sábado, 10 de julio de 2010

En que lugar se enamoró de ti



Esta tarde he estado de tour bloguero y madre mía que cosas he encontrado. Voy a obviar las direcciones para que no paséis por lo que yo he pasado, pero visto lo visto, desde luego que bendito el mundo que permite que exista bajo su amparo especímenes de tal calaña. He aguantado mi sinceridad hasta que no he podido más y en un blog que va de arte y que se dedica a copiar íntegramente el texto de cada entrada de la Wiki, pero sin cambiarle una triste coma, vamos, copiar y pegar, añadiéndole simplemente obras del autor provenientes de su web, se lo he tenido que decir en un comentario; a un Gay que se pasa las entradas diciendo que odia las barrigas y que quiere tener una tableta de chocolate en su abdominales como su adorado Jesús Vázquez, no me he podido reprimir y le he soltado una parrafada que como le guste el bondage se va a poner más cachondo que la Marujita Díaz cuando el Dinio se desabrochaba la bragueta. A los demás los he dejado en paz, total, en esta viña del señor ha de haber de todo, digo yo….

Hoy he llevado a mi hija a su primera salida en pandilla estando en mi piso. Tiene diez años y se arreglaba como una mujercita y con el cachondeo le he dicho que si eso es ahora, que pasará cuando tenga dieciocho. Me ha recordado a la primera vez que fui a la casa de su madre a pedir permiso a su padre para salir con ella. Si, en el año 1991 tuve que cumplir tal trámite si quería seguir con ella, así de atrasados o antiguos son sus padres. Bueno, me arreglé un poco más de la cuenta (eso significa que en vez de zapatillas deportivas me puse zapatos), me eché el doble de colonia y puse rumbo a su casa, pues mi novia me esperaba allí. Llegué y me recibió su madre, cuando a quien esperaba era a mi novia, y me invitó a pasar al salón sin ni siquiera presentarse. Yo no la conocía de antes, y obedecí a su invitación. Estuve esperando por lo menos diez minutos y allí no llegaba nadie cuando llegó de nuevo la madre y me dijo que tenía que esperar un rato ya que su marido estaba limpiando la escopeta. Yo pensé ¡Tierra, trágame!, ¿qué habré hecho para que su padre me quiera recibir con la escopeta? ¿Será porque después de traer a su hija a casa a las 22:30 me voy de juerga con los amigos y se ha enterado? ¿Será porque no tengo olivos y ellos quieren a alguien con ellos? ¿Será porque no tengo estudios? ¿Será porque no tengo coche? ¿Será porque no soy cazador como él? ¿Será porque cuando llegue el día me la follaré? Y yo venga pensar en será y será con unos sudores cayéndome cuello abajo y pensando en cómo carajo era aquello que hacían las personas en la iglesia cuando llegó de nuevo la mujer diciendo -Ay, mira tu lo que te he dicho, qué cosas tengo, que mi marido está limpiando la escopeta porque mañana la va a llevar a la Guardia Civil a que se la inspeccionen, y tu habrás pensado… ay no, que no matamos a nadie, hombre, espera que ya acaba… Pero todo eso seria, sin una leve muesca de sonrisa, que digo yo como anécdota tiene su gracia, pero aquello parecía un velatorio, su hija más que ganar a alguien parecía que perdía la vida. Bueno, y allí sin una miserable revista que llevarme a los ojos, buscando formas entre las vetas del marmoleo suelo esperé una hora sin un grácil vasillo de agua que llevarme a los labios y sin ver sombra alguna hasta que nuevamente me invitaron a moverme de sitio, esta vez a la salita, que era donde estaba el patriarca. Sentado en su sillón con una cara de ¿tú eres el maldito cabrón don nadie que te vas a llevar a mi hija del alma?, no me quitaba la vista de encima. Le estreche la mano e hice la presentación de mi persona e inmediatamente me soltó un ¿Y tú qué buscas en mi hija? Que me dejó helado. Todas mis neuronas dijeron “Ahí te quedas con el marrón” y no sabía que contestar. Los segundos se me hicieron horas, los minutos días, se que suena a literatura barata, pero realmente sucedió así. Yo no tengo nuez en la garganta, al menos no se me nota, pero en aquel momento la noté subir y bajar cincuenta millones de veces mientras yo trataba de tragar saliva. Todas las posibilidades que se me ocurrían como respuesta, las veía inapropiadas y su padre iba frunciendo el ceño cada vez más. Al final le solté un – A mi media naranja- que lo único que sirvió fue para que se enfadara diciendo -¿Y eso que es?- ahí me entró el tembleque y tartamudeando le dije –A, a, a, a la, la, la mu, mu, muj, j, jer de, de, de, mi, mi a la mu jer de mi vi vi vida, A la mujer de mi vida- El corazón me iba a estallar, me faltaba el aire, me estaba mareando, notaba como me latían las sienes, los pies me sudaban, los huevos habían desaparecido para aparecer en la laringe, las orejas se movían, los dientes castañeaban, los ojos bizqueaban cuando al fin dijo-Pero hombre, siéntate, que en esta casa hay sillas. Me senté y me empezó a hablar sobre sus tiempos y lo decente que había sido, que habían sido formales hasta la boda, que nunca había faltado a su mujer, que nunca se había emborrachado, que nunca le habían llamado la atención, que si patatín, que si patatán y yo a todo le decía que si. Con menudo fichaje fue a dar su hija. Luego ella lo enmendó y terminó casándose con un abogado. Al menos pueden morir en paz, la que nunca les di.

