martes, 27 de julio de 2010

2. Amanece en la ciudad



Amanece en la ciudad y los desesperos se arremolinan en un intento de ver menos mermada su facultad de agobio. Las persianas inician una orquestina de crujidos de plásticos contra acero y los cafés van desprendiendo su sutil aroma de despejada franqueza. Antonio está en su dormitorio aun con la persiana bajada. En su mente está con una pedazo de rubia desnuda que está haciéndole totalmente sumisa una pedazo de mamada lenta, pero sin perder el ritmo. Mientras piensa en su modelo rubia tiene sujeta con la mano derecha su erecta polla y se está haciendo una paja. Está completamente desnudo y destapado encima de la cama. Sigue viendo a la rubia como le va comiendo el rabo despacio, despacio, despacio aparece por detrás un crucifijo con Jesús crucificado. En ese momento aparecen dieciséis monjas y se ponen a rezar al crucifijo: -Padrenuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre… Antonio ve que ya no está la rubia, sino que es un perro quien le está lamiendo la polla. En esas se corre, saliendo su esperma disparado hacia su ombligo. Coge un rollo de papel higiénico que tiene sobre la mesita de noche y empieza a limpiarse la corrida. Coge un trozo más grande, se limpia otra vez y envuelve el primer trozo para posteriormente dirigirse al cuarto de baño. Tira el papel al váter y pone la polla en el lavabo, se la limpia con un poco de agua y se la seca con la toalla. Se lava la cara y coge la misma toalla para secársela. Se ha dejado un par de legañas, pero no parecen molestarle. Busca unos calzoncillos en la mesita de noche y se da cuenta de que no tiene. Va a mirar si hay en el tendedero y ve que no hay limpios. ¡Mierda!, piensa, desde que se ha ido su novia no ha puesto la lavadora y los tiene todos sucios. Coge el que llevaba puesto ayer, lo huele y se lo pone. Calcetines si le queda. Se pone unos vaqueros y busca una camiseta que no esté muy sudada ni muy arrugada y ya está vestido. Le faltan los zapatos, pero ya se los ha puesto. Va a la cocina, abre la nevera y coge un cartón de leche empezado. Va al fregadero y coge un vaso, lo enjuaga un poco y se sirve la leche. Al echarla ve caer un montón de tropezones, señal inequívoca de que la leche está mala, pero él es tan sumamente gilipollas que tiene que olerla. El olor le echa para atrás. La tira, enjuaga el vaso y lo llena de agua. Vuelve a meter el cartón con la leche que queda en la nevera. Busca algo sólido para comer y encuentra un resto de una bolsa de picos de pan. Están mohosos, pero no se ha dado cuenta. Se dirige al salón, enciende la tele y se sienta. Abre la bolsa, se come un pico y echa un trago de agua. De pronto le llega un extraño olor. Levanta el brazo derecho y se huele el sobaco pero huelen lo normal para no haberse duchado en tres días. Eso no es, es otra cosa. Ve que la ventana está un poco abierta y piensa que es la vecina de abajo que está haciendo uno de sus famosos potajes. Mira la tele y ve las noticias. Han muerto dos jóvenes españolas en la fiesta del “Loveparade” de este verano. A partir de los muertos y heridos que ha habido, no se va a celebrar más. En Moldavia un bebé fallece presuntamente ahogado cuando un párroco lo estaba bautizando. Esa noticia le ha recordado el compromiso con los neocatecomunales. Se echa para atrás a pensar un poco y se queda dormido.

-¿Sabes quién soy hijoputa?
-No, no, la verdad es que no le recuerdo…
-Me cago en la virgen sagrada del séptimo prepucio del arcángel Nicomedes, serás comemierdas, eres mi compañero, ¿estamos?
-si, si, si, si….
-¿Y a qué hemos venido?
-Recuérdamelo compañero, que me estoy meando y no me acuerdo.
-¡Mecagoentodoslosmariquitasrosasdelreino!!!, ¡tú me estás vacilando, tío, tú me estás vacilando y por mi santa madre te voy a descargar mi pipa en todo el perolo.
-Que no, que no, que no, que no, te juro que no se de que va todo esto, yo no sé como he llegado hasta aquí ¿Puedo ir al servicio?
-¡Me cago en todas las churras de los putos moros de Arabia!, ¡méate encima so cabrón!, anda, anda, ve a mear ¡imbécil! Ahora te esperas aquí que ahora vengo con el encargo.

