martes, 31 de agosto de 2010

De impotencias y tristezas



Hoy me siento sumamente triste. Ha ocurrido lo que más me temía. He de decir que no me sorprende nada de lo que está pasando pues ya lo he vivido otra vez, solo que ahora me han dejado al margen. Hoy por hoy no puedes confiar más que en quien te demuestra su amor por encima de todas las cosas. Si por algún momento notas que el amor ha dejado de existir, has de pensar que existe la posibilidad de que pueda dañarte todas las veces que le venga en gana, sea queriendo o sin querer. Luego están las personas que rodean a ese sujeto, por simple cuestión de proximidad lo más seguro es que estén por él, menos mis padres, que saben que lo mejor es desconfiar de mí. Uno puede ir con todo su buen corazón y no querer dañar a la persona que una vez fue su amor verdadero, querer hacer las cosas bien, despacio, no sentirse culpable porque pueda él tomar decisiones erróneas una vez disuelto el vínculo amoroso. Pero si una cosa me ha enseñado la vida es que por encima de todo has de pensar en ti y luego en ti para terminar pensando en ti. Luego llegarán los demás. Como he empezado diciendo, me siento triste por no poder ayudar a alguien muy importante en mi vida a la que ya le avisé lo que le iba a pasar, pero que me hizo oídos sordos. Es jodídamente injusto que a alguien tan bueno le pase las cosas tan bruscamente, que tenga que aprender a base de monedas falsas, pero cuando las cosas te pasan siempre tienen un fin, y el de ella ha sido abrirle los ojos.

Por mi parte me siento muy impotente pues me ha pedido que prácticamente desaparezca. Teníamos poco contacto pero ahora se resume a cero. No voy a saber ni como se encuentra ni como le van las cosas. Llevo toda la tarde meditando sobre el asunto y es muy duro vivir en esa incertidumbre. Me ha comentado que me seguirá llamando, por no perder el contacto y espero que lo haga puesto que le voy a respetar su decisión. Soy así de terco, cosa que me piden, cosa que llevo hasta su última consecuencia. Ella si va a saber como me siento y como me va puesto que me lee a diario o casi y los que me seguís sabéis que no me corto un pelo a la hora de expresar mis sentimientos. Joder, llevo casi toda la tarde fustigándome escuchando a los Cure. Cuando estoy de bajón siempre recurro a ellos. Parezco tonto, en vez de poner música cañera que me levante el ánimo pongo música lánguida. Soy de psiquiatra de guardia.

En fin, que espero que le vaya todas las cosas bien y lo arreglen todo como personas sensatas. La vida son ciclos, eso está más que demostrado y ella ya ha cumplido uno. Si tiene que vivir otro a mi lado o no, ya se verá. Las cosas han de ir despacio. Ahora lo prioritario es que consiga su felicidad por encima de todo. Si sentía la necesidad de correr, pues que corra. Eso no es malo, son necesidades que todas las personas vamos teniendo a lo largo de nuestra vida. Yo mismo muchas veces he sentido la necesidad de desaparecer. Otras veces de saltar al vacio. Otras de gritar y muchas veces la de sentir un cariño muy reclamado.

Por cierto, agradecer las muestras de cariño y preocupación por la entrada de ayer. No os preocupéis. Si otra vez sucede, no le deis mayor importancia. A veces necesito cagarme en todo lo establecido. Son meras cuestiones fisiológicas.

lunes, 30 de agosto de 2010

Mecago en mi puta estampa



Hoy estoy hasta la misma polla de esta puta vida. No sé, estoy de capa caída. No le veo aliciente a nada. Por más que busco, no encuentro motivos de superación personal. Y mira que me ponen las cosas fáciles. Juan, el presidente de la asociación Alsubjer, me ha propuesto que dirija un cortometraje, que me suministran todos los medios, pero no me siento motivado. Me dicen que escribo bien, pero por un oído me entra y por otro me sale. Creía que tenía la autoestima trabajada pero me estoy dando cuenta que es a medias. Tengo trabajada la que es a nivel físico, pero la personal, me sigo considerando una puta mierda. Mañana tengo cita con la psiquiatra y la verdad es que no es santa de mi devoción. Creo que le voy a hacer caso y voy a cambiar de especialista, solo por joder. Estoy hasta la misma polla de hartarme de medicamentos sin fundamento. Llevo diez años tomando todo tipo de antidepresivos con el mismo resultado: cero. Creo que lo mío no es cosa de fármacos, es simplemente que ya estoy formado y no hay Dios que me cambie. No hay manera ni química que me haga cambiar. Soy impertérrito. Y me jode, en serio que me jode. No me gustaría ser así, ver las cosas tan negativas, ahogarme en tan angostos campos de visión, joder con el señor destino sin ser maricón. Pero así están las cosas.

Hoy he estado en un entierro. Ha muerto una vecina de la calle de mis padres, madre de unos amigos de mi juventud. El estar en la iglesia me ha evocado cuando tenía diez años y tuve una crisis de fe. Recuerdo que tuve pánico por la muerte y no hacía más que preguntarle a mis padres que era la muerte contestándome que nadie había vuelto para decirlo. Un buen día, en una visita a un pueblo que desconozco su nombre entramos en una iglesia y compré un ejemplar el cual creía que me iba a resolver las dudas. Era una especie de evangelio para niños. Estuve leyéndolo y releyéndolo no sé cuántas veces y aquello no despejaba mis dudas. Con diez años dejé de creer en Dios y a su vez en tener miedo a la muerte. ¿Qué me pasó? Muy sencillo. Le pregunté a mi abuela y me contestó que cuando nos morimos nos convertimos en gusanos que a su vez se convierten en mariposas. Aquella respuesta me sobró. Comprendí que al morir se acababa todo, que mi abuela no era creyente y por ende no debía serlo yo. Han pasado casi veinte años y sigo en la misma postura y los que me quedan.

Ser un no creyente me ha llevado a, primero, desconfiar de muchas cosas que se aventuraban como la panacea del siglo, para segundo descubrir que eran un engaño preparado para enriquecer la mente del que había ideado tal chollo. Soy desconfiado por naturaleza. Parece mentira que diga esto con todo lo que llevo pasado, pero es verdad. Otra cosa es que mi corazón mande por encima de mi razón y entonces la hemos cagado. A finales del pasado año, una antigua pareja me propuso vivir otra vez juntos. A mí la idea en un principio no me gustó un pelo, pero estaba solo y hasta la misma polla de mis padres y hacía año y medio que no follaba que pensé en tantear primero el terreno. Una mierda para mí. Cuatro mamadas, dos te quiero y mi corazón estaba domado. Vivía en Palma del Río, un pueblo a 110 kilómetros más o menos de Lucena. Se iba a quedar sin trabajo y sin piso. Me hizo traerme todas sus cosas a mi piso a la carrera en mi coche. Suerte que tengo trastero y cupo todo allí menos un televisor, un DVD que tengo en la habitación multiusos y una caja de plástico que está debajo de una cama. El cuatro de enero me dijo que se iba a Palma del Río a ver si cobraba lo que le debían. Hoy estamos a 30 de agosto y todavía la estoy esperando. No me ha llamado ni una sola vez. La he intentado llamar al principio pero no me cogía el móvil y ya paso. Sigo teniendo sus cosas y no sé qué hacer.

Ahora estoy intentando rehacer mi vida pero sigo como siempre, no cambio. En vez de enamorarme de alguien sin ataduras de ningún tipo, lo hago de alguien que está casada. Y como no es la primera vez que me pasa, sé lo que puede pasar y lo que no. Jodeeeeerrrrrr, que mierda de vida. Mecago en mi puta estampa, si es que no puede ser.

Qué vacio me encuentro sin ti



Mi cabeza no para de dar vueltas
sin más objetivo que preguntar
si tiene propósito el continuar
una historia que como tu bien
has definido ni siquiera ha empezado.
Son muchas las noches que en
soledad me cuestiono si tiene
sentido tanto decoro por mostrar
un silencio que no tiene más
palabras que las que resuenan
en la soledad de nuestro sino.
No es que me queje por no
encontrarte siempre que te
busco, no, me quejo por no
poder besarte bajo la fresca
hojarasca que nutre nuestro
débil amor, ese que se sustenta
por equilibrios entre juegos
de escondite y llamadas furtivas.
Nuestro destino nos la ha jugado
puesto que no era tiempo de
habernos conocido, ya que las
cosas siempre han de suceder
por orden de factores y no
por orden de pasiones.
Qué vacio me encuentro sin ti y
a la vez que maldito me llamo
por no poder parar este
amor que me consume y no
puede ser correspondido.
Los ángeles siguen su vida
y nosotros a duras penas
vamos consumiendo la nuestra
pensando en un mañana
juntos que podrá ser pero
que parece no llegar nunca.

domingo, 29 de agosto de 2010

Estoy hecho una piltrafilla



Estoy hecho una piltrafilla en lo que a condición física se refiere. He salido a andar un rato y me ha costado la misma vida subir un par de cuestas. Si esto sigue así voy a durar menos que un caramelo en la boca de un chiquillo. Estoy deseando que se vaya a tomar por culo el calor para salir a andar todas las mañanas y coger una poca de forma física, porque tanto sedentarismo no puede ser bueno. La psicóloga siempre está erre que erre con que salga más a la calle, pero es que no me apetece cruzarme con personas, si me voy a andar es por la vía verde, lejos del bullicio, con mi mp4 y a mi puta bola. Tengo muchísimas papeletas para ser carne de paro cardiaco. Por culpa de los antidepresivos tengo la tensión loca, a veces alta y otras por los suelos. Por cuestiones de genes soy propenso al colesterol, y siempre lo tengo al límite por muy sano que coma. Para colmo el tiroides está tocado, pero los niveles no son para medicar aun, menos mal. Vamos, parezco sano pero estoy hecho todo un poema. Ah, se me olvidaba la glucosa, siempre está por los niveles más bajos. Como digan todos aquí estoy, me tengo que ir preparando. Anda y que le den por culo a todo. Si yo voy a dar guerra hasta los 110 años, que cojones.

Estoy hasta la misma nariz del teclado inalámbrico. Cuando le van faltando pilas no hace más que comerse letras y con mis dedos porretudos voy dando a veces a más teclas de la cuenta y lio un follón de aúpa. Es un coñazo alzar la mirada y ver casi todo el texto subrayado de rojo, porque si, lo confieso, he de mirar al teclado cuando escribo, soy así de torponaico, soy capaz de aprender las cosas más complejas del mundo, pero lo más sencillo se me complica y no hay manera. Debo tener alguna neurona mal desarrollada que me impide desarrollar lo más simple. Y mira que lo intento, que sé de sobra la posición de los dedos y toda la pesca. Pero cuando escribo se me trastoca todo y en vez de ir mi dedo hacia la c va hacia la e, por poner un ejemplo. Cualquier día me pondré y lo haré. Es que el día que enseñaron la superación personal, falté a clase.

