Siento calambres en mis manos
cuando están reposadas,
y pienso en maldita la sangre
que circula por mi cuerpo,
no es ni para dar riego
a mis extremidades más preciadas.
Supongo que me estoy haciendo viejo,
ya no soy el joven taciturno,
borracho tunante,
que bebía como si todas fueran
mi última copa, sintiendo
la desdicha de estar sediento.
Ahora contemplo mis logros
y callo ante la nada
pues no es eso lo conseguido;
dos hijos dan para mucho,
pero al no poder criarlos
ni reparo en su ausencia.
Dos putas están en discordia
por ver quien se lleva mi tutela;
una es desdentada, gorda y fea,
la otra es de noventa, ciento veinte, noventa,
pero prefiero a la primera
pues su aliento no apesta a muerta.
Si supiera con certeza
que veinte de treinta leen mis poemas,
me daría con un canto
en los dientes.
Todos los días tengo la creencia
de escribir para diez.
No quiero decir con eso
que me sepa a poco,
sería indigno por mi parte
dedicar tal reporte
a fieles lectores.
Perdonen mi indolencia.
Buscar informes de valía
en mi padre he buscado,
y me ha asegurado ser irrespetuoso
e insensato. Sabía que no era
sensato buscar su aprobación
pues es negado para tal atención.
Antonio Jiménez
Buenos días, Sr. Indolente :) No hay nada de malo en aspirar a más en esta vida, ya sea como hombre, persona, amante, escritor... pero sí creo que eres tu propio verdugo, que te empeñas en ver fallos donde no los hay. Eres testarudo hasta el absurdo e insistes en carencias creativas que son ajenas a ti en realidad. Recibes los elogios de mala gana y te quejas de lo que no debes, eres gruñón hasta el hartazgo y si no te tuviera lejos y pudiera ir andando ahora mismo hasta tu casa, te iba yo a dar un par de collejas y no como éstas, con palabritas :))) Me aburre tu dichosa modestia porque creo que es inútil, eres fantástico, admítelo de una vez. No sé cuántos lectores tendrás un día de estos, no sé si verás tu sueño cumplido de que tus letras pasen a la historia entre otros grandes que compartes con nosotros aquí en tu blog, pero sí te digo: Hoy por hoy, eres grande, lo serás aún más cuando te decidas a ser libre de los obstáculos que tú mismo te pones, negándote a diario la excelencia que ya tienes. Convéncete de lo bueno que eres, pero ya!!! Besos, de una gruñona para un incomprendido :*
ResponderEliminarComo siempre me dejas sin palabras. No sé como rebatir lo expuesto por ti. Creo que exageras una barbaridad, en fin, que muchas gracias de todo corