jueves, 18 de noviembre de 2010

La Generación Beat (Jack Kerouac)


Este artículo tendrá que tratar necesariamente sobre mí. me voy a dar del todo. 

Esa absurda foto mía en la portada de "On the Road" (En la Carretera) resulta del hecho de haber acabado de bajar de una montaña alta en la que había estado durante dos meses completamente solo y yo tenía la costumbre de peinarme claro porque tienes que conseguir que te cojan en la autopista y todos eso y normalmente deseas que las chicas te miren como si fueras un hombre y no una bestia salvaje pero mi amigo poeta Gregory Corso se abrió la camisa y se quitó un crucifijo de plata que colgaba de una cadena y dijo "Ponte esto y póntelo por fuera de la camisa y no te peines" así que pasé unos días por San Francisco circulando con él y otros parecidos, a fiestas, a fiestas de arte, a arte de fiestas, a sesiones de improvisación, bares, lecturas de poesía, iglesias, paseando hablando la poesía en las calles, paseando hablando de Dios en las calles (y en cierto momento una extraña banda de gamberros se enfadaron y dijeron "¿Qué derecho tiene a ponerse eso?" y mi propia banda de músicos y poetas les dijo que se calmaran) y finalmente al tercer día la revista ´Mademoiselle` quería sacarnos fotos a todos así que posé así, el pelo revuelto, crucifijo y todo, con Gregory Corso, Allen Ginsberg y Phil Whalen, y la única publicación que no borró más tarde el crucifijo de mi pecho (de la pechera de esa camisa de algodón a cuadros y sin mangas) fue el "New York Times", por lo tanto "New York Times", es tan beat como yo, y me alegro de tener un amigo. 

Esa foto mía salvaje y vehemente en la portada de "On the Road" en la que parezco tan beat se remonta mucho más allá de 1948 cuando John Clellon Homes (autor de Go y The Horn) y yo estábamos sentados por ahí intentando descubrir el significado de la Generación Perdida y el subsiguiente Existencialismo y dije "Sabes, esta es realmente una generación golpe (beat)" y él saltó del asiento y dijo "Eso es, eso es correcto". Se remonta a la década de 1880 cuando mi abuelo Jean-Baptiste Kerouac acostumbraba salir al porche en las grandes tormentas eléctricas y balancear su lámpara de keroseno ante los relámpagos y gritar "Adelante, venga, si eres más poderoso que yo sacúdeme y apaga la luz" mientras mi madre y los hijos estaban acurrucados temblando en la cocina. Y la luz nunca se apagó.

La Generación Beat se remonta a las fiestas salvajes que mi padre solía celebrar en casa en los años Veinte y Treinta en New England que eran tan fantásticamente altas de volumen que nadie podía dormir en manzanas a la redonda y cuando los polis venían siempre se tomaban una copa. Se remonta a la salvaje y delirante infancia que jugaba a la Sombra bajo los árboles sacudidos por el viento del gozoso otoño de Nueva Inglaterra, y el aullido del Hombre de la Luna en el banco de arena hasta que le cogimos en un árbol (era un chaval "mayor" de 15 años), la risa maníaca de ciertos muchachos locos del barrio, el humor furioso de bandas enteras jugando al baloncesto hasta tarde en la noche en el parque, se remonta a esos días locos antes de la Segunda Guerra Mundial cuando los adolescentes bebían cerveza los viernes por la noche en las salas de baile del Lago y se quitaban la resaca jugando al beisbol la tarde del sábado seguido por un chapuzón en el riachuelo, y nuestros padres llevaban sombreros de paja como W.C. Fields. Se remonta al completamente absurdo balbuceo de "The Three Stooges", los delirios de los Hermanos Marx (la ternura de Angel Harpo al harpa también). Se remonta a las cantinelas de tinta de los viejos tebeos (Krazy Kat el Gato Loco- con el ladrillo irracional). A Laurel y Hardy en la Legión Extranjera, al Conde Drácula y su sonrisa al Conde Drácula que tiembla y retrocede ante la cruz. Al Golem aterrorizando a los perseguidores del Gueto. Al tranquilo sabio en una película sobre la India, desentendido de la trama. Al riente viejo chino Taoista trotando por la acera del Shangai del viejo Clark Gable. Al viejo santo árabe avisando a los "sangre-calientes" de que el Ramadán se acerca. A Jiggs agachándose ante el menaje de una casa que vuela por los aires, a Jiggs y los muchachos en el bar y la cecina con col de los mediodías junto a la vieja valla de madera. A King Kong sus ojos mirando por la ventana del hotel con un gran amor tierno por Fay Wray. Al júbilo de América, la honestidad de los injertadores de los viejos tiempos con sus sombreros de paja así como la honestidad de los camareros de los viejos tiempos en línea en el puente de Brooklyn en Winterset, la divertida falta de resentimiento de la América del gran-puño como Big Boy Williams "Ju? Ji? Uh" en una película sobre Mack Trucks y carromatos de almuerzos con puertas correderas. A Clark Gable, su cierta sonrisa, su mirada confiada. Como mi abuelo esta América estaba investida con una salvaje auto-creencia en la individualidad y esto había comenzado a desaparecer en torno al final de la Segunda Guerra Mundial con tantos grandes tipos muertos (puedo pensar en media docena de mis propios grupos de adolescentes) cuando de repente comenzó a emerger de nuevo, los hipsters (los destacados) comenzaron a aparecer deslizándose por ahí diciendo Loco, hombre. 