El viernes tuve sesión conjunta en la asociación. Eso significa que nos reunimos en un mismo salón los que estamos en las terapias del lunes, del martes, del jueves, del viernes y los familiares. Estuvimos hablando sobre qué cosas habíamos conseguido desde que habíamos iniciado el tratamiento. Yo hablé que una cosa muy importante que ha trabajado mucho Mari Carmen, la psicóloga del centro, conmigo. Ha sido mi autoestima, y gracias a ella va subiendo cada día más. Es verdad que está mucho más alta que cuando entré en tratamiento hace ya casi dos años. Madre mía, como pasa el tiempo. Y ahora quiero retomar los estudios. Tengo que preguntar si tengo que hacer un curso puente o si entro directamente en bachillerato. No tengo ni idea. Ahora lo miraré por Google. Con los estudios lo más seguro es que no pueda asistir a terapia, con el consiguiente enfado por parte de Juan, el marido de la presidenta, ya que él considera prioritario la persona por encima de todo. Yo no estoy de acuerdo con él, evidentemente. Seguiré asistiendo en vacaciones y cuando tenga algún clarillo, ya que no quiero dejar el tratamiento del todo de buenas a primeras.

Bueno, mi vida sigue siendo anodina y no da para mucho. Volveré a contar cosas de mi pasado, que son más potables. Hasta entonces, ser buenos y no os masturbéis pensando en el líder de la oposición, que queda feo.

viernes, 27 de agosto de 2010

Un día en la vida



La revista Rolling Stone ha calificado la canción “A day in the life” como la mejor de los Beatles. A mí personalmente la canción me encanta porque hay una cosa que me obsesiona, y son las canciones que en algún momento me ofrecen un pasaje sonoro que me invitan a saltar al vacío mentalmente, y esta canción lo tiene. Para mí el mejor de los Beatles es sin lugar a dudas George Harrison y son sus composiciones las que más me gustan, y si me tengo que quedar con una canción, sin duda es “Something” y la segunda “Here comes the sun”. La personalidad de Harrison me atrae más que la de ningún otro Beatle, y es su carrera en solitgario la que más me gusta, seguida de la de John Lennon. La de Mc Cartney no me dice nada y la de Star la desconozco.

A los Beatles los conocí en la niñez gracias a la película “A hard days night”. Aquellos cuatro mozalbetes pícaros y gamberretes que cantaban unas canciones ligeras muy pegadizas me gustaron una barbaridad. Luego la canción “She loves you” se convirtió en un referente en cuanto a gustos musicales. En primero de BUP, en clase de música hicimos un trabajo sobre ellos y ahí los conocí por entero. Dio la casualidad que en ese mismo curso en una evaluación completa de inglés estudiamos al son de ellos, ya que sus letras son muy fáciles de entender.

Huelga decir que no soy como Flanders, todo un frikie de ellos, solo tengo su discográfica completa y en cuanto a discos oficiales se refiere. También tengo la de John Lennon y por supuesto la de George Harrison. En cuanto a música si soy un coleccionista nato.

Un día en la vida puede ser lo que todos queremos que nos ocurra siempre que nos hundimos en deseos preciados. Los claros ejemplos que relegan los impulsos que nos definen como humanos nos llevan a apreciar bienes que muchas veces son innecesarios. Ese día se puede referir perfectamente a uno mundano en el que pedimos una cosa que nos parece insignificante pero sin embargo es un mundo. Muchas veces no nos conformamos con lo que nos rodea y eso es lo que realmente importa. A veces uno se pregunta por qué es tan desgraciado y no se da cuenta que realmente es mucho más feliz de lo que nunca ha soñado. Somos de barro y nuestra condición es ser de oro. Ese es el error, aparentar ser lo que no es. Si por un momento nos miramos el ombligo, aparte de vernos pelusilla veremos una persona íntegra que puede dar mucho de sí para los demás. No es que ese sea tu cometido, pero si lo analizas despacio, en vez de reposar tu culo en el sofá mientras ves la cantamañanas de turno recitar su miseria por televisión intentaras empujar tu ánimo hacia otra persona para que esa a su vez lo hiciera con otra persona, este mundo sería de otra manera. En vez de existir la guerra existiría la paz. En vez de alimentar el odio alimentaríamos la fraternidad. En vez de existir religiones sacacuartos existiría la bondad. En vez de existir la industria armamentística existiría la industria recicladora. En vez de un ministerio de defensa existiría uno menos que chupar de la olla del estado. En vez de destinar dinero a un ejército se destinaria a crear puestos de trabajo en empresas públicas para acondicionar el estado en condiciones. Una utopía que no se sujeta más que en mi propia mente pero que sería posible si dijéramos basta a todo lo establecido.

Se tu e intenta ser feliz, pero ante todo se tu



Bueno, hoy he estado en la asociación hablando un poco sobre la fidelidad no entendida sobre la pareja, sino sobre el concepto de no mentir. Ahí he de matizar que cuando he estado enfermo no he sido nada fiel a ninguna cosa, menos a mis parejas. En el trabajo he faltado mucho por resacas, cuestión que me ha causado más de un despido y mala fama. He mentido como un cosaco (¿serán mentirosos los cosacos?), ya que mis trampas las tenía que esconder como fuera. Se habla mucho de adquirir unos valores como si fuera eso lo más importante del mundo. Hoy he dado mi opinión de que podemos aprender, pero que la esencia ya la hemos adquirido y que la personalidad no nos la cambian ni a tiros. Somos como dijo el filósofo yo y mi circunstancia. Cuando era niño mi tía Ani tenía un cuadro en su piso con un dibujo de Chaplin con el chico que rezaba la siguiente frase: “Se tu e intenta ser feliz, pero ante todo se tu”. Esa frase se me quedó grabada a fuego. Esa creo que ha sido una constante en mi vida, siempre he sido yo, nunca me he dejado influenciar por nadie, claro, que las he pasado putas, pero he sido íntegro con mi persona. Ahora miro mi pasado y me quedo con las cosas que me dan un aprendizaje, lo demás, lo deshecho. Por eso digo que lo de adquirir esos valores me la trae al viento. Yo soy como soy y eso va a Roma. Quien lo quiera, bien, quien no, que le vayan dando. Esto me recuerda una conversación que tuve con la psicóloga que substituyó a Mari Carmen y nunca me aprendí su nombre. Me dijo que no aceptaba los consejos de nadie, y quizás tuviera razón, y digo quizás porque no es del todo cierto. No es que no acepte consejos de nadie, es que sé de sobra como soy y sé que soy maravilloso. Y no peco de soberbio, no, lo digo en serio. Si de algo peco es de orgullo y a veces de envidia, pero esto último se me pasa enseguida.

Hoy he escrito un soneto haciendo hincapié en la rima pero no en la medida. Me ha pasado con él lo mismo que con todas las poesías que escribo. Me gusta todo menos el final. Me parece impropio del contenido. Esa es la sensación que me queda. Debo trabajar sobre eso. Soy un jodido perfeccionista y os aseguro que me daña la vista leer ese final. Soy sincero y esa es la realidad, pero no por ello voy a dejar de intentarlo, que carajo (vaya, que al final se me ha pegado la dichosa palabreja).

Hoy se la he jugado a la providencia. Hemos sido más listos que el destino y por ello estoy contento. Punto y pelota.

Hoy no es que tenga más ganas de escribir que ayer. Es que escribir en la cama es una jodienda. La cama está diseñada para dos cosas, a saber: dormir y follar. Yo como a lo último hace mucho tiempo que no estoy adscrito, pues leo, que se le va a hacer. Cada uno se consuela como puede. Para masturbarme….. ¡Coño! Estaba pensando que lo tenía que hacer en la habitación del Pc por la cosa del Youporn, ya sabéis, pero ahora mismo he caído que con mi invento lo puedo ver en mi cama y hacerme el pajote en ella…. Pos hala, lo dicho, la cama sirve para cuatro cosas, a saber: dormir, follar, leer y pajearse. Hala, que me voy a hacerme una manola ya que he caído en eso. Por cierto, sed buenos y no os masturbéis pensando en el Papa de Roma, que queda feo.

jueves, 26 de agosto de 2010

Soneto distraido de amor



Son muchos los motivos que hacen que te ame con locura
pero bien sabe la desdicha que tengo por no poder tenerte
que daría mil vidas si fuera menester sin mesura
por poder besarte siempre que te viera para poseerte.

Los designios quisieron que nos conociéramos con soltura
pero está claro que esta vida no me permite quererte
con la libertad que se le supone a dos locos sin más factura
que la contraída por el amor que se siente más fuerte.

Quiera el dolor que me abrasa convertirse en pasión
ya que no es la distancia lo que nos pone freno
sino que es un tormento que vivas aun en unión

lo que me sirve de duelo, más es un dicho eterno
que lo no puede ser hoy, será con el tiempo. Canción
por un amor imposible te canto hoy todo tierno.

No tengo ganas de escribir



Hoy estoy experimentando como ayer adelanté. Estoy escribiendo la entrada cómodamente desde la cama. Y por ahora la prueba va funcionando de puta madre.

He visto las dos películas que ayer comenté y Once me ha gustado muchísimo y Lo mejor de mí me ha parecido una soberana pérdida de tiempo. Vayamos por partes. Quizás el fallo haya sido mío y es que Once es un pedazo de película como un copón bendito. Para empezar los actores estan magistrales, la dirección es una pasada, la banda sonora es genial y la historia que cuenta es bestial. Con esos ingredientes y mi parquedad a la hora de hacer una crítica el director ha hecho una película totalmente creible. Vamos, que me he tenido que emocionar unas dieciocho veces por lo menos. Y claro, ante tamaño obra veo una película que no me creo por ningún lado y que quieren que les diga, me pareció un petardo. Oh, esperad un momento, estoy a punto de correrme pues estoy escuchando la BSO de Once mientras escribo esto y estoy escuchando la primera canción que tocan en el estudio de grabación y es una gozada. Una pausa para la corrida. Ya. Mientras me limpio voy pensando que el amor es una soberana putada. Si, en serio. Ya sea por exceso o por escasez, nunca estás a gusto. Hay tantas historias que giran en torno al sempiterno tema del amor que enumerarlas me llevaría diecinueve vidas. Yo mismo no hago más que hablar últimamente de este tema. Claro, lo mio es por escasez cuando tengo exceso por dar. Sé que suena ilógico o cuando menos irónico, pero mi fiel lectora sabe a qué me refiero.

