domingo, 7 de noviembre de 2010

A la noche en curso


Noche, en tu supuesto silencio
se pueden encontrar imágenes
de soledades que vagan por vicio
buscando el silicio de unos genes
inmortales que marcan sus bailes.

Fuente de inagotable miseria
en góticas mentes como la mía,
reptando por calles de mitología
clara como tu frente, la fría
esmeralda por nombre Selenia.

Incluso los perdedores vemos en ti
rocío de vivas mayores, por ser tu
color nuestro dolor y admitir
nuestra franquicia de ritual quietud,
te adoramos, reina de la inquietud.

Siempre te he elegido para pasar
página en labores de otro mundo.
Me abrazaste con dulzura y mal
caso me hiciste pues sigo fecundo.
Hoy por hoy te doy las gracias, mi deidad.

Sigo escribiendo mejor cuando oscureces
el cielo con tu amor, pues soy nocturno
en actos de creación y sigo las leyes
de tus cánticos próceres. Mantengo el curso
de tus horas, pues son las de mis mejores obras.

Antonio Jiménez

1 comentario:

  1. Preciosa poesía para la musa de tus noches. Estoy segura de que te lo agradecerá con más inspiración. Besos.

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