jueves, 30 de septiembre de 2010

El blog más pupas del universo


Debo de ser uno de los peores blogs de la blogosfera. No solo pierdo lectores, sino que pierdo seguidores. Perra vida...
En fin, a las penas, puñalás...


Por cierto, el video me lo dedico con todo mi cariño.

La madre de Kyle

Pequeño Vals Vienés


En Viena hay diez muchachas,
un hombro donde solloza la muerte
y un bosque de palomas disecadas.
Hay un fragmento de la mañana
en el museo de la escarcha.
Hay un salón con mil ventanas.


¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals con la boca cerrada.


Este vals, este vals, este vals, este vals,
de sí, de muerte y de coñac
que moja su cola en el mar.


Te quiero, te quiero, te quiero,
con la butaca y el libro muerto,
por el melancólico pasillo,
en el oscuro desván del lirio,
en nuestra cama de la luna
y en la danza que sueña la tortuga.


¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals de quebrada cintura.


En Viena hay cuatro espejos
donde juegan tu boca y los ecos.
Hay una muerte para piano
que pinta de azul a los muchachos.
Hay mendigos por los tejados,
hay frescas guirnaldas de llanto.


¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals que se muere en mis brazos.


Porque te quiero, te quiero, amor mío,
en el desván donde juegan los niños,
soñando viejas luces de Hungría
por los rumores de la tarde tibia,
viendo ovejas y lirios de nieve
por el silencio oscuro de tu frente.


¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals, este vals del "Te quiero siempre".


En Viena bailaré contigo
con un disfraz que tenga
cabeza de río.
¡Mira qué orillas tengo de jacintos!
Dejaré mi boca entre tus piernas,
mi alma en fotografías y azucenas,
y en las ondas oscuras de tu andar
quiero, amor mío, amor mío, dejar,
violín y sepulcro, las cintas del vals.

Federico García Lorca

Pequeño Vals Vienés

BSO Chef Aid: The South Park Album (1998)


Estoy viendo desde la primera temporada la serie South Park y me encantó el último capítulo de la segunda temporada donde el grupete de Stan, Kyle, Cartman y Kenny montan sin querer un concierto benéfico para ayudar a su amigo el Chef. En el capítulo sale un breve muestrario de los grupos, en plan parodia y al estilo de los creadores de  la serie, Matt Stone y Trey Parker, un par de irreverentes que me caen de puta madre. Como poseo la BSO, pues me he dicho voy a compartirla con mis seguidores, que coño. Ahí va el listado de canciones que la integra:

01 Primus - South Park Theme - 0:40
02 Ozzy Osbourne, DMX & ODB, The Crystal Method, Fuzzbubble - Nowhere to Run (Vapor Trail) - 4:54
03 Chef - Chocolate Salty Balls (P.S. I Love You) - 3:56
04 Rancid - Brad Logan - 2:17
05 Eric Cartman - Come Sail Away - 5:13
06 Master P - Kenny's Dead - 3:25
07 Chef - Simultaneous - 3:17
08 Mase, Puffy, Lil' Kim & System of a Down - Will They Die 4 You - 3:53
09 Perry Farrell & D.V.D.A. - Hot Lava - 3:51
10 Wyclef Jean - Bubblegoose - 2:53
11 Chef - No Substitute - 4:47
12 Elton John - Wake up Wendy - 5:58
13 Mousse T. Vs. Hot 'n' Juicy - Horny - 3:31
14 Devo - Huboon Stomp - 3:21
15 Rick James & Ike Turner - Love Gravy - 4:02
16 Ned Gerblansky - Feel Like Makin' Love - 3:26
17 Ween - The Rainbow - 2:46
18 Chef & Meat Loaf - Tonight is Right for Love (With Meredith Baxter-Birney) - 3:03
19 Joe Strummer - It's a Rockin' World - 2:31
20 Primus- Mephisto and Kevin - 5:18
21 Vitro - Mentally Dull (Think Tank Remix) - 4:34

Por si no lo sabéis, quien dobla al Chef en su versión original es el cantante Isaac Hayes, quien dejó la serie por las continuas sátiras religiosas que se ofrecen en ella. En fin, que la peña no tiene mucho sentido del humor, o que no se puede tocar ciertos temas para el humor, o que no se puede hacer humor escabroso con según que temas, o que la libertad de expresión es una mariconada que se inventó un comerciante de croissants mientras fornicaba con un cerdo orando hacia la Meca acordándose del niño Jesús mientras salía del coño de la virgen María.
Por cierto, si queréis la BSO, dadle aquí con un par de huevos o un pedazo de clítoris, según tengáis.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Si alguien me comprende...