Los atavares de mi designio siempre se aventuran a ir por libre. En serio, son así de hijo de putas. Hoy se supone que debería haber encontrado un fuerte deceso en contra de todo designio divino. Pues no, todas las hordas sementales que vinieron a avisarme que dejara de gastar agua residual con tanto ahinco quisieron demostrarme el teorema de Pitágoras con tan mala fortuna que algunos llegaron a gastarse incluso parte de sus ahorros. Ahora si has entendido algo de lo que he escrito, me lo explicas, porque yo no tengo ni pajolera idea.

miércoles, 25 de agosto de 2010

Fundirme en ti



Ahora mismo estamos a miércoles ya pero para mí cuenta como si fuera martes y para estar la semana recién empezada he hecho una serie de descubrimientos la mar de potables. Musicalmente hablando gracias a mi blog he conocido a los Madrugada, Arab Strap, Jenny and Johnny, Silvert Hoyem, My Midnight Creeps, Philip Selway y Volcians que son todos la pera de buenos. Bueno, gracias a mi blog musical todos los días voy conociendo nuevos y no tan nuevos grupos musicales. Pero gracias al amor de mi vida, he conocido una película y de ahí una banda sonora que me ha llevado a conocer un cantante de un grupo que son la ostia en verso. Son ni más ni menos que The Frames. La película es una joyita indie, Once y el actor y cantante es Glen Hansard. Otra buena película que me ha mostrado es Lo mejor de mi. Otra gran muestra de cine independiente español.

Ahora mismo estoy recordando porque me gusta tanto el cine y porque carajo he dejado de verlo. Me encanta el cine por la sencilla razón de que puedes vivir vidas que no son tuyas, te muestran motivos que te son cercanos pero que no asumes como propios. A la vez su visionado te permite cuando lees un libro poder plasmarlo como si tuvieras una película en tu cabeza. El por qué ahora no estoy disfrutando de su visionado es muy sencillo, necesito un cómplice para luego poder dialogar sobre la película en si. Estas dos que me han recomendado como ya las han visto, mañana mismo las veré para así poder comentarlas posteriormente con mi niña.

Ahora mismo me siento raro. Me explico. Tengo la sensación de ser un furtivo, un fugitivo, un buscado por la ley, de hacer algo contrario a los dogmas éticos. Son muy fugaces y escasas las veces que nos vemos la mujer de la que estoy perdidamente enamorado y encima no puedo demostrar mi amor en estado puro. No se, tengo la sensación de que se me escapa por las manos el deseo. Juro que cuando la veo sólo quiero estrecharla entre mis brazos y me cuesta hasta mirarla porque me puede la pasión. El corazón no late, cabalga por sentirse abrumado con su contacto pero he de mantener las distancias por no meter la pata. Ante los ojos mundanos no somos más que amigos y tengo la puñetera sensación de que ese es mi jodido destino con ella. Hoy me ha costado la misma vida no besarla, cogerla del talle, acercarla a mi y posar mis labios con los suyos en un suave beso que se fuera alargando mientras nuestras respiraciones se fueran fundiendo en una sola. Os digo la verdad, me ha costado horrores frenarme. Esto no puede ser sano.

He estado releyendo lo escrito y me he fijado que he empezado los tres apartados de igual forma. Que repetitivo soy. En fin, tampoco busco el Cervantes con esto. Mi devenir no es que sea cuestión que dé para mucho. Mañana voy a intentar una cosa. Si me sale bien el experimento, ya os lo contaré en la entrada correspondiente. Hasta entonces, que seáis buenos y no os masturbéis pensando en los Reyes de España, que queda feo.

martes, 24 de agosto de 2010

La tienda de souvenirs



Hoy por hoy existen varios frentes blogueros muy interesantes. Existen los que son más felices que una castañuela y no hablan más que de mediocridades e inutilidades varias. Se da la paradoja que esos blogs del mundo de Yuppi son los que más comentarios reciben. No es envidia, Durruti me proteja, es simplemente que no entiendo como una caterva de felicísimos son tan completamente vacios por sesera. Luego están los blogs de escritores, la mayoría con libros publicados. Es encomiable ver como aparte de ganarse las habichuelas con su devenir literario son capaces de entregar sus mundanas chanzas al libre albedrio. Es de agradecer. En otros traducen revistas científicas normalmente en inglés para que nos enteremos los que pasamos de aprender el lenguaje vulgar de Shakespeare de los artículos que firman otros científicos. En esos blogs lo que me apena es que sean foráneos los autores de dichos artículos y no españolitos de a pie. Como siempre, estamos a dos pasos por detrás del vecino. En otros blogs se dedican a criticar ya sea libros o películas o música o cualquier movimiento artístico, incluyo moda aunque para mí personalmente no sea arte, pero estoy dispuesto a debatir esta tesitura con cualquiera que esté en la otra postura. En mi blog musical me llamaron la atención un par de veces con unas críticas musicales. Tenían razón, me encanta la música pero no tengo ni pajolera idea de que es un acorde. Conclusión: Escribo frases surrealistas que no tiene nada que ver con lo expuesto. Así, todos contentos. Así que como ya he desglosado la blogosfera está llena de blogs de todo tipo y contenidos. Unos son soberanamente imbéciles, como el que más puntos tiene en el certamen del blog en 20 minutos, y otros la verdad es que son muy curiosos. El mío, ni chicha ni limoná, la verdad. En serio, no son más que elucubraciones que van saliendo de mi linda cabecita y no tengo ni zorra idea como puede interesar a alguien. Quiero ser consecuente con que mi línea editorial es difícil de seguir. Muchos me tacharán de pedantes y otros de no saber que escribo. A mí, realmente, me la trae floja. Soy como el gobierno. Improviso sobre la marcha. Que ahora tengo ganas de tocar los cojones a los parados, pues se los toco. Que ahora tengo ganas de tocar los cojones a los funcionarios, pues se los toco, pues yo lo mismo, pero en plan bloguero.

El sábado subí al santuario de la virgencita de Araceli y me llamó la atención que en la tienda de souvenirs estuviera plagada de carteles y pegatinas contra el aborto. Hubo uno que me llamó especialmente la atención. En un fondo neutro y a grandes letras, ponía que para abortar antes debes estar viva. Bueno, la verdad es que ironía tiene por un tubo, pero más de una lectura también, y puede llevar a confusión si se quiere. Para una mente simple y sin recursos, debe de significar una solemne mierda. Para un nivel bachillerato, ya ha de captar la ironía, y para mi nivel, que quiere que le diga, no solo se ha de estar viva, sino que ser consecuente con lo que hace. No asesinas a una vida si esa vida no ha desarrollado por completo sus funciones ni facciones. No somos más que un conjunto de células en estado embrionario empezando a formarse. De ahí a que eso suponga vida, va un sendero tan ancho como el Guadalquivir a su paso por Sevilla. ¿Y quien garantiza luego la vida del niño? ¿La santa madre Iglesia? Yo he conocido a pendones que han dejado a sus hijos solos en casa mientras estaban en el bar con su novio de turno. Yo conozco un matrimonio que está todo el día en el bar y a su hija de 9 años le prepara de comer su hermano de 15. Yo conozco hijos retirados por la junta de Andalucía porque la madre tenía un problema de furor uterino y tenía que buscar una polla que penetrara su coño como desesperada. A mí me van a venir los mundo de Yuppi con sus atribuladas vidas de calzados anfibios mientras la gente no tiene para permitirse un mendrugo de pan cada día. Yo, mientras viva, estaré del lado del desamparado, no porque sea mi sitio, sino porque me siento más a gusto con ellos que con falsos pretendientes del lujo boato de la noche cristalina absorbida bajo burbujas achampañadas. Siempre he sido un perdedor y seguiré siéndolo, no porque bese las suelas de quienes me pisotean, sino porque doy en donde más duele a los déspotas de brillo naif, aquellos que siempre quieren ser y no son más que hoyuelos en el suelo.

Curiosamente, dentro de la tienda de souvenirs había una pantalla de ordenador con un salvapantallas con la imagen de un dictador surafricano con un lema que rezaba: Si quieres tener a tu pueblo obediente has de tenerlo atemorizado. Me hizo mucha gracia los contrastes entre supuesta fe y despotismo dictatorial. Entre cuadros de las virgen, de Chus, posters de preñadas pro vida, una foto de un bebé al lado de un lince comparándolo como especie en extinción (?), olor a velas derretidas, cantos gregorianos a un volumen apenas audible y el salvapantallas del gordo dictador negro me iba preguntando si en ese reducido espacio se daba tanta hipocresía, ¿Qué se podía esperar de todo el mundo? Y os juro que en ese momento temblé solo de pensarlo.

lunes, 23 de agosto de 2010

Por arte del burlesque



Cada vez tengo menos claro cómo enfrentarme a la vida. No se, lo que defino como una ironía del desencuentro a veces no es más que una parodia del propio encuentro. Unas veces tengo la sensación de estar luchando contra el propio destino y otras veces me veo tumbado esperando que sea la desidia quien componga mis pesadas composiciones. Es absurdo pensar que lo tengo todo controlado, máxime ahora que es cuando más descentrado tengo mi futuro racional. Si todo lo pudiera resumir a una única frase, esa sería la de “No es más pronto por acabar lo abarcable sino por terminar lo irrealizable” Tengo la garganta seca de tantas veces como he predicado lo presumible, pero siento que son palabras vanas. Cada uno de mis consejos tiene significado propio si son tomados en el contexto de su propio énfasis. Más allá de toda propiedad que se le quiera adherir no es más que malversar unas frases que no quieren indicar más que lo más simple. No hay segundas interpretaciones ni malas praxis, solo hay un tormento por saber que no cumplen su objetivo al ser olvidados como por arte del burlesque.

Si mediado el momento más ridículo fuera capaz de mover una montaña por ti, te aseguro que me sobran músculos para cambiar el Everest de sitio. No se trata de movimientos milagrosos ni de palabras cargadas de compensaciones titánicas, el mero hecho de poder imaginarme entre tus brazos me daría por satisfecho, pero nos han puesto las cosas muy difíciles, tanto que incluso las comunicaciones son pertrechos que invocan breves suspiros entre dos alocados que ven su tiempo acortado por el miedo a perderte. Si pudiera pedir un deseo, sin lugar a dudas sería poder vivir mi vida a tu lado, pero pienso fríamente dicho deseo y más que lo que su nombre refleja, debería ser algo normal. Vivir mi vida a tu lado no debería ser un deseo, debería ser una realidad. Y para eso solo hay un paso. Y yo no puedo darlo.

