martes, 21 de diciembre de 2010

La nausea



Curtido en mil frentes
sigo la vertiente
que dicta tu simiente
llevándome obedientemente
a la sombra de un nicho
donde descansa mi sino
de tanta miseria
por compartir pobreza
con los parias de la tierra
entregados en brecha
de malsonantes ribetes
tornados en mil sainetes.

Todo lo mío pudiera ser tuyo
si la casualidad
de la muerte
me diera cobijo
antes de lo esperado
por sentirme amparado
en cerriles aparatos
que ahogan mis nauseas
en cien compases aturdidos
de ruegos cohibidos
disfrazados al amparo
del vicio
que dan las drogas
y el
alcohol.

Antonio Jiménez

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