He bailado boleros con el diablo
hasta olvidar el olvido bebiendo a sorbos
continentes submarinos agrestes;
controlados eran mis movimientos hasta perder
la razón
con los cuidados que me procura la suerte
de conocer el conocimiento de la vida
y el sentido de la muerte.

Pudiendo arder al contacto del fuego
promovido por artesano fiel
a Lucifer
siempre viviendo deprisa,
sin mirar a los lados
y jugando a los dados
con el destino
de mi camino,
podía haber terminado fiambre
pero terminé alambre
que sujeta deudas con hambre.

Dos pagarés por hijos me tienen cogidos
de los huevos hasta su madurez;
-no la mía-
pues si esa fuera condición propia
reventaría
pagando deuda hasta mi último día.

No puedo decir ni esta boca es mía
pues como todos sabéis
es frase de Joaquín Sabina,
pero la desdicha me permite ultimar
mi última oda al mar;
sé que he hecho rima fácil, ese era
mi propósito de depósito.
A continuación viene lo bueno, les ruego
sean pacientes, pues su mente lo agradecerá.

O la humanidad es idiota, imbécil y gilipollas
o todo eso lo soy yo, nada tiene que ver
con gestas épicas o estilistas pijos,
quiero decir que con la punta del pijo
o la punta de la polla,
se lo dejo a su elección,
no somos más que miserables animales
sin más condición
que malvivir con nuestros males
y sufrir con nuestra adición.
¡Hasta aquí digo basta!
No puedo más, lo digo en serio
mi vida me ahoga, estoy sin pasta;
no veo salida, me veo en silencio
gritando sin pulmones un puto alivio
para tanta ausencia de alegría.
A veces veo con tristeza el brío
de la gente por querer respirar
más allá de sus propias razones;
es entonces cuando la envidia
se apodera de mí, y la insidia
de querer ser  y no poder por ver
que más allá de mí no hay más
condición que mi soberbia.
Sí, no solo me consumo, me
rompo y me destrozo sino que
encima creo estar por encima de
todo.
Si alguien me comprende…
…que me compre.

Antonio Jiménez

47. A la que es demasiado alegre


Tu cabeza, tu gesto, tu aire
como un bello paisaje, son bellos;
juguetea en tu cara la risa
cual fresco viento en claro cielo.

El triste paseante al que rozas
se deslumbra por la lozanía
que brota como un resplandor
de tus espaldas y tus brazos.

El restallante colorido
de que salpicas tus tocados
hace pensar a los poetas
en un vivo ballet de flores.

Tus locos trajes son emblema
de tu espíritu abigarrado;
loca que me has enloquecido,
tanto como te odio te amo.

Frecuentemente en el jardín
por donde arrastro mi atonía,
como una ironía he sentido
que el sol desgarraba mi pecho;

y el verdor y la primavera
tanto hirieron mi corazón,
que castigué sobre una flor
la osadía de la Naturaleza.

Así, yo quisiera una noche,
cuando la hora del placer llega,
trepar sin ruido, como un cobarde,
a los tesoros que te adornan,

a fin de castigar tu carne,
de magullar tu seno absuelto
y abrir a tu atónito flanco
una larga y profunda herida.

Y, ¡vertiginosa dulzura!
a través de esos nuevos labios,
más deslumbrantes y más bellos,
mi veneno inocularte, hermana.

Charles Baudelaire 


Noches Reversibles

Sin título



Para que yo me llame Ángel González,
para que mi ser pese sobre el suelo,
fue necesario un ancho espacio
y un largo tiempo:
hombres de todo mar y toda tierra,
fértiles vientres de mujer, y cuerpos
y más cuerpos, fundiéndose incesantes
en otro cuerpo nuevo.
Solsticios y equinoccios alumbraron
con su cambiante luz, su vario cielo,
el viaje milenario de mi carne
trepando por los siglos y los huesos.
De su pasaje lento y doloroso
de su huida hasta el fin, sobreviviendo
naufragios, aferrándose al último suspiro
de los muertos,
ya no soy más que el resultado, el fruto,
lo que queda, podrido, entre los restos;
esto que veis aquí,
tan sólo esto:
un escombro tenaz, que se resiste
a su ruina, que lucha contra el viento,
que avanza por caminos que no llevan
a ningún sitio. El éxito
de todos los fracasos. La enloquecida
fuerza del desaliento…

Ángel González

El baile de los ahorcados


En la horca negra bailan, amable manco,
bailan los paladines,
los descarnados danzarines del diablo;
danzan que danzan sin fin
los esqueletos de Saladín.

¡Monseñor Belzebú tira de la corbata
de sus títeres negros, que al cielo gesticulan,
y al darles en la frente un buen zapatillazo
les obliga a bailar ritmos de Villancico!

Sorprendidos, los títeres, juntan sus brazos gráciles:
como un órgano negro, los pechos horadados ,
que antaño damiselas gentiles abrazaban,
se rozan y entrechocan, en espantoso amor.

¡Hurra!, alegres danzantes que perdisteis la panza ,
trenzad vuestras cabriolas pues el tablao es amplio,
¡Que no sepan, por Dios, si es danza o es batalla!
¡Furioso, Belzebú rasga sus violines!

¡Rudos talones; nunca su sandalia se gasta!
Todos se han despojado de su sayo de piel:
lo que queda no asusta y se ve sin escándalo.
En sus cráneos, la nieve ha puesto un blanco gorro.

El cuervo es la cimera de estas cabezas rotas;
cuelga un jirón de carne de su flaca barbilla:
parecen, cuando giran en sombrías refriegas,
rígidos paladines, con bardas de cartón.

¡Hurra!, ¡que el cierzo azuza en el vals de los huesos!
¡y la horca negra muge cual órgano de hierro!
y responden los lobos desde bosques morados:
rojo, en el horizonte, el cielo es un infierno…

¡Zarandéame a estos fúnebres capitanes
que desgranan, ladinos, con largos dedos rotos,
un rosario de amor por sus pálidas vértebras:
¡difuntos, que no estamos aquí en un monasterio! 

Y de pronto, en el centro de esta danza macabra
brinca hacia el cielo rojo, loco, un gran esqueleto,
llevado por el ímpetu, cual corcel se encabrita
y, al sentir en el cuello la cuerda tiesa aún,

crispa sus cortos dedos contra un fémur que cruje
con gritos que recuerdan atroces carcajadas,
y, como un saltimbanqui se agita en su caseta,
vuelve a iniciar su baile al son de la osamenta.

En la horca negra bailan, amable manco,
bailan los paladines,
los descarnados danzarines del diablo;
danzan que danzan sin fin
los esqueletos de Saladín.

Arthur Rimbaud

Riverside

martes, 28 de septiembre de 2010

Si el cielo está gris


La soledad no está tan sola...
¡No ves que a mí no me abandona!
Como una tempestad que va arrancando los tejados;
no sé quien me quitó lo que jamás me había dado.
Me asomo a la ventana siempre está lloviendo
y en mi vieja radio suena "Sol de invierno".
Perdido en el camino entre el amor y el odio;
tan cerca del cielo como del demonio...

¿Qué ha pasado que no quiere salir?
- Un rayito de sol que me ayude a vivir.
¿Qué ha pasado? ¿Se ha olvidado de mí?
- Y yo me siento triste si el cielo está gris.

Dame licor de ala de gaviota:
quiero volar, mojarme con las olas.
Dame licor de oreja de conejo
que quiero oír tu voz aunque estés lejos.

Venga, Manolillo, déjame el sombrero;
el del ala ancha que llega hasta el cielo.
Ponlo boca arriba, llénalo de versos;
déjalos volar, ¡que los reparta el viento!.

¿Qué ha pasado que no quiere salir?
- Un rayito de sol que me ayude a vivir.
¿Qué ha pasado? ¿Se ha olvidado de mí?
- Y yo me siento triste si el cielo está gris.

Manuel Chinato

Si El Cielo Está Gris

Romance amoroso a una dama



¿No me conocéis, serranos?
Yo soy el pastor de Filis,
cera a su pecho de acero,
esclavo a sus ojos libres.

Huésped en vuestras riberas,
oponer de amor me visteis
a las armas vencedoras
resistencias invencibles.

Mas ¡ay! yo muerto, serranos;
¡ay, amor, ya me venciste!;
los incendios de mis hielos
tus poderes acrediten.

Para matarme tus ojos,
Filis, el amor elige;
que a mayores vencimientos
bastan los rayos que viste.

A cuyo imperio süave,
a cuya fuerza apacible
no hay libertad que se exente,
no hay exención que se libre.

A tu beldad las beldades
desconocidas se rinden,
desde las que el Tetis beben,
hasta las que el Ganges viven.

Cuyo nombre el Gata ufano
gloria le da más felice
que sus arenas al Tajo,
que sus imperios al Tíber.

En tu alabanza mi efecto,
entre efectos imposibles
epiciclos fatigara;
mas temo que espumas pise.

Retírase, pues, cobarde,
y tanta empresa remite,
o de un águila a los vuelos
o a los acentos de un cisne;

que una voz ronca no puede
ni puede una pluma humilde
ultrajarte; que te ignora
quien se atreve a describirte.

Mis deseos igualmente
que por divina te admiten,
como a deidad te veneran
y como a deidad te piden,

así, pues, el tiempo nunca
en ti con mudanza triste
las rosas aje del rostro
ni del cuello los jazmines;

a la primavera hermosa
que en tus mejillas asiste,
en siempre floridos mayos
goce perpetuos abriles;

que admitas unos deseos,
que una voluntad estimes,
como atrevida en quererte,
acordada en elegirte.

Si tienes dueño, a tu dueño
te hurta: mi mal te obligue,
para que mi ardor aplaques,
nieve a que a mi cuello apliques.

Yo vi que hurtados a un muro
a que pudieran asirse,
le repartieron abrazos
a un árbol unos jazmines.

Tú verás que a mis deseos
solicitan persuadirte
yedra que dos olmos trepa,
vid que dos álamos ciñe.

Prisiones rompe el capullo
avaramente sutiles
el clavel, y fuera dellas
con púrpura el aire tiñe

pues te incitan sus ejemplos,
Filis, sus ejemplos sigue;
que si tú mi amor retornas,
cierto estoy que Amor me envidie.


Calderón de la Barca 

Yoga

Basura


Ayer me estuve releyendo en el blog y me parece una autentica basura lo que estoy escribiendo. Es por eso que voy a estar una temporada fuera de todo desarrollo creativo esforzándome más en mi creación para no ser tan mediocre. A partir de ahora mis entradas van a ser poemas de otros poetas hasta que sepa captar la sutileza de su savia. No os pido ánimos, pues no me los merezco. Solo necesito esforzarme más y aprender a hacer las cosas más sosegadamente, no en cinco minutos.

Of Men And Angels

domingo, 26 de septiembre de 2010

Rabia


Subo hasta la puerta del jardín, un pequeño
cantero de piedra cavado a ras
de tierra, contra el huerto suburbano,
que permanece allí desde los días de Mameli,
con sus pinos, sus rosas, sus verduras.
Alrededor, detrás de este paraíso de campesina
tranquilidad, aparecen
las fachadas amarillas de los rascacielos
fascistas, de los últimos talleres:
y debajo, más allá de las grandes losas de vidrio,
hay un cobertizo, sepulcral. Dormita
al bello sol, un poco frío, el gran huerto
con la casita en medio, del ochocientos,
simple, donde murió Mameli
y un mirlo cantando trama sus amores.

Este mi pobre jardín, todo
de piedra… Pero he comprado una adelfa
-nuevo orgullo de mi madre-
y macetas de todo tipo de flores,
y hasta un frailecito de madera, un angelito
obediente y rosado, un poco pícaro,
que encontré en Porta Portese, buscando
muebles para la nueva casa. Colores,
pocos, la estación es tan acerba: oros
ligeros de luz, y verdes, todos los verdes…
Sólo un poco de rojo, torvo y espléndido,
semiescondido, amargo, sin alegría:
una rosa. Pende humilde
en el ramo adolescente, como en una rendija,
resto tímido de un paraíso en pedazos…

De cerca, es todavía más modesta, parece
una pobre cosa indefensa, y desnuda
una pura actitud
de la naturaleza, que se encuentra al aire, al sol,
viva, pero de una vida que la ilusiona,
y la humilla, que la hace casi avergonzarse
de ser tan ruda
en su extrema ternura de flor.
Me acerco más aún, siento su olor…
¡Ah, gritar es poco, y es poco callar:
nada puede expresar una existencia entera!
Renuncio a cada acto… Sé solamente
que en esta rosa me quedo a respirar,
en un solo mísero instante,
el olor de mi vida: el olor de mi madre…

¿Por qué no reacciono, por qué no tiemblo
de alegría, o gozo de una angustia pura?
¿Por qué no sé reconocer
este antiguo nudo de mi existencia?
Lo sé: porque en mí ya está encerrado el demonio
de la rabia. Un pequeño, sordo, oscuro
sentimiento que me intoxica:
agotamiento, dicen, febril impaciencia
de los nervios: pero no está ya libre la conciencia.
El dolor que me aparta poco a poco de mí,
si yo apenas me abandono,
se libera, se revuelve por sí solo,
me late desordenado en las sienes,
me llena el corazón de pus,
ya no soy dueño de mi tiempo…

Nada hubiera podido vencerme, antes.
Estaba cerrado sobre mi vida como en el vientre
materno, en este ardiente
olor de humilde rosa mojada.
Pero luchaba por salir, allá en la provincia
campesina, poeta veinteañero; siempre, siempre
sufriendo desesperadamente,
desesperadamente gozando… La lucha terminó
con la victoria. Mi existencia privada
ya no está encerrada entre los pétalos de una rosa,
…una casa, una madre, una angustiosa pasión.
Es pública. Pero hasta el mundo que me era desconocido
se me ha aproximado, familiar,
se ha hecho conocer y poco a poco
se me ha impuesto, necesario, brutal.

No puedo ahora fingir que no lo sé:
o que no sé cómo me solicita.
Qué especie de amor
se da en esta relación, que pactos infames.
No quema una llama en este infierno
de aridez, y este árido furor
que impide a mi corazón
reaccionar ante un perfume, es un resto
de la pasión… Casi en los cuarenta años
me encuentro en la rabia, como un joven
que de sí sólo sabe que es nuevo,
y se encarniza contra el mundo viejo.
Y como un joven, sin piedad
o pudor, no escondo
este mi estado: no tendré paz jamás.

Pier Paolo Pasolini   

Partir con una sonrisa


En un instante olvidó el motivo por el cual no quería seguir vivo. No sería el hecho muy importante si no fuera porque ya estaba suspendido en el aire con la única sujeción de una cuerda alrededor de su amoratado cuello. La silla que sostuvo hace un instante sus pies estaba tumbada en el suelo inerte como suele pasar con los objetos inanimados. Hizo acopio de todas sus fuerzas y se sujetó fuertemente a la cuerda mientras con sus brazos intentó sostener el peso de su cuerpo, pero apenas pudo aguantar el esfuerzo unos minutos. En su cara se manifestó el  horror por saberse muerto en condiciones que no le correspondía, pero fue su elección, y aunque se arrepentía de ella, por un amable momento hizo de entrañas corazón y decidió calmar su semblante para disponerse a partir con una franca sonrisa.