Cuando vi a los hipsters por primera vez arrastrándose por Times Square en 1944 tampoco me gustaron. Uno de ellos, Huncke de Chicago, se dirigió a mí y dijo "Hombre, yo soy beat". Yo supe inmediatamente lo que quería decir.

Los hipsters, cuya música era el bop, parecían criminales pero continuaban hablando de las mismas cosas que me gustaban a mí, largos bosquejos de experiencia personal y visión, confesiones que duraban toda la noche llenas de la esperanza que habíase vuelto ilícita y reprimida por la guerra, reflexiones, descubrimiento de una nueva alma (esa misma vieja alma humana). Y así Huncke apareció ante nosotros y dijo "Soy beat" con una luz radiante brillando en sus desesperados ojos... una palabra quizás tomada de algún carnaval del Medio-Oeste o cafetería vieja. Era un nuevo lenguaje, de hecho jerga castiza (Negra) pero que se aprendía pronto, como "hung up"(colgado, suspendido) que no podía ser un término más económico para significar tantas cosas. Algunos de estos hipsters estaban delirantemente locos y hablaban continuamente. Era "Jazzy". El programa, de bop y jazz moderno de Symphony Sid duraba toda la noche y estaba siempre puesto. En 1948 empezó a tomar forma. Ese fue un año salvaje y vibrante cuando un grupo de nosotros pasearía por las calles gritando hola e incluso parándose para hablar con cualquiera que nos dirigiese una mirada amistosa. Los hipsters tenían ojos. Ese fue el año que vi a Montgomery Clift, sin afeitar, con una chaqueta desaliñada encima, cabizbajo por Madison Avenue con un acompañante. Fue el año que vi a Charley "Bird" (Pájaro) Parker deambulando por Eighth Avenue (la Octava Avenida) en un polo negro con Babs Gonzales y una chica preciosa. En 1948 los hipsters, o beatsters, se dividían en tranquilos y calientes. Muchos de los malentendidos sobre los hipsters y la Generación Beat en general hoy día derivan del hecho de haber dos estilos distintivos de hipsterismo; el "tranquilo" de hoy es el barbudo sabio lacónico, ante una cerveza apenas tocada en una taberna beatnik, cuyo discurso es apagado y poco amistoso, cuyas chicas no dicen nada y visten de negro; el "caliente" de hoy es el petimetre de charla alocada y ojos brillantes (a menudo inocente y sincero de corazón) que corre de bar en bar, de senda en senda buscando a todos, hablando alto, inquieto, borrachín, intentando" hacérselo" con los beatniks y subterráneos que le ignoran. La mayoría de los artistas de la Generación Beat pertenecen a la escuela caliente, naturalmente ya que esa llama dura como una gema necesita algo de calor. Fue un hipsters caliente como yo mismo el que finalmente lo refrescó en la meditación Budista, aunque cuando entro en una reunión de jazz todavía me apetece gritar "Sopla tío sopla" a los músicos aunque hoy día yo sería ochenta y seisado por esto.

La palabra beat originalmente significaba pobre, hundido y en la calle, latido muerto, de nalgas, triste, que duerme en pasajes subterráneos. Ahora que la palabra pertenece oficialmente se la hace estirar para incluir a gente que no duerme en subterráneos pero que tienen un cierto gesto nuevo, o actitud, que únicamente puedo describir como un nuevo más. "Generación Beat" se ha convertido simplemente en el eslogan o etiqueta para una revolución de costumbres en América.

Escribí "On the Road" en tres semanas en el hermoso mes de Mayo de 1941 mientras vivía en el distrito Chelsea del Bajo Lado Oeste de Manhattan, en un rollo de papel de 31 metros de largo y ahí puse a la Generación Beat en palabras, diciendo en el punto donde participo en una fiesta colegial del tipo salvaje con un montón de chavales en la abandonada cabaña de un minero, "estos chavales son geniales pero ¿dónde están Dean Moriarty y Carlos Marx? Oh, bueno, supongo que ellos no pertenecerían a esta banda, son demasiados oscuros, demasiado extraños, demasiado subterráneos y yo estoy lentamente comenzando a unirme a un nuevo tipo de generación beat".