Hoy me he visto en una foto que tenía un móvil que no cogía desde hace cuatro años. Madre mía pero que guapo estaba. Fue antes que muchas desgracias y dejarme tanto y cómo he cambiado. He de decir a mi favor que he perdido siete kilos. Con la fuerza de voluntad, el cambio de hábitos y mi régimen voy bien. Trescientos kilos menos y estaré hecho todo un figurín, jajajajajajajajajajajaja, nooooooooooooooooo, no voy a deciros los que me falta por perder, lo dejo en el misterio que rodea al mito Polonius, jejejejejejejeje Por cierto, me publicaron el relato en La isla tuerta. No es porque sea mío, pero es muy bueno, y como una de las condiciones para publicar allí es que los textos sean originales para ellos, sólo los podéis leer allí. Está en: http://laislatuerta.org/a-ritmo-de-tango Cada semana iré publicando uno nuevo, hasta convertirme en un autor de renombre y vivir de las rentas, jajajajajajajajajajajajaja, ya lo decía Francisco Umbral: La literatura es un lenguaje de palabras desmemorizadas.

4 comentarios:

  1. Polonius, eres todo un personaje :) mira que me he reído con tus nervios y tu tartamudeo :) anda que no te reirás de ti mismo ahora que eso ya es algo que seguro que no te ocurre :) o sí? :) Enhorabuena por tus kilos perdidos ¿sabes dónde los dejaste? jaja para que lo olvides, que es lo importante. Un abrazo.

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  2. jajajajaja, Lisset, ya no me veo en cosas tan comprometidas, jajajajajaja, y los kilos déjalos perdidos por los cerros de Úbeda, jajajajajaja
    Un abrazo

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  3. ajjajaja pobrecito, parece que te estoy viendo jajjaja, bueno eso ya paso a la historia, ahora mismo te ries de ello y ya esta,pero en aquel momento gritarias mas de una vez un "TIERRA TRAGAME"ajjajaja...habra q verte a ti el como se lo haces pasar al futuro novio de tu hija, jajjaja.He leido el texto, y no esperaba menos de ti, muy en tu linea y muy bueno y ojala te hagas autor de renombre y vivas de las rentas pero hazme un favor acuerdate de mi jajjajajajaa besos antonio

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  4. jajajajajajajaja, no, Marya Jose, no te preocupes que no voy a hacerle pasar a ningún noviete de mi hija el trago que pasé, jajajajajajajajaja, y por supuesto que me acordaré de ti, mientras viva, mujer, que no sabes la ilusión que me hace ver un comentario tuyo en alguna de mis entradas.

    Un beso

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