¡Me cago en la puta! ¿Dónde estoy? ¿Esto qué es? ¿Quién coño es ese tío? ¿Qué hago aquí? ¿Quién soy? Esto es una broma, si seguro, o un sueño. A ver, en los sueños puedo volar. Voy a probar. ¡Ostia!, ¡Que trompazo!, si me habré partido la nariz y todo… Pues esto no es un sueño, sino ya hubiera despertado. ¿Y dónde habrá ido?

-¡Tú, hijoputa, coge la pipa y pégale un tiro a este cabrón en las sienes!
-¿Pero qué pipa me hablas?
-Las de calabaza, no te jode, ¿pero tú te quieres quedar conmigo, cacho cabrón? Venga, que va a llegar la pasma y tenemos que deshacernos del paquete.
-Tío, te juro que yo no entiendo una mierda de esto….
-Me cago en los calzoncillos del chapulín colorado, si no fueras el sobrino de tu tío, te pegaba dos tiros que te dejaba tieso. Qué coño, a tomar por culo ¡Bang Bang Bang Bang!!!

¿Por qué lo veo todo en blanco y negro? Aquello parece una cabina de teléfonos. Y no sé porqué tengo unas ganas tremendas de llamar por teléfono. ¿Tendré monedas? ¡Ah!, qué cosa más curiosa, tengo una tarjeta telefónica. Pues haré esa llamada. Que raro, se me viene a la cabeza el 875034173, y no me suena de nada. Lo marcaré a ver que sale.

-¿Hola?
-Hola
-¿Con quién hablo?
-Lo sabes de sobra, pero esa no es la pregunta. La pregunta es por qué hablas.
-¿Cómo?
-Te han disparado, deberías estar muerto.
-¿Estoy muerto?
-¿Acaso no lo sabes?
-Estoy confuso, lo veo todo en blanco y negro, como en una televisión antigua.
-No es cómo lo ves, sino por qué lo ves.
-Me estás confundiendo todavía más, y aún no me has dicho quién eres.
-Si te lo he dicho, pero no prestas atención.
-Joder, hoy todo el mundo va de quedarse conmigo, primero un sicópata, y ahora alguien que no se explica.
-Mira tu interior y verás tu problema.
-Vaya, hombre, he dado con una escritora de libros de autoayuda, me miro, si ¿Y sabes qué veo?… ¡Balas!
-¡Mira que eres ceporro, a eso no me refería!
-Entonces… ¿Me han disparado de verdad? ¡Joder!, estoy muerto y esto es el limbo, ¿no?
-Contigo ya no me hablo, vas por libre.
-Tengo tantas preguntas que hacerte.
-A ver, dime
-¿Sabes dónde están mis abuelos?, me gustaría verlos
-Anda y vete a la porra. Yo soy una cabina filosófica y no una vidente de pacotilla, pero bueno, ¿por quién me has tomado? Me estás haciendo decir palabras que jamás pensé que diría…
-Joder, que susceptibles sois en el limbo.
-¡Pero qué limbo ni paralimbo!!! ¡De dónde sacas que esto sea el limbo!
-Ah, ¿no?
-Tututututututututututututututututututututututututututututu

Vaya, como se ha puesto. Entonces, si esto no es el limbo, ¿dónde estoy? Vaya, allí a lo lejos me parece ver un autobús. Si, es un autobús. Preguntaré a donde va.

