sábado, 18 de diciembre de 2010

Escritos de un necio incoherente



Hoy me ha ocurrido una cosa a la par insólita e ingenua. Estoy visitando el chat de terra con el fin de hacer un estudio de campo que en su debido momento publicaré cuando, dentro de toda esa maraña de frases inconexas que se van produciendo en un caos con sentido para quienes están allí chateando pero que, al menos para mí, carece de total coherencia, me encuentro un Nick presumiblemente femenino seguido de la siguiente indicación: Si alguien tiene fijo y quiere que lo llame, abrirme privado.

Por supuesto, llevado por la curiosidad, le abrí privado, poniéndole te van a salir diez mil moscones y a continuación ¿qué vendes? Le debí hacer gracia porque de todos los salidos que pululan por el chat, se quedó conmigo. En un principio, no me fiaba, le decía que podía ser un hacker o vete a saber, un coreano que sabía español y quería sablearme la cuenta telefónica. Me juró y perjuró que no, que era una chica normal y corriente, pero que si no me atrevía, allá yo. Como soy un inconsciente por natural cociente, le di mi número del fijo. Al rato llamó una chica nacida en alguna parte de Andalucía pero residente en Madrid, viviendo solamente acompañada de una perrita en su piso. Se dedica a labores propias de graduados sociales, pues esa es su profesión. Su número de tfno. no apareció en el mío. Ponía desconocido. No sé si me llamó desde un móvil o si se puede hacer eso con un fijo, solo sé que me comentó que la llamada no le costaba nada. Es vegetariana y tiene problemas con el peso, o sea, que engorda con facilidad, pero hace mucho deporte porque dio a entender que no se gusta con unos kilillos de más (mencionó, por ejemplo, que la leche engorda mucho). Le gusta encender incienso y se relaja con música Chill out, y no me enteré de más cosas porque la llamaron a otro teléfono, que tenía pinta de ser el móvil.

Y todo esto os lo he contado porque acabó la cosa con un chao (cosa que me toca los cojones porque ciao es hola en italiano, no sé quien coño puso de moda semejante latinazo) Ya está. Ahí acaba todo. Pasa un huracán por mi vida, arrasa con mi mente, y hasta nunca, baby. Pues me jode, me jode un huevo, mucho, en serio. No estoy hablando del patético chat, que ya daré rienda suelta a mi verborrea, que la gente aparece y desaparece como si de una vulgar acidez estuviéramos hablando. No, señoras y señores. Estamos hablando de que conforme me iba hablando, la imaginaba en todas y cada una de las indicaciones que mencionaba. Estoy hablando de que me cayó cojonudamente bien como persona y a lo mejor me gustaría mantenerla como amiga. Estoy hablando de que me imaginaba como debía oler, mezcla a incienso con perra y espinacas con ajos y me voy a quedar con la infinita duda.

Es muy jodido. No os podéis hacer una idea de lo jodido que es tener los sentimientos tan a flor de piel y no tener con quien compartirlo, si exceptuamos que les doy salida en forma de texto y lo coloco en un blog que me discrepa tres personas a lo sumo, contándoos los sentimientos que me afloran sin destino o sentido.

En fin, más perdió el manco y se quejó por tuerto.

Antonio Jiménez    

3 comentarios:

  1. Pues ella se lo ha perdido Antonio...supongo que querría alguien con quien hablar en ese momento y tú le pareciste interesante...así como los otros "chiquicientosmil" con los que debe de hablar cuando está aburrida...en fin...que no te preocupes por tan poco...jolines...ya vendrán tiempos mejores....besooss

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  2. Supongo que si. Gracias Marita por tus lineas.

    Besos

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  3. Te comprendo perfectamente. A veces al principio algunas chicas actuan como si el mundo girase a su alrededor y los hombres no tuviésemos sentimientos.

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