Más tarde en 1952 se publicó un artículo en el suplemento dominical del New York Times que decía, el titular, ""ESTA ES UNA GENERACIÓN BEAT"" (con comillas así) el artículo decía que yo era el primero que había salido con el término "cuando era difícil reconocer el rostro", el rostro de la generación. Así que a partir de entonces el término empezó a moverse un poco más deprisa. El término y los tipos. Por todas partes empezaron a aparecer extraños tipos hep e incluso chavales universitarios que circulaban hep y puestos utilizando los términos que yo había escuchado en Times Square al principio de los Cuarenta, de algún modo estaba creciendo. Pero cuando los editores finalmente se atrevieron a publicar "On the Road" en 1957 se expandió, creció como las setas, todo el mundo empezó a gritar acerca de la Generación Beat.
Yo era entrevistado en todas partes a las que iba por "lo que quería decir" con tal cosa. La gente comenzó a autodenominarse beatniks, beats, jazzniks, bopniks, bugniks, y finalmente yo fui denominado al "avatar" de todo esto.

Aún así, fue como Católico, no por la insistencia de alguno de estos niks y ciertamente tampoco con su consentimiento, que fui a la iglesia de mi infancia (una de ellas) una tarde, Ste. Jeanne d`Arc en Lowell, Mass, y súbitamente con lágrimas en los ojos tuve una visión de los que yo quería haber significado con "Beat" en cualquier caso cuando escuché el silencio sagrado en la Iglesia (yo era el único allí dentro, eran las cinco de la tarde, los perros ladraban fuera, los niños gritaban, las hojas de otoño, las velas parpadeaban solas sólo para mí) la visión de la palabra Beat como viniendo a significar beatífico........ Luego el cura sermoneando la mañana del domingo, de repente por una puerta lateral entra un grupo de caracteres de la Generación Beat dentro de sus gabardinas con correas como el IRA entrando en silencio para sacar algo de la religión... lo supe entonces.


Pero esto ocurría en 1954, así que luego qué horror no sentiría en 1957 y más tarde en 1958 al ver repentinamente la palabra "Beat" utilizada por todos, prensa y Televisión y el circuito Borscht Hollywoodense para incluir al aumento de la delincuencia juvenil y los horrores de unas locas rebosantes de porras-garrotes Nueva York y Los Ángeles y comenzaron a llamar a eso Beat, beatífico... O, cuando un asesinato, un asesinato rutinario ocurría en North Beach, lo etiquetaban como matanza de la Generación Beat aunque en mi infancia yo era famoso por excéntrico en mi manzana al impedir que lo chavales más pequeños arrojasen piedras a las ardillas, por impedirles que frieran las serpientes en latas o intentasen reventar ranas soplando pajaritas.

Y puesto que ahora tienen rutinas beatnick en la Televisión, que empiezan con sátiras sobre chicas de negro y tíos en vaqueros con navajas automáticas y camisas sudadas y esvásticas tatuadas en los sobacos, acabará en respetables M.C.'s de espectaculares vestidos con elegantes pantalones de tipo vaqueros hecho a medida en Brooks Brothers y saquitos tipo jersey con otras palabras, es un simple cambio de modas y costumbres, nada más que una costra de la historia como la del Siglo de las Luces, del viejo Voltaire en una silla al romántico Chatterton a la luz de la luna- de Teddy Roosevelt a Scott Fitzgerald... Así que no hay nada por lo que excitarse. El Beat viene, de hecho, del viejo whoope Americano y, solamente cambiará algunos vestidos y pantalones y hará inútiles las sillas en el salón y muy pronto tendremos Secretarios de Estado Beat y se instituirán nuevas razones para la malicia y nueva razones para la virtud y nuevas razones para el perdón...

Pero mientras tanto, pero mientras, maldición, maldición a aquellos que piensan que la Generación Beat significa crimen, delincuencia, inmoralidad, amoralidad... maldición a aquellos que la atacan sobre la base de no entender la historia y los anhelos del alma humana... maldición a aquellos que no se dan cuenta de que América debe cambiar, cambiará y está cambiando ahora, para mejor digo. Maldición a aquellos que creen en la bomba atómica, que creen en odiar a madres y padres, que niegan el más importante de los Diez Mandamientos, maldición a aquellos que no creen en la increíble dulzura del amor sexual, maldición a aquellos que son los portadores del estandarte de la muerte, maldición a aquellos que creen en el conflicto y el horror y la violencia y llenan nuestros libros y pantallas y salones con toda esa basura, maldición especialmente a aquellos que hacen películas malignas sobre la Generación Beat en las que inocentes amas de casa son violadas por beatniks! Maldición a aquellos que son los espantosos y reales pecadores que incluso Dios encuentra sitio para perdonar... maldición a aquellos que escupen a la Generación Beat, el viento se lo devolverá.

Jack Kerouac

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