Un cuento


Ciudades de ruego taciturno
con yugo de acero
escondido altar
de negros ateos
que subyugan el árbol
territorio de sombra del mochuelo
agonizante y sangriento
por una muerte
con doce cascabeles
mecidos por errantes figuras
de putas travesuras
en alocadas alcobas frenéticas
de un libro de hadas;
levante el vuelo la tortuga
que tortura el hambre
de cincuenta humillantes
clérigos que danzan
alrededor del fuego
taciturno
y vibrante
que calmará la sed
de venganza, la ira
y la codicia de un señor
inventado
que mira con desidia
a sus creaciones vivir
y morir sin más
tribulación
ni acción
que el bostezo
dado como trofeo
ante la mirada
diáfana del  niño
que imagina todo esto
como recurso
a un cuento
que perdura
desde hace
mucho
tiempo.

sábado, 25 de septiembre de 2010

La vida va



La huesuda mano de la señora María quiso coger un envoltorio de un caramelo que su nieto había dejado encima de la mesita de centro del salón, pero notó como sus dedos no respondían a las supuestas órdenes que le estaba mandando su cerebro en aquel momento. Pensó por un momento en que quizás podría ser pero ahí se detuvo su pensamiento. Se le vació la mente. Quieta quedó en el salón una anciana mujer que en aquel preciso instante tenía la misma expresión que una estatua. Uno por uno fueron dejando de funcionar todos sus órganos hasta que en un momento impreciso dejó de respirar y cayó al suelo.

Raro



Si fuera normal escribiría
cosas coherentes
y gráciles como
“No me gusta mirarte a los ojos
cuando llueve”
pero mi mente no sabe ser ingenua
y no puede expresarse
con frases amables
pues quiere sufrimiento
como el que sufro con mis males.
De hecho quiero ser raro
ya que así me denominan
gente que miran con cierto descaro
como me muevo por una vida que discriminan
sin ningún pudor
por entender que soy elemento
negativo sin futuro
en una sociedad clasista donde el fundamento
de sus discursos
es la hipocresía.
Sea como fuere el hecho constatado
de que soy mal ciudadano
proclamo desde estas líneas
sentirme orgulloso
no de ser ufano
sino de ser mundano
en cuestiones que me la traen floja
ya que no he elegido ser traído al mundo
déjenme operar como me dé la gana,
y si ello me hace ganar mala fama
es por cuestión de calificar sujetos
y criticar sus jetas;
pues tristes han de ser sus circunstancias
si han de fijarse
en otras personas
para no ver
su miseria humana. 

Por suceder



Quisiera saltar
de rama en rama
portando buenas nuevas por doquier,
pero quiso la naturaleza
dotarme de quietud,
silencio
y virtud
por ser venturoso
en gozo extraño,
por no poder más que extraer
entrañas de la soledad
y miedos de mi realidad.
Si pudiera gritar
por gritar
gritaría
a todas horas
quiero ser libre
para llevar
dichas de voluntad y voluntad de dichas
pues no es en realidad
mi calidad
querer sosegar mi vida
con calvario
de sosiego
por desahucio
de sucedáneos alternativos
a la vida
pues mi conciencia
dicta
ser coherente
al respecto
del recto devenir
de un limitado dicho
por dictado
a todo lo que puede suceder
si sucede
algo
por suceder
al final.

Quiera la vida


Viendo el paisaje
siento el declinar
de un cruzado
que intenta poseer
mi inhóspita alma
para crear un sentido
a una vida
que careció
de rumbo
cuando tomé la primera píldora
a instancias de psiquiatras
por un mundo más feliz
cuando el resultado
es que mi cerebro
las desecha
y mi conjunto
sigue siendo gris.
Creo o estoy seguro
que no son comprimidos
lo que necesito
mas compresión
pido
y sé que soy difícil
no solo de entender
sino de comprender.
Mujeres huyeron de mí
y terapias me reclaman a mil,
pero no deseo más corazón
que el portado por una dama
cuyo nombre puedo repetir
noche
tras noche
pero no compartir
por aquí.
Quiera la dicha poder darme gozo
con esa chiquilla cuyo placer gimo
por doquier
pero solo en sueños,
pero solo en mi mente,
pero solo donde no podéis penetrar.