Quiero levantarme temprano una mañana más
antes del amanecer. Antes que los pájaros, incluso.
Quiero mojar mi rostro con agua fría
y estar en mi mesa de trabajo
cuando aclara y el humo
comienza a salir de las chimeneas
de las otras casas.
Quiero ver el romper de las olas
en esta playa rocosa, y no sólo escucharlas
romper como lo hiciera toda la noche en mis sueños.
Quiero ver nuevamente los barcos
que vienen a atravesar el estrecho
desde cada país marino del mundo–
viejos y sucios cargueros que apenas lo recorren,
y los rápidos y nuevos buques de carga
pintados de todos colores bajo el sol
que cortan el agua a su paso.
Quiero seguirlos con la mirada.
También al pequeño bote que navega
entre los barcos
y a la estación de pilotos cerca del faro.
Quiero verlos bajar a un hombre del barco
y poner otro a bordo.
Quiero pasar el día mirando lo que sucede
y llegar a mis propias conclusiones.
Odio parecer mezquino– tengo tanto
ya de que estar agradecido.
Pero quiero levantarme temprano una mañana más, al menos.
E ir a mi sitio con un café y esperar.
Sólo esperar, y ver qué irá a suceder.
antes del amanecer. Antes que los pájaros, incluso.
Quiero mojar mi rostro con agua fría
y estar en mi mesa de trabajo
cuando aclara y el humo
comienza a salir de las chimeneas
de las otras casas.
Quiero ver el romper de las olas
en esta playa rocosa, y no sólo escucharlas
romper como lo hiciera toda la noche en mis sueños.
Quiero ver nuevamente los barcos
que vienen a atravesar el estrecho
desde cada país marino del mundo–
viejos y sucios cargueros que apenas lo recorren,
y los rápidos y nuevos buques de carga
pintados de todos colores bajo el sol
que cortan el agua a su paso.
Quiero seguirlos con la mirada.
También al pequeño bote que navega
entre los barcos
y a la estación de pilotos cerca del faro.
Quiero verlos bajar a un hombre del barco
y poner otro a bordo.
Quiero pasar el día mirando lo que sucede
y llegar a mis propias conclusiones.
Odio parecer mezquino– tengo tanto
ya de que estar agradecido.
Pero quiero levantarme temprano una mañana más, al menos.
E ir a mi sitio con un café y esperar.
Sólo esperar, y ver qué irá a suceder.
Raymond Carver
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