El avance del tiempo no hace más que inundar mi mente de pensamientos. No puedo dejar de pensar. Es una enfermedad que me consume por dentro, como la carcoma devora la madera. En mi mente se dibuja tan fácil nuestra felicidad que es un poema de desdicha pasar las noches en solitaria compañía. Tan sencillo como coger un racimo de uvas de una cepa es pasar inadvertida para siempre en la situación que te encuentras. Tan sencillo como arrancar la sonrisa de un niño es recuperar tu felicidad perdida. Tan sencillo como firmar es liberarte del yugo que te oprime. Cuando las cosas dejan de funcionar, por su propio orden son, o reparadas o recicladas. En todas las cosas esas dos funciones se dan por igual. No hay paliativos.

Los pormenores de un mecanismo que deja de funcionar por su propio orden lógico pasan a ser estudiados por un mecánico especializado que, en función de su arreglo, este lo hace viable o no. Lo mismo ocurre con los demás cosas en la vida. No somos más que organismos válidos para un correcto comportamiento ético. Si este nos falla, seremos juzgados sin razón pero nuestro conocimiento nos dictará las consignas que queramos emprender para joder a los demás.

domingo, 22 de agosto de 2010

11. Enma



Fuera hacia un día de perros. Andrés se encontraba recostado en el sofá sumido en sus pensamientos cuando sonó el móvil. Por el tono de llamada sabía que era Enma. No tenía ganas de hablar con ella e hizo caso omiso a la llamada. Cuando dejó de sonar pasó unos segundos y volvió a sonar la misma melodía. Así se repitió la misma música hasta cinco veces. Él estaba muy dolido con ella por lo que le dijo la última vez que se vieron. Seguramente ella estaría llamando para pedirle perdón o para preguntar cómo se encuentra o simplemente para saber si se le ha pasado ya el enfado. Las relaciones de pareja funcionan así; unas veces se enfada uno, unas veces otro y luego llega el consabido turno del perdón y olvida. Pero Andrés en ese momento no estaba para perdonar y mucho menos para olvidar. Estaba escuchando como la lluvia iba marcando su compás en los cristales de la ventana cuando empezó a rememorar lo ocurrido con Enma.

Fue el domingo pasado cuando ella decidió ponerse el jersey gris marengo que él le había regalado por su cumpleaños hacía ya año y dos meses. Él pensaba que el tono del jersey le haría resaltar el azul de los ojos de Enma, pero cuando vio que no se lo ponía nunca, simplemente llegó a olvidarse que se lo había regalado. Fue entonces una sorpresa para él verla aparecer con su jersey y efectivamente, le hacían resaltar sus ojos. Felices los dos, decidieron ir a la cafetería Mora a tomar un café. Allí se pidieron un café con leche él y uno solo ella. Hablaron de sus cosas de sus proyectos en común, de sus idas y venidas. Cuando se tomaron los cafés decidieron dar una vuelta por el paseo de los exiliados. Era un domingo soleado de febrero, y el sol de la tarde estaba ya despidiéndose con sus últimos racimos de luz.
Anduvieron y anduvieron por la plaza cogidos ella por el hombro y él del talle, con fugaces besos en los labios que dejaban adivinar su amor. Pensando en ello, desde la soledad de su piso, Andrés no pudo reprimir que las lágrimas empezaran a brotarles por sus ojos. Ojalá se pudiera quedar con aquella estampa, pero lo amargo vendría después.

-Tengo algo que decirte-le dijo ella con un profundo suspiro y él le contesto que esperara a que llegaran al piso, que tenía una sorpresa para ella, pero le respondió que no podía esperar más, que le estaba quemando las entrañas y tenía que decírselo.-¿Qué es lo que no puede esperar?- le preguntó a lo que ella le contestó que si recordaba la fiesta que dieron sus amigas y ella en el piso de Raquel –Ah si, la que sólo podían ir mujeres- le interrumpió él y ella continuó diciendo que si, que era esa, solo que le había mentido, que no era sólo de mujeres, que fueron unos chicos que conocía Raquel y Laura. –Ah, así que me mentiste- dijo en un tono grave Andrés y ella se quedó un instante mirándolo y le preguntó muy seria que si sabía que le quería mucho que él era el amor de su vida, a lo que él contestó –No sé a qué viene todo eso. Enma le aclaró que venía a que se emborrachó y folló con uno de aquellos chicos. De pronto él se quiso morir. Le dijo que le dejara en paz y que su historia se había acabado. Y se fue.

Otra vez sonó el móvil con la melodía de Enma. Y Andrés se quedó mirándolo y volvió la mirada hacia la mesita donde tenía la lamparita del salón. En ella había una cajita negra que escode en su interior la sorpresa que le iba a dar el domingo a Enma. La coge, la abre y saca de ella un pequeño anillo de pedida. Lo observa durante un rato y lo vuelve a meter en la caja dejándola nuevamente encima de la mesita. Bueno, ella se lo pierde, pensó.

viernes, 20 de agosto de 2010

M'accusez



Me acusan de que mis relaciones van a durar un suspiro. Me acusan de haber sido un borracho. Me acusan de haber ido de putas. Me acusan de haber jugado a las tragaperras. Me acusan de haber sacado dinero de la cuenta corriente destinado a pagos. Me acusan de haber dicho si cuando quería decir no. Me acusan de no ser consecuente de mis actos. Me acusan de no haberme muerto. Me acusan de no haber llorado lo suficiente. Me acusan de ser un mamarracho. Me acusan de ser infantil. Me acusan de ser ingrato. Me acusan de ser racista. Me acusan de ser un destroza matrimonios. Me acusan de ser vago. Me acusan de no saber nada. Me acusan de ser parcial. Me acusan de ser ateo. Me acusan de no pagar mis deudas. Me acusan de ser inmaduro. Me acusan de enamorarme con facilidad. Me acusan de tener la polla pequeña. Me acusan de tirarme pedos. Me acusan de decir verdades como puños. Me acusan de ser un desgraciado. Me acusan de ser un bufón. Me acusan de ser un perdedor. Me acusan de ir contra corriente. Me acusan de no profesar ideología alguna. Me acusan de tener pocos amigos. Me acusan de no predicar con el ejemplo. Me acusan de ser paciente. Me acusan de padecer muchos males. Me acusan de tener hijos. Me acusan por no llevar anillos. Me acusan por ser innecesario. Me acusan por ser hijo único. Me acusan por abusar de mi polla cuando me place. Me acusan de haber sido un cornudo. Me acusan de no ser celoso. Me acusan por no sentir dolor cuando al dolor físico se refiere. Me acusan por aguantar el dolor cuando es irremediable. Me acusan de tener suerte. Me acusan de ser feo. Me acusan de ser rebelde. Me acusan por ser transparente. Me acusan por padecer de mal de amores. Me acusan por querer a manos llenas. Me acusan por lamer coños. Me acusan por saber besar como nadie en este mundo. Me acusan por saber que te quiero con locura. Me acusan por ser sincero con el que me cae mal. Me acusan por dejar de dirigir la palabra a quien me ha dejado de interesar. Me acusan por no creer en barreras. Me acusan por cagarme en Dios. Me acusan por saber cocinar. Me acusan por sentir que cada vez estás más confusa. Me acusan por saber hacer las cosas bien. Me acusan por haber sido un mendigo en una parte de mi vida. Me acusan por escribir bien. Me acusan por haber follado poco. Me acusan por haberme retirado cinco veces el permiso de conducir. Me acusan por estar fichado. Me acusan por haber dejado que me pegaran. Me acusan por haber destrozado los servicios masculinos del antiguo Atenea. Me acusan por haber conseguido dos besos del cantante de Glamour to Kill. Me acusan de haber perdido la virginidad a los veinte años. Me acusan de ser infiel. Me acusan de escuchar mucha música. Me acusan de ser raro. Me acusan de no saber lo que quiero. Me acusan de ser inteligente. Me acusan de tener un coeficiente intelectual de más de 140. Me acusan de pertenecer al selecto grupo que odia la televisión. Me acusan de gustarme la lectura. Me acusan de adorar el cine. Me acusan de correr con el coche. Me acusan de querer con locura a mis hijos. Me acusan de no demostrar lo que siento por mis padres. Me acusan de ser un loco destinado en un mundo de lunáticos. Me acusan de haber enamorado a jovencitas. Me acusan de ser un ser abyecto. Me acusan de tener malas ideas. Me acusan de ser buena gente. Me acusan de ser torpe y manco. Me acusan de no tener control. Me acusan de ser un entregado. Me acusan de no saber escuchar. Me acusan de sentir pasión por la vida de los que me rodean, pero no por la mía. Me acusan de no tener entrañas. Me acusan de no tener respeto. Me acusan de no sentir reparo por nada. Me acusan de ser manipulador. Me acusan de ser irrespetuoso. Me acusan de haber tenido una enfermedad de contagio sexual. Me acusan de no saber enfrentarme a mis miedos, Me acusan de no tener personalidad. Me acusan de necesitar el apoyo constante de alguien. Me acusan de ser un dejado. Me acusan de tener complejos. Me acusan de centrarme poco en mí. Pero sabéis lo que os digo, que me da igual de lo que se me acuse. Mi vida me pertenece y la viviré según mis criterios. Punto y pelota.

jueves, 19 de agosto de 2010

¿Libertad?



