miércoles, 13 de octubre de 2010

Desnudo nací


Cuando nací, desnudo vine
a un país el cual entraba
en un periodo de incertidumbre
por estar el cruel dictador
que lo manejó a su interés
a pocos años de fallecer.
Entró el destape y el derrape,
con la movida fue la vida
pujante de aquellos días
donde los porros de maría
y el libre albedrío
daba lugar a juegos sexuales
de puro vicio.
Luego vino el torete y el vaquilla,
jóvenes rostros de pandillas
golfas que reinaban
a punta de navaja
pidiendo justicia por sus tercios
de aprendiz de necio.
Hicieron películas, enseñándonos
que el negocio del ocio
va emparentado
al sucio recio
privador de precio.
Seguimos creciendo y llegaron
otras ondas más guerreras
con fondos de petroleras
por iniciar trifulcas en países
importadores de grises
barriles de crudo oleo.
Esa no fue la primera
ni la más ramera,
los fabricantes de armamento
saben con fundamento
colocar su cargamento,
y nosotros, con la risa floja,
viendo cómo estúpidas niñas
crean rocambolescas riñas
por polla torera,
echamos la vista por montera
y vemos la muerte de los demás
como ajena
pues es algo que, sinceramente,
no motiva a la gente.
Llegamos a una época
en la que nos toca
creer en los milagros,
ya que vivimos con cien euros
creyendo ser trescientos,
y miramos al frente tratando
de ser incoherentes imitando
al vecino su forma de vivir,
cagar y entrampar,
pues estamos en la idea
desbocada
de que la libertad se gana
con un gran televisor de plasma.

Antonio Jiménez

3 comentarios:

  1. Precisamente, la libertad la conseguimos alejándonos de la televisión, que a ver si me expreso con propiedad, no excluyo el buen cine, sino su programación. Soy devoradora de cine, cinépata como se me conoce habitualmente en el bosque donde vivo. La libertad se consigue, pensando y viviendo de forma que no debamos nada a nadie. No hay oficio más pobre que depender de otros. Besos, escritor.

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  2. Coincido contigo en todo, y yo tambien soy un cinepato, aunque yo prefiero descargarme las pelis y verlas tranquilamente. Besos

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  3. Querido, sin emule y sin megaupload no hay vida :))) No hay quien vaya al cine todas las semanas :) Hace años iba dos o tres veces por semana, ahora mismo, mi economía no me lo permite, pero sí llevo a la nena a ver todo lo que sale bueno en animación porque tengo una pequeña cinepatita :)) y las películas nuevas en 3D también le gustan mucho. Coincido contigo en que en casa se ven más cómodamente, el sonido (si lo tienes bien preparado, que es mi caso, con altavoces infinity y sistema 7.1, mi proyector y mi pantalla de 3 metros, pues sí) es mucho mejor, nadie te molesta, etc, hasta te puedes hacer las palomitas en microondas y están de muerte, pero el cine para mí es también compartir eso con amigos y a veces no pueden venir a casa y prefiero ver una película con ellos, que 10 sola porque eso puedo hacerlo cuando quiera. Es otra salida social por así decirlo :) La siguiente meta es el cine 3D para la nena pero para eso sí, que no tengo ni un duro ahora mismo, eso tendrá que esperar. Besos trinitrón :) y hablando de tron.. vale, me callo :)

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