La ciudad sigue su curso
mientras yo aterido
sigo esperando un recurso
de esperanza en tu ausencia.
No sé cómo explicar un dolor
tan profundo, sentido en la
causa de un amor prohibido.
Debo ser cauto pues las lágrimas
vertidas empañan mis ojos
hasta perder la vista
y no ver más allá de lo
sensato, que sería abandonar
esta tristeza por alguien
tan sincera que reconoce
su dolor pero no su solución.
Vivir de esta manera no es fácil,
mi mente frágil está ausente
en mil frentes buscando explicación
a una situación que, siendo franco,
no se la deseo a nadie.
Antonio Jiménez
Lo siento mucho niño :( Yo tampoco le puedo desear eso que tú estás pasando a nadie. ¿Sabes? Sé que eres testarudo, así que no te voy a aconsejar que abandones porque yo soy de las que, si veo una puerta entreabierta como te dije, pues sigo intentando entrar... pero a mi me llegó el momento de cerrarla. Me ha costado casi un año pero lo he tenido que hacer al final porque me estaba destruyendo. No soy aún la persona que era, de hecho no creo que vuelva a serlo, estoy dolida y decepcionada, pero estoy volviendo en mí, estoy disfrutando nuevamente de cosas que tenía apartadas, de mis amigos, música, cine, no sé... ahí quiero volver, a mí. Espero que lo consigas tú también, sea la razón que sea que te lleve a ello. Ojalá sea que todo salga bien y puedas hacerlo a su lado. Besos.
ResponderEliminarEs dificil cerrar una puerta cuando te piden que la mantengas abierta por si alguien se decide a afrontar el peso de una ruptura que es la mejor via para algo que está haciendo tanto daño psicológicamente a ambos lados. Mientras he de permanecer a la espera y si doy un consejo, ver como saltan las lágrimas y la impotencia se adueña de quien no es capaz de solucionar algo que así mismo es la mejor solución. Es duro, amiga mía, muy duro ver pasar los días y pensar en ella, en que no está bien, no está en su sitio, está amargada, está afligida, está pasando por una situación de desespero por sentirse anulada por alguien que ya no la siente a su vera.
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