¿Creéis que somos conscientes de todo lo que nos rodea como un absoluto? ¿Acaso las cosas no son más que objetos inanimados sin mero objetivo que el de su concepción? ¿Sobran las palabras cuando los amantes se miran fijamente a los ojos? Estas son meras cuestiones con infinitas respuestas. Los análisis de los componentes arbitrarios de todo los que nos une no hace más que plantearme una serie de dudas que más que cuestionarme a mí mismo como persona me lleva a plantearme una concepción más allá de toda regla conceptualizada. Las pautas que nos lleva a seguir todo patrón establecido no es más que un signo de debilidad de nuestra condición humana. Deberíamos rebelarnos de todo yugo que nos oprime y sentirnos libres de una vez por todas. Libre es nuestra concepción y así es como deberíamos seguir. Pero soslayan nuestra condición desde los primeros conatos de respiración ya que a partir de contar con nuestra impronta en un registro, ya estamos fichados. Ese es el primer paso de nuestro aborregamiento procesal. Todas y cada una de las condiciones que a partir de nuestro inicio en el desarrollo de un posterior comportamiento personal va ligado a una serie de doctrinas que nos quieren implantar desde varios frentes. Todos los medios son válidos, ya que el fin es lo que importa, y no es otro que tener subyugada tu alma por toda la eternidad. Los intereses creados alrededor de todo imperio siempre ha sido la codicia. Desde ella ha cristalizado todo empuje hacia la creación de lo que podemos denominar un punto de inflexión en todo desarrollo cultural. Los influjos de ambos paradigmas van tan paralelos que solo han de pensar por ejemplo como se desarrolló la fórmula e=mc2. No soy tan aventurado al predicar mis consignas como se puede pensar. Juro y perjuro una cosa. Cuando escribo no sé qué tema voy a tocar. Los dedos van por libre sobre las teclas y adelantados a lo que piensa mi cerebro. Sé que suena raro, pero es como si pensaran ellos antes que yo. Luego leo lo escrito y me sorprendo a mí mismo viendo que tiene sentido todo lo escrito. Es como si una fuerza me llevara a escribir algo sobre lo que no tengo consciencia. La paradoja de todo resultado irracional pasa a ser que todo el sentido de la grandiosidad de lo cercano se da en medios que resulta del todo extraño dentro de un círculo conceptual. Todos los ciudadanos que se creen libres pecan en exceso pues no es más que algo irracional dentro de sí mismo. Al estar provisto de un número identificativo ya está etiquetado como producto dentro del estado donde esté registrado el individuo. Seguir una serie de consignas no es más que asegurarse la profundidad de ese sujeto dentro del sistema. Todo encuentro con la ideología que predique tal o cual partido o sector no es más que demostrar que sin ideales no se es persona. ¿Acaso somos más vacios si no nos identificamos con nada? Por supuesto que no, para llegar a ese estado has de ser consciente de todo tipo de ideologías que existen, conocer todo tipo de creencias que se han podido demostrar a lo largo de la evolución humana, ser consecuente con todos los avances humanos en materia de desarrollo y tecnología, ser sabedor filosofal y cultural. Para ser un ideólogo de la nada has de ser un conocedor del todo. Por eso a mí personalmente me produce pavor todo lo que acontece al desarrollo de mi historia, los siglos que estoy viviendo. Es complejo conocer que cada uno de los políticos que nos han de representar son más inútiles uno del otro. Cuando se supone que ese debería ser un trabajo ingrato e impagado, un trabajo que nadie debería querer hacer pues nadie debería querer asumir tanta responsabilidad, se dan de ostias por ocupar los puestos de gobierno. Es vergonzoso respirar tanta hipocresía, tanta verdulería, tanta desfachatez. Es ilógico pensar que una sola persona pueda disponer el poder de crear una guerra si las corporaciones así se lo requieren. En el fondo todo se resume a una mera cuestión. A que no somos más que unos fichados dentro de un sistema codicioso gobernado por impresentables. Punto y pelota.

Las cosas son como han de ser



Hoy la providencia me ha acercado un poco más a ti, pero las circunstancias han hecho que lo que se prometía venturoso no haya durado ni un suspiro. Duele hasta el infinito no poder asimilarte del todo, pero es algo que tengo del todo asumido. Las conjuras han delimitado todo lo posible que nuestra pasión se beba en chupitos, y los nervios iniciales solo nos dejan paso a unos besos que nos saben a mucho pero no quedan más que en el preámbulo de algo más profundo. Hoy Caronte te ha buscado en todos los suburbios y no ha parado hasta que has dado señales de arritmia. Los caducos amores son los más pesados, de eso se bastante pues los he sufrido en carne viva, pero no por ello son más deplorables, sino más insoportables. El otoño se nos presenta de colores taimados pues no me sorprende que tras la tormenta venga el huracán. No son buenos presagios los que nos esperan, y precisamente yo soy el que menos me he de quejar pues juego al solitario. Tú estás en una partida enfrentada en constante tensión para que no te derriben la reina en jaque mate. Los celos han entrado en tu vida cuando no tenias constancia de su existencia, y si me permites la osadía, te diré que son inmerecidos e innecesarios, pero en un hombre que su mayor gallardía es su egoísmo es su punto flaco. Hoy cuando juntamos nuestros corazones, latían al unísono, clara muestra de que estamos perdidamente enamorados. Nuestros fugaces besos sabían a las cosas que tan ricamente prepara una madre y tu olor se me ha quedado impregnado por todo el cuerpo embriagándome por completo. Y todo ello en unos frágiles segundos. Rozar tu cuerpo me ha servido para hacer un dibujo de tu silueta en mi mente y rozar tu cuello para sentir tu frágil esencia de mujer. No sé si mis palabras pueden hacerte comprender todo lo que siento por ti, pero es la sensación de ver flotar mi cuerpo por encima de mí y notar como mi alma a su vez se desintegra en mil pedazos intentando unirse por completo a ti. Todas las sensaciones que me creas son pocas para lo que describo. A veces siento como si fuera desnudo por la playa y quisiera de pronto introducirme en el mar, que eres tú, y andar y andar y andar y andar y andar y dejarme engullir por ti en mil oleajes de verde mar. Otras veces me noto descalzo pisando el mullido césped de un monte solitario y a lo lejos te observo mecida por la brisa y no deseo más que llegar a tu lado para fundirme en un apasionado beso contigo. Otras veces te observo conmigo en la cama dormida y simplemente me quedo ensimismado viéndote dormir, el ritmo de tu respiración, como se mueven tus labios, tu nariz pequeña y pizpireta, tus preciosas pestañas, tu pelo cayéndote sobre la frente, tus perfectas orejas, tu refinado cuello, tus pequeñas cejas, tu linda cara, tu escultural cuerpo. No es que te quiera mucho, es que estoy locamente enamorado de ti, y eso se me ha de notar de alguna manera. Es verte y se me pone una sonrisa de oreja a oreja que es una bendición por tu parte. Todo esto siento por ti, pero hoy ha llegado un ángel y me ha puesto sobre aviso. Me ha dicho una cosa que, la verdad, me ha hecho pensar mucho. Es bueno saberlo pues me ha cambiado por completo los planes, y no son otros que me voy a quedar como estoy. No hay más. Esta es la realidad pura y dura. Así son las cosas. Más no puedo hacer. Cuando el miedo prima por encima del corazón y te tienen tan controlada que no te dejan ni respirar, no hay más asunto que dejar las cosas como están. Y yo prefiero verte tranquila a verte perseguida. Y te van a hacer la vida imposible, lo sé. Y van a ser todos contra ella, ya me lo han dicho, no va a encontrar más apoyo que el mío y el de mi familia, y no sé si lo va a querer. Es mucho apostar para tan poco caballo. El jodido ángel ha sido demasiado franco. Las cosas no son como deberían ser, son como han de ser.

miércoles, 18 de agosto de 2010

El amor puede ser



El amor puede ser apasionado, pasional, apaisado, racional, pasiego, rasero, trasiego, trasero, vicioso, llanero, de llavero, irracional, mezquino, butanero, silábico, trifásico, salido, putero, callado, calado, trillado, pernicioso, psicológico, malogrado, bienhechor, malhablado, pensante, punzante, trolero, trilero, tripero, académico, surrealista, cinéfilo, submarinista, cocinero, desafiante, doloroso, rococó, belicista, pacifista, duelista, maquillador, silbador, fullero, dulce, salado, amargo, triste, lloroso, cantarín, bailarín, ladrón, cachondo, soso, pecador, pecoso, mocoso, fresco, bifásico, alquimista, comilón, comodín, cómodo, apático, teatrero, bufón, trigueño, ufano, solitario, multitudinario, ocioso, bergante, pescante, picante, satánico, angelical, andante, romántico, inmaculado, racial, oblicuo, pesado, musical, operístico, salino, gratuito, caro, apocalíptico, mentolado, fumador, bebedor, ludópata, ácrata, facha, comunista, congresista, acaramelado, ciclista, senderista, sentado, triangular, cuadrado, circular, futurista, presente, pasado, paisajista, tribal, carnal, fraternal, animal, bestial, pluvial, cubista, propagandista, pop-art, folletista, puntillista, impresionista, expresionista, ferroviario, alternativo, indie, molinero, estampista, pesado, liviano y millones de cosas más. Vivimos por y para amar, eso es un hecho. Desde que nacemos y nos pegamos a la teta succionando leche materna ya estamos locos de amor por ese dulce pezón que nos suministra tan delicioso néctar. Conforme vamos creciendo nuestro amor va adquiriendo un cariz más fraternal ya que ellos son los que nos lo dan y a ellos se lo damos. Crecemos un poco más y según nuestra orientación nos vamos enamorando de la niña o el niño que más caso nos hace en esos primeros planteamientos que tenemos en la vida sexual. Luego crecemos y las hormonas se nos revolucionan y nos enamoramos como pardillos cada fin de semana y dura el amor lo que dura los desencuentros del cambio de voz. Las endorfinas sobrevuelan a sus anchas por todo el universo y uno las va respirando por allende que pisa, sintiendo como sus efluvios van elevando más de un pijo y un carajo. En estos momentos enamorarse para toda la vida es un absurdo, y los novios que llegan a casarse, son carne de divorcio seguro, pues la necedad del casamiento no es más que una segura prueba de que lo que a continuación sigue es la definición de la más completa de las rutinas. La química, si alguna vez existió, dejó su cometido mucho antes del bodorrio, así que las rúbricas posteriores son tan válidas como las del divorcio. Enamorarse por definición tiene su verdadera condición pasada la treintena, que es cuando la química en verdad sabe apreciar los verdaderos olores del combo belga.

