, no es por capricho, sino por cordura. En uno de esos momentos nos metieron en la Unión Europea, trámite que pasamos por los pelos en los tiempos de Aznar gracias al blanqueo de dinero negro al cambio de las pesetas al euro, que hizo que naciera el boom de la construcción que al final nos ha llevado al lugar que nos merecemos, y es que no podemos jugar al monopoly cuando nuestro futuro depende de unos gobernantes tan pésimos y nuestro sueldo de unos jefes tan hijos de putas. Recuerdo con especial cariño un jefe que tuve que no le faltaba el dinero para irse de putas, para irse de juerga flamenca, para su buen coche, su buena casa, sus buenas lonchas de coca, en fin, la vida de todo trabajador que del día a la mañana se hace empresario. Cuando llegaba final de mes le cambiaba la cara y nos llegaba llorando a todos porque fulanito de tal no le había pagado que envío, les pagaban en pagares de 60-90-120… los pagaré con medidas de modelo culona y sin tetas me los sabía de memoria. En fin, la vida da muchas vueltas y tantas juergas acabó arruinándolo y tuvo que vender la casa, el mercedes, el negocio, los zapatos, dejar la adicción… Según tengo entendido ahora mismo vive de alquiler y está en el paro. Hay un dicho que dice que la vida te pone en su sitio. Hay otro que dicen por aquí que es “Arriero somos y en el camino nos encontraremos”. Mi condición es la de no desear el mal a nadie, pero me quedo con la primera frase, y es que la vida es para ser vivida y no para ser consumida.

2 comentarios:

  1. Ni los grandes escritores que escriben en los suplementos dominicales y cobran una pasta gansa por ello, escriben la mitad de bien que tú, excelente divagación sobre viejas idolatrías religiosas, estériles como ellas solas... Y sublime narración sobre la piel de toro tan cornuda como pisoteada, tal como se merece, mi mayor frustración es no haber nacido en Atenas en tiempos de Sócrates, cuando el hombre tenía dos dedos de frente...

    Besotes mañaneros

    Xim

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  2. Aaayyyyyyyyyyy, como lo sabes.... que tiemos hubieran sido aquellos en los que podias pasear divagando de cuestiones prácticas pues tenias frente a ti todo un virginal compendio que ilustrar. En fin, quizás fuimos uno de aquellos filósofos que nos hemos reencarnado por estos lares y no nos identificamos como el gorila en un zoo. Gracias por tu comentario. Besotes grandes

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