-Buenas ¿A dónde va?
-¿Quién?
-El autobús.
-¿El auto qué?
-El chisme que usted conduce.
-Ah, esto es un autocar. Va a Frimplonfram.
-Y ¿eso dónde está?
-¿Frimplonfram? En la provincia de Crestujistoleibertio.
-Ah. ¿Y ahora mismo estamos en?
-En Frimplonfram.
-¿Pero no dice que el autocar va allí?
-Si
-Pero estamos allí
-Si.
-Y vamos allí.
-Si.
-Vale, seguramente me he vuelto loco y todo esto es fruto de mi paranoia. Gracias de todos modos.
-De nada.
-Por cierto, ahora porque va vestido de monja.
-Es que vas a despertar ya, pringado.

Y entonces despertó Antonio. Se terminó de beber el agua y pensó por un instante que debía de ser muy concentrado el potaje que estaba preparando hoy la vecina, ya que el olor era más penetrante.

La familia Gómez acababa de llegar al pueblo. Se bajaron todos del coche y saludaron a la madre de Arturo, que estaba esperándolos desde hacía un buen rato. Hechos los saludos y sin mediar apenas palabras, Arturo se dirigió al bar del pueblo a ver a sus amigos. Dejó a su mujer la labor de descargar el coche y deshacer las maletas. Al menos su suegra la ayudo, ya que los hijos lo primero que hicieron fue ver la televisión. Una vez colgadas y dobladas las ropas, fueron a sentarse en la entrada a hablar de sus cosas, de cómo habían crecido los niños de un año para el otro, de lo guapa que estaba la Jennifer, del estirón que había dado Luisín, de lo buen marido que era Arturo, de lo buen hombre que era su padre que Dios lo tenga en su gloria, de la miseria de paga que le había quedado a la mujer y las matemáticas que tenía que hacer para llegar a final de mes y eso que no había estudiado, del paro que había en España, de lo mal que iba el campo, que si este año no habían podido ir a la campaña de Francia por que los franceses echaron mano del trabajo, que si Zapatero los iba a arruinar a todos, que están mal en todo el mundo no solo en España, que si, pero ellos se han puesto las pilas antes, que tenían que preparar la comida, que yo pelo las papas y tu calientas la olla, en fin, conversaciones del día a día.

Mientras Arturo se había pedido un buen vaso de vino y ya estaba entre risas con los amigos. Detrás de ese vaso vino otro y detrás otro y detrás otro y así hasta contar veinte. Él se creía un hombre muy fuerte y se vanagloriaba delante de los amigos de ello. Al final del bar, leyendo el periódico había un señor que parecía no compartir la alegría del forastero. Pero él entrara en la historia más tarde. Dejémoslo con el periódico entretenido con las noticias.

El mundo sigue su curso igual que esta historia. Hay personas que su inteligencia no les permite ver más allá de su torpeza y hay personas que su arrogancia no les deja sentir más allá de su simpleza. Las calles están llenas de ejemplos a evitar y los senderos que tomemos son siempre cuestionables hasta que la razón nos permita ver con claridad que esa cuestionabilidad no sirve más que para ir sumando peso en nuestra conciencia. Es tiempo de ir liberándonos de toda atadura y todo lastre. Es tiempo de decir basta a todas las injusticias. Es tiempo de decir Te quiero a todo aquel que se lo merece. Es tiempo de simplificar el caos y amar el verbo. Es tiempo de querer a la razón y volar con el sueño. Es tiempo de paz y no de barbarie. Es tiempo de seguir y no de rendirse. Es tiempo de mirarte a los ojos y dedicarte esta canción. Es tiempo de amarte de por vida y morir a tu lado. Es tiempo de tu tiempo.

3 comentarios:

  1. Desde el párrafo que pone: "Hay personas que su inteligencia no les permite ver más allá de su torpeza", me ha gustado mucho, lo demás no, nada...

    FranklyKss

    Xim

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  2. Gracias por tu sinceridad, Xim, lo tendré en cuenta

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  3. No tienes por qué tenerlo en cuenta, es mi opinión sincera nada más, no quiere decir que lo que has escrito no sea válido, simplemente mi opinión es un punto de vista negativo, luego pueden llegar más personas y decir que es maravilloso, quizás sea yo el equivocado...

    beXotes in the night

    Xim

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