Una de las cosas más traicioneras que tiene el amor es que cuando más quiere que suceda, menos se da y viceversa. Pongamos por ejemplo una persona que tiene cubierto el amor pero lo siente como una rutina. Por avatares del destino conoce a una persona que desde una distancia prudencial le promete el oro y el moro. Esa persona, embriagada de pasión, cree a pie juntillas lo prometido y sopesa si irse a la lejanía junto al que siente como el amor de su vida o seguir junto a la segura rutina. Se calza el 45 y se va al lado de los poemas de amor, de la escribanía de pasión, de las huellas de un sin ti no puedo vivir, sin ti no puedo sentir, sin ti no puedo respirar, sin ti no puedo elucubrar, sin ti no puedo eyacular, sin ti no puedo pensar, sin ti estoy perdido, ni contigo pero sin ti. Pero eso último se le olvidó escribírselo antes de ella partir a sus brazos que un día escribieron lo que tanto la amaba y otro día se estrecharon porque desde la lejanía es fácil decir mil veces te quiero pero cuando hay una cercanía es difícil mirar a los ojos y sentir que la quieres cuando a quien más quieres es a ti, cuando nunca has dejado de quererte, cuando no eres más que un hedonista que no ve más allá de sus propios ojos, cuando se tiene tan poca alma que ni siquiera le sirve para un te quiero dicho por propia voz. Es una lástima, es una pena y es un sentimiento que me aprieta la misma garganta y oprime mi lastimado corazón cuando alguien sufre tanto por un amor inexistente. Yo ahora mismo estoy enamorado y puedo decir sin animadversión que lo estoy con locura, pero en mi he reservado un 10%, una pequeña parcela intacta en mi corazón solo para mi, que no se vea dañado, por si algo falla, que ojala no falle nada, pero todo puede ocurrir en esta vida, si algo falla, que ese diez por ciento me sirva para empezar de nuevo. Hace tiempo lo daba todo por amor y me deshacía por completo, perdía toda mi energía vital, me quedaba hecho una piltrafilla, incluso me intentaba suicidar, pero eso pertenece al pasado. Ya he crecido no solo como persona, sino psicológicamente hablando. Y es ahora que se enfrentarme mejor a las cosas cuando me veo mejor preparado para darlo todo por alguien. Quiero amar, pero amar sin paliativos. Coger a la persona con la que voy a pasar el resto de mis días y sorprenderla todos ellos, hacerle reír, hacerle cosquillas en la cama, prepararle el desayuno, la comida, la cena, hacerle el amor todos los días, regalarle cosas cuando menos se lo espere, sonreírle siempre, beber de su entrega, sentir su fragancia, oler su pelo, rozar su cuerpo, brindar con su alma, amar su circunstancia, quererla por encima de todo, besarla como si fuera la primera vez, abrazarla y sentir como late su corazón, pero por encima de todo, beber las aguas por ella.

martes, 17 de agosto de 2010

Mis pajas y yo



Hoy he descubierto a una gran dama de la canción francesa gracias a una buena amiga. He estado buceando por Youtube viendo algunos de sus videos y la verdad es que tiene una voz que quita el sentido. Me refiero a Lara Fabian, de la que ya he puesto a mi servicio de bratvas en busca de toda su discografía. Los bratvas son mis mafiosos rusos que tengo en nómina para cuestiones legales. Para las ilegales cuento con Hassan, un morillo la mar de apañado. En fin, que hoy voy a hablaros de técnicas sexuales, así, como si fuera la Lorena Berdum, pero en plan colegueo y sin tabús. Yo ahora mismo practico sexo con alemanitas. Si, lo confieso, soy un pervertido, pero es que me ponen mucho. Las veo y me pongo palote. Me da igual su ideología, que sea de izquierdas o de derechas, aunque a veces la de izquierdas es más complicada, cuestión de tacto y costumbres. Pero me voy apañando bien. Y no creáis que son escasas, que va, todo lo contrario. Yo siempre tengo dos a mi entera disposición, que a su vez me llevan a una placentera deposición (¿han visto, astutos lectores el sutil juego de palabras que me he marcado? Uno que vale) Y no vayáis a creer que es aburrido hacerlo siempre con ellas, que va, ni mucho menos. Cuando no hay otra cosa que llevarse al pijo, uno recurre a la imaginación: Ahora más brío, ahora la mojo y parece que me la están mamando, ahora más despacio, ahora con los slips puestos y parece un chocho reseco, ahora me las unto en aceite y parece un chocho corrido y mil cosas más, la imaginación no tiene límites. Que si solo la punta del carajo, que si solo las pelotas, que poner la mano en uve y por encima de arriba abajo, que si frotártela con las dos manos, que si solo con cuatro dedos…. Infinito más uno. Y luego está el espectáculo de correrte. Ver la longitud a donde llega el esperma, con que intensidad sale, que grosor, cuanta cantidad, pasar la fregona y listo.

En otro orden de cosas, estoy más a gusto solito en casa que el copetín. Puedo pasear en bolas si me da la gana, de hecho lo hice cuando me duché y fui a vestirme a mi dormitorio. Oh, que placer. Ducharte con la puerta abierta escuchando la música del Pc, que maravilla. Dar de cuerpo con la puerta abierta, expandiéndose así los olores y no tragándotelos todos, que satisfacción. La vida perfecta es la singular. Esto me recuerda una frase de un ilustre pensador, D. Antonio Jiménez Jiménez: “La soledad en si es la perfección de la unidad por el placer de la singularidad”

lunes, 16 de agosto de 2010

Absurdas frases absurdas



Sobre un edificio maquillado un gran león está mascullando la idea de procrear las vidas de los saltos de mata que tan estipulados están por verbigracia de la señora Amparo. No somos más que alcachofas en un lúgubre pantano malva que se parece a los dibujados por Leonard Cohen en cada grito de amargura que traslada en cada cuarto. La excavadora quiso trasladar los túneles de golfo piramidal hacia la calle recoletos pero vio su empeño fraguado por los trigales tribales de los Aparahoes que con un simple tiro de arco iris reventaron la fragata traselina. Nos acordamos de los versos huesos conversos por una sencilla razón: son los más blandos de roer. En Arkansas la tripulación del cabaret quiso dar por terminada la temporada con una función dirigida al delfín del mar salino, pero cuando se dieron cuenta que no podría pagar su asiento, decidieron dar por acabada la unción. El cantante en bolas tuvo tanto éxito porque en cada actuación eran tres las bolas que enseñaba. La madriguera del señor corsario estaba tan limpia por mucho que ensuciara que decidió no limpiar más y cada día que pasaba la fregona se preguntaba el porqué estaba tan limpio si no hacía más que ensuciar. Los cocodrilos del acerado de palm summer están tan acostumbrados a servir de sandalias que su oficio es ser ovidio. La radio que siempre sintonizaba el señor Jiménez se parecía tanto a radio Mariana que de tantos rezos paso a ser radio Ración. Los seres que inventó el escritor Singmung Flato no es que fueran enanos, es que los denominó nanos para que la historia tuviera una controversia dentro de la Rusia anglosajona del siglo IV, dominada por las Hurdes de los Cuatro. Los tres silbadores triunfaron en todo el mundo con la Asia de “Non per molto correre tu e Io men quedare a due velares”. Se ha descubierto que los trogloditas no se llamaban así en aquella época, sino que eran conocidos como cualquier hijo de vecino. El gran prestidigitador López del Vellorín una vez que se quedó en el paro le salió un trabajo de agitador. Él, en buen cumplimiento de su trabajo estaba ocho horas diarias agitando botellas de refresco viendo si tienen burbujas. Como el sueldo era una patochada, se buscó un trabajo por horas como animador de actor porno. Su trabajo consiste, al igual que en la refresquera, en agitar la mano en el miembro del actor para ponérselo en condiciones para la toma en la película. Decir que gana más con las horas que con el trabajo a jornada completa, pero a López del Vellorín no le llena eso de dar a la zambomba. Los apasionados en realidad no son más que dos personas atraídas por sesiones de palo y raja. Aunque hay otras variedades que se dan también, de palo y agujero y raja y raja, entrando aquí en juego el pega sellos o un palo de goma. Los aristócratas cuando se enteraron que el monóculo llevaba tan pintoresco nombre en su objeto, decidieron limpiarlo con papel. Hace tiempo las lavanderas se ponían a lavar en el río con tanto escote no para que se pajearan los mozos del lugar, sino para que sirviera de inspiración al inventor del buzón. Hace trescientos años se pensaba que lo erótico era los tobillos porque se estaba en la creencia de que ellos daba la medida justa para tapar el ojete, y ya se sabe, no hay mayor placer que un cipote tieso y un ojete preso. Hace tiempo se estaba en la creencia de que la mujer en casa y el hombre en el trabajo. Hoy día eso es imposible por lo irrisorio de los sueldos y por cuestiones de dignidades y otras sutilezas. Pues bien. En 2009 una señora de la limpieza haciendo uso de su quitapolvos cayó en la cuenta de que una araña le estaba hablando en arameo. Lo sutil de todo era el idioma, ya que si hablaba en aracago, si que hubiera sido la hostia. Por un momento pensó y se la metió en el bolsillo para llevarla a la televisión y ganarse unos eurillos con ella. Se presentó en Telahinco ante Belén Estébanez y se la enseñó. Esta última pegó un grito de espanto y la espachurró. Llamó a sus abogados y le calló una multa tan gorda a la limpiadora que se tuvo que buscar otro trabajo extra, Trabaja maquillando prepucios de actores pornos a doce euros la hora. Y me despido con una frase sobre los hongos: “Si ves que de un hongo no sale un enano y está en tu pie, posiblemente seas un guarro”.

Quizás lo conozcan



Llevo una hora y media sumido en mis pensamientos. A veces me gusta sentarme y sumirme en ellos pensando que rumbo tomar mi vida. Tengo una cosa clara, y es que como dice alguien muy importante en mi vida, no me da la gana olvidarme de ella. Entonces he de pensar como seguir con mi vida sin que las cosas me afecten mucho y sin hacerle más daño que el que le esté causando. Y la única solución que veo es aliarme con mi paciencia y dejar los días pasar. Por ella soy capaz de nadar el Himalaya, ya se lo he dicho. Si soy capaz de eso, soy capaz de esperar todo el tiempo que haga falta. Como si hacen falta cinco o seis años, da igual. Los asumo, los espero. Como si se ven multiplicados por diez. Los espero. Prefiero la muerte en soledad antes de verme en brazos de otra mujer. Y no hablo por hablar, hablo consecuente con lo que he escrito. Una vez probé el agua, tenía meses y me gustó tanto que sigo bebiéndola 39 años después y seguiré hasta mi muerte. Pues lo mismo me ha pasado con ella. He sentido su amor y no quiero que nadie más me quiera. Es una simple cuestión de prioridades, y la mía pasa por estar a su lado, pese a que no lo esté nunca. Sé que suena contradictorio, pero cuando se quiere a alguien con esta intensidad huelga decir que se es capaz de escalar el Pacífico.

En otra orden de cosas, voy a seguir sumido en mis anteriores tareas. Voy a continuar mi anterior vida, que se vio un poco truncada con esta serie de acontecimientos. Esta semana han venido familiares de fuera y están en casa de mis padres con ellos, así que tengo el piso para mi solito durante toda la semana. Aprovecharé y pondré un poco de orden en mi caos habitual. Retomaré mi interés por el cine y seguiré escribiendo, ya que noto como me cuesta cada día más ponerme a ello.. Hace tiempo que los de la isla tuerta me reclaman un relato, y he de hacerlo, así como continuar con la novela, poesías y demás. He de ejercitar mi escritura, ya sabéis. Desde que cambié el título al blog tengo más visitantes, ya solo falta que me comenten las entradas, en fin, poco a poco.

La familia de fuera me ha encontrado muy bien, eso quiere decir que la depresión va bien. Parte de culpa tiene los recientes acontecimientos ya que es verdad que desde que estoy enamorado me encuentro más altivo, pese a estar quejándome casi todo el rato, pero realmente lo hago sin justificación, porque en los tiempos que corren que alguien te quiera incondicionalmente es un motivo para comerte a besos a esa persona por siempre jamás. Yo soy del tipo osito de peluche tamaño King Size. Saco la lengua, extiendo los brazos y ando de un lado a otro tipo Fraga y parezco un monigote a pilas. Muchas mujeres me han dicho que soy muy fácil de querer. Otras en cambio que soy fácilmente odiable y la inmensa mayoría que ni chicha ni limoná. Todo es conocerme. Yo creo que soy del primer tipo, pero claro, estoy en pleno proceso de recuperación terapéutica y me dicen las psicólogas que me tengo que querer más y verme más atractivo, o sea, aprender a soportarme más y no ver solo los defectos. Así que ya sabéis, soy un bombón de los que no se derrite y que por más que los chupes, no se gasta.

Sigo con mi manía de escuchar música a todas horas. El blog musical va de puta madre y aunque son muy pocos los comentarios que recibo, todos son del tipo de enhorabuena por tu blog es magnífico tanto de estilo como de contenidos. Y es que un blog con ocho entradas diarias diferentes encuentras pocos, y eso se ha de valorar. Mi trabajo me cuesta encontrar diariamente tanta música, pero mira, eso que me tiene entretenido, y, a resumidas cuentas, para eso cree el blog, para tenerme entretenido. Para quienes aun desconozcan la dirección, es la siguiente: http://polonius.lacoctelera.net/

Bueno, hoy no me quiero despedir sin una frase que trata sobre el amor: “El amor no solo es la savia de la vida sino que es el alimento de la razón” El autor es un tal capullo llamado Antonio Jiménez Jiménez. Quizás lo conozcáis.

domingo, 15 de agosto de 2010

Lo mejor es darme de lado



Si un día me dieran a elegir que camino escoger a partir de este momento, indudablemente elegiría seguir a tu lado incondicionalmente a pesar de todas las barreras que se nos puedan presentar, pero ya sabes que no depende solo de mí esa decisión. El mañana se nos presenta difícil dentro de que das por sentado un miedo irracional por el qué sucederá, y no es más que una consecuencia lógica de todo lo que tienes entre manos. A nadie les gustan las verdades, máxime cuando ellas son de la índole de cuestionarle más allá del amor propio, pero si realmente quiere curarse ha de mirar por dentro de su ombligo y darse cuenta que no es el centro del universo ni que su circunstancia ha de danzar a su alrededor, sino que es un ser más de esta orbe que nos engulle día a día a la que debemos sustentar su centro para que gire sobre su propio eje. El problema no es una cuestión filial, eso te lo seguro. Si utiliza vuestro hijo como arma para haceros daño a ambos, ya te aseguro que su propio entorno se encargará de ponerlo en su sitio, y no, no puedes cargar con la responsabilidad de que por esta cuestión se dé a la bebida de nuevo, ya que sería buscar una escusa para seguir viviendo su vida como le da la gana, sin afrontar los designios de cara. Debes vivir tu vida de una vez por todas, se lo debes a tu familia y a tu hijo, pero por encima de todo te lo debes a ti. Querer erradicar un mal endémico es como empeñarse en curar un cáncer terminal. Todos los esfuerzos son vanos. Hay que centrarse en lo poco que queda de vida y encontrar una solución antes que el mal se expanda más. Todo lo que puede pasar es que se genere más odio entre vosotros y la cosa termine peor. Sé que no debería meterme en medio de vuestra relación, pero es que me veo impotente ante una situación que cada día que pasa me importa más. No quiero ser el tercero en la relación, eso lo tengo más que asumido, pero si es verdad que no quiero que sufras. Esta tarde te escribí un sms diciéndote que si puedes te olvides de mi porque asumo que esta vida quiere ponerme difícil el ser feliz. En serio, si ves que no puedes resolver tu propia vida no quiero complicártela más. Sé hasta donde puedo llegar, pero eso es algo que también requiere su dedicación. No te echo en cara nada, no te equivoques, al revés, te facilito las cosas. La frase anterior me la aplico a mí. Estoy acostumbrado a la soledad y a que no me quieran que, la verdad, ahora mismo sentir tu amor es algo que me abruma y me encanta, pero si no puede ser, lo asumo. Antes me dijiste que no quieres perderme, ni quieres ni puedes o algo así. No se trata de eso, cielo, se trata de que la vida a veces no está hecha para dos, aunque esos dos si estén hechos el uno para el otro. Sé que la vida es capaz de reunir a una persona de Nueva Zelanda con otra de Dinamarca si realmente están los dos para ser uno, pero hay cuestiones que se escapan a toda lógica porque entran en juego los cuerpos astrales. Todo está escrito. Yo tengo en mi familia un asunto que aun no está cerrado, y es la muerte prematura de una hermana por parte de mi madre y el hecho de que mi abuela se fugó con mi abuelo con la desaprobación de sus padres. Esos hechos no están cerrados y son los culpables de que en mi familia seamos propensos a las depresiones. El caso de mi tía muerta es que no quiere que ninguno de sus sobrinos seamos felices. Un día te contaré todas las desdichas de mis primos hermanos por parte de madre. Te hablo de esto con la seguridad de que me vas a tomar por loco pero te lo digo en serio. Ese portal lo hemos de cerrar con una regresión y pidiéndole que por favor se apiade de nosotros, que no tenemos la culpa de su muerte. Hasta entonces seré un desgraciado y todos los que se acerquen a mí también lo serán. Lo siento, yo no tengo la culpa.

Te puedo aconsejar todo lo bien que sé y sobre todas las cosas que la vida me ha ido enseñando, pero si te soy sincero, veo los días pasar y cada vez te veo peor. Lo digo en serio, Lisset posiblemente me hable del caso. Lo mejor es darme de lado.

sábado, 14 de agosto de 2010

Maldita la mente mía



No sé por qué no me siento inspirado ni fresco ni con ganas de escribir ni de realizar nada que me suponga mayor esfuerzo que el moverme de la cómoda postura de estar con los pies encima de un televisor mientras estoy sentado en mi sillón sin hacer más cosa que dejar pasar el tiempo mientras como mucho estoy escuchando música. Si, la vida siempre se encarga de darme una de cal y otra de arena. Si hace un par de días tenía motivos más que suficientes para estar eufórico, ahora me encuentro otra vez sumido en la dejadez más absoluta. ¿Por qué? Muy sencillo, he pasado de tener un contacto diario y casi permanente con alguien muy importante en mi vida a uno casi inexistente por avatares del destino. Siempre me pasa lo mismo. No sé qué cojones he tenido que hacer en esta jodida vida para que la felicidad perenne me esté negada. Estoy puesto en una constante prueba de paciencia en la que mi mayor virtud se ve mermada por los designios de tan inconstantes cambios de rumbo. Y no me quejo por vicio, no se vayan a pensar eso ni por un instante, me quejo con toda la razón del mundo. Si yo estuviera en el otro bando, ya hubiera cambiado todos los muebles de sitio, pero mi desventura se ve envuelta en que en esta relación no puedo hacer por ahora más que aconsejar, y tengo la sensación que lo hago en oídos sordos. No digo que no acepte todo lo que le aconsejo, solo digo que si está buscando que otros den el paso, lo hace en balde, pues yo conozco de sobra el problema y lo más fácil para un dependiente es dejar las cosas como están. No debería ser tan franco ni hablar tan a la ligera sobre lo que me acontece, pero tengo la necesidad de exclamarlo por alguna parte, ya que si lo dejo dentro de mí, corro el peligro de que se me enquiste como un tumor y necesite una operación para ser extraído. Tengo la horrible sensación de que todo lo que me pasa no es más que las mismas vueltas que da la vida a mi alrededor, otro escenario, otras personas, pero los mismos frentes y las mismas actuaciones, los mismos problemas y las mismas desesperaciones. Lo digo en serio, es jodidamente horrible. ¿No puede la vida reinventarse ella misma? ¿No puede sorprenderme por una jodida vez esta vida? Tengo 39 años y la desdicha de sentir que no me queda nada nuevo por vivir, que ya lo he vivido todo, que lo que me queda va a ser un refrito de todo lo acontecido anteriormente. Esto no puede ser, así no tengo ilusión por nada, no me la puedo hacer, porque estaba ilusionado por algo que se ha venido abajo cual castillo de naipes con un simple soplido. Debo ser sincero conmigo mismo y hacerme ver hasta dónde puedo llegar, hasta donde puedo sentir, que puedo esperar de los demás, que puedo dejar entrever de mi. Quizás mi problema sea que no me abro lo suficiente, que ni siquiera con cuatro abrazos transmita todo el amor que siento. Quizás esté equivocado. Quizás espere más de las personas. Un fallo que tengo es que pretendo que me amen como yo amo. Y es un disparate pretender eso de alguien que ni siquiera se ha planteado si lo que siente por mi es amor. Siente una serie de necesidades, pero no sabe nombrarlas. Puede que su voz a través del teléfono no transmita lo que realmente siente. Puede que interprete un papel para no preocuparme. Pero yo siento que sin ella me falta la vida, y eso no lo siento en ella. ¿Me habré precipitado otra vez? Puede. Puede que otra vez me haya precipitado dejando entrar a mi vida a alguien esperando más y resultando menos. Esto de pensar tanto no es bueno, a la larga hace resentirse las cosas. Pero es que por desgracia soy así. No lo puedo evitar. Si hubiera un botón de apagado para evitar pensar, sería el primero que lo utilizaría. Pero por desgracia no somos tan perfectos como nos presuponemos. Intento leer para desviar mi atención de estos asuntos, pero de cuatro libros que tengo empezados, ninguno consigue abstraerme lo suficiente. Cuando me doy cuenta que estoy en mis pensamientos, he de volver atrás en la lectura hasta que recuerdo un punto de la lectura. Y el cine, ídem, y la música mejor ni hablemos. Hasta que no resuelva de una vez esta situación, creo que seguiré con mis pesares. Maldita mente la mía.

viernes, 13 de agosto de 2010

Sólo sé que lo sé



Quisiera que de mi alma surgiera un espolón que sirviera para embestir todas las adversidades que están sumándose a nuestra incipiente relación. Quisiera expresar con palabras toda la impotencia que siento por no poder hacer nada, por no poderte rescatar de tan monótono naufragio, pero has de ser consciente que si por mí fuera no hubiera bastado con cuatro apasionados abrazos, sino que la ternura que aun me queda por compartir contigo se ha de manifestar de manera limpia, sincopada, altruista y frágil. Me queda toda una vida que pasar a tu lado si me das esa oportunidad y, de hecho, no voy a dejarte escapar sin más lucha que la paciencia por ver finalizado lo que no tiene sentido.

De tus palabras hacia él surge el rencor y la desidia, pues no es muy aventurado proclamar que no tiene sentido mantener lo que no tiene cabida. Recuerdo a cada palabra que pronuncias todo lo acontecido en mi primera separación. De ella sólo puedo decirte que fue de mutuo acuerdo y que todo acabo como empezó, con unas firmas. Ni por el bien de nuestra hija en común ni por el nuestro propio, sino más bien porque somos personas civilizadas, quedamos todo lo bien que puede quedar una pareja que ha convivido una serie de años en común y luego se rompe: sin más relación que el hola y adiós que dos conocido se puedan brindar cuando se ven por la calle. Así es la vida. No hay rencores ni malas palabras, por no haber, no hay nada más que una hija en común, que es mucho pero no da para más. No hay más vueltas de hoja, nadie quiere el mal de nadie. Con mi segunda mujer la separación fue cosa suya. No hay relación más que la telefónica cuando llamo para interesarme por mi hijo. Cuando nos vemos por no haber no hay ni los dos besos de rigor que se dan dos personas que se conocen y llevan tiempo sin verse. Ella me tiene rencor. Yo se lo tuve. Está nuestro hijo, y por encima de todo está la vida que sigue y sigue su ciclo y a eso nos hemos de adaptar.

Quisiera que toda tu pena durara poco y te dieras cuenta como la vida son ciclos y, como después de uno, viene otro. Has de ser consciente de ello. El por qué me he cruzado en tu vida, tiene una razón. Por qué precisamente ahora, también. Todo es una cuestión que se me escapa, pero tanto como sé que eres tú sé que soy yo, no me preguntes como lo sé, sólo lo sé.

martes, 10 de agosto de 2010

Si de un despertar pudiera



Si de un despertar pudiera soñar
y entrever que lo pasado dejó
paso a historias pretéritas con
pretensiones de borrar bajo la
espuma del mar que nos envuelve
bajo su influjo de calado territorio
diría nada más verte que es amor
lo que mi corazón siente, que es
pasión lo que mi alma por ti venera.
Desde el preciso instante que te
vi calle abajo asomando cual ninfa
de una crisálida urbe que resplandecía
por nosotros dos sus luces de dragón
quise permanecer a tu lado no por
siempre sino por toda mi vida.
Piensa en mí no como el bardo que
sus versos al viento lanza componiendo
sinfonías de alegrías por una vida
que se le antoja plena y feliz, sino
como el enamorado que por ti
construiría una ciudad que fuera
refugio de dos corazones que ya no
pertenecen a cada uno, sino que
pertenecen al otro por siempre.

lunes, 9 de agosto de 2010

10. Despedida de soltero




Oh, que bien me lo estoy pasando. Mi despedida de soltero está resultando genial. Se están portando todos fenomenalmente, no hay problemas. Y la semana que viene estaré casado con la mujer que más amo. ¿Qué más se puede pedir? Nada. Seguiré pasándomelo bien y dejaré de pensar.

-¡Por mis amigos!...

Al cabo de diez horas de aquel pensamiento…

Aggghhh, como me duele la cabeza… ¿dónde estoy?, espera, esto, esto, esto es un tren. ¡Que hijos de putas!... ¿Qué me habrán echado a la bebida? , ¿cómo me han dejado en un tren los muy hijos de su madre?, ¿cuánto rato llevaré aquí?, ¿a dónde se dirigirá este tren? Voy a buscar al revisor a que me aclare esto. ¿Dónde estará el revisor?, llevo ya tres vagones recorridos y no lo encuentro. Ah, ahí está.

-Buenas noches. ¿Hacia dónde se dirige este tren?
-Buenas noches. A Francia.
-¡Coño!, perdone, ¿Y por dónde estamos?
-Por Huesca. A ver me da su billete.
-¿Mi billete?, si, mi billete… esto, mi billete, je, cuando se lo explique se va a reír. Voy a buscar no obstante, no sea que… no, no, no… ¡que hijos de puta!, mi cartera… Verá, se va a reír… Yo soy el novio que se casa la semana que viene y en una despedida de solteros, vamos, la mía, pues que me han hecho una putada los amigo y me han montado al tren sin billete y sin cartera… je, je, je, je… ya le dije que se iba a reír.
-Pues sin billete no puede estar aquí. Y dice que no me puede abonar el precio del mismo ¿no?, pues lo siento mucho, pero en la próxima estación se tendrá que bajar.
-En la próxima estación… si, si, vale. ¿Qué será, Huesca?
-Huesca la hemos pasado ya. Pararemos en Sabiñanigo.

¿Qué será eso de Sabiñanigo?… bueno, espero que tenga comisaria de policía y me pueda comunicar con mi familia para que vengan a por mi.

-No se mueva de aquí, ya le diré cuando se ha de bajar.
-De acuerdo, gracias.

Al rato llegó el momento de bajar. Eran las cuatro de la madrugada y la estación estaba en la quinta puñeta del pueblo. Hacía un frio que calaba hasta los huesos y yo sólo llevaba una camisa de manga larga. Estaba aterido cuando de pronto vi a un hombre de unos cincuenta años más o menos. Iba andando encorvado y en su mano llevaba unas ramas. Me dispuse a preguntarle en qué dirección estaba la policía.

-Buenas noches, buen hombre. ¿Me puede indicar usted cómo ir al cuartel de policía de este pueblo?
-Quiá, eso está mú lejos, maño ¿En qué los necesitas?
-Es que tengo que hacer una llamada telefónica a mi familia a Madrid para que vengan a por mí. Es muy largo de explicar…
-Quiá, pá eso en te vienes pá mi casa pal teléfono y enllamas. Vente p acá, ensígueme, que en vivo cerca. Esto que enllevo es pá la chimenea.
-No quisiera molestar…
-Que enmolestia ni que ochos cuartos. Anda y ensigueme.
Y lo seguí. Lo que él decía cerca debió ser como unos cinco kilómetros subiendo montaña arriba hasta llegar a una casa de piedra que parecía llevar allí siglos y siglos solitaria como aquel pueblo al pie del valle.
-Enpasa que aquí no encomemos a nadien, lo que enpasa es que envivo sólo, ¿ensabes? No ha habío moza tó lo enbuena pá mi, y envivo mú a gusto.
-No se preocupe. ¿El teléfono?, no me ha parecido ver cables por su casa.
-Enclaro, porque no entengo ni luz, ni teléfono ni ná. Pero no te procupes, que enno te va a cer falta llamar.
-¿Por qué dice eso?
-Toma el listo, pues porque envas a morí. No, no hace enfalta que encorras para la puerta, que la encerrao con llave. Y engrita to lo que quieras, que ennadie te va a oir.
-Maldito lunático, pero, pero, ¿yo que te he hecho?, pero si yo lo único que quiero es hacer una llamada telefónica. Y los hijos de putas aquellos estarán tan ricamente o durmiendo o bebiendo… ah, es una broma ¿verdad?
-¿Embroma? ¿emporqué iba yo a bromear? No, maño, es que te ha llegao la hora. Quería probar lo que es enmatá a un hombre porque enmatá a mujeres ya lo se ¿sabes? Y enmatá ovejas, pero un hombre, no. Y has llegao tu. Pero si no llegas a llegá tu, hubiera io a la capital a matá a un hombre. ¿Enquieres un café?
-Yo lo que quiero es que me dejes en paz. Por favor, mis padres tienen dinero. Yo me encargaré de que te paguen bien si me dejas marchar. No le diré a nadie nada. Pero por favor, déjame marchar.
-Pues yo enme voy a prepará un café.

Dios, este argumento parece sacado de novela barata. Se ha escrito sobre él hasta la saciedad, pero no me imaginaba que iba a vivirlo en primera persona. Y el muy cabrón se ha preparado un café como si tal cosa. Y esta casa no tiene una miserable ventana. Y lo mal que huele. Apesta. Él apesta. Yo mismo apesto. Que pesadilla estoy viviendo. Debe de ser un mal sueño. Otro recurso de novela barata. ¿Por qué a mí? Esto ha de ser idea del Rafa, seguro. Como lo pille, lo mato.

-¿Cómo quieres enmorir? Yo siempre enmato ajogando, pero si entienes preferencia por otra encosa, me da igual, pero ajogao es limpio, ¿ensabes?, no endejas sangre y yo tengo las manos enfuertes . Si, te voy a matá ajogao. Pero estate enquieto, leñe, no me empongas las encosas deficile.

Yo no paraba de moverme por la estancia. Le tiraba cuanto me encontraba en mi camino. No quería morir. Pero si la semana que viene me voy a casar con la mujer que más quiero… Pero en un descuido me pilló y era verdad que tenía las manos fuertes, apretaba y apretaba y cada vez me costaba más respirar, hasta que no conseguí ingresar un mísero átomo de oxígeno a mis pulmones, y al minuto vi como mis fuerzas se iban mermando, como mis brazos iban pesando cada vez más, como mi cara se desencajaba, como mis ojos se iban hacia atrás, como mi alma iba descomponiéndose en mil pedazos y en ese momento en el que el esfínter se afloja para hacértelo todo encima noté como mis pulmones empezaban a cumplir su función de nuevo, mis ojos volvieron a su posición, mi cara recuperó su forma, mis brazos dejaban de pesar y mis fuerzas se iban recuperando. Cuando pude ver a mi alrededor vi como el hombre se sujetaba fuertemente el pecho izquierdo con su mano derecha mientras estaba de rodillas en el suelo. Al momento, cayó en el suelo, pegó cuatro o cinco latigazos y dejó de moverse. Yo sin pensar en nada más que en mi libertad, le busqué la llave, abrí la puerta y salí corriendo de allí. Encontré el cuartel de policía, llamé por teléfono a mis padres que ya estaban preocupados por mi tardanza y vinieron a buscarme. Cuando llegué a Madrid mis amigos me confesaron que lo hicieron todo porque Rafa se lo ordenó, y Rafa es alguien que sabe imponerse. Lo busqué a su casa y le pegué un puñetazo en la cara. Le dije que no quería volver a verlo nunca más en mi vida y me casé. Con el tiempo llegué a olvidar la historia hasta que leí en el periódico que había una serie de asesinatos de prostitutas en Zaragoza y aun no se había podido coger al asesino. Recordé todo lo que pasé con aquel tipo e incluso llegué a pensar si realmente murió o si era él el culpable de esas muertes. Pero la verdad es que era algo que ya no me importaba. Porque yo estaba vivo. Y eso era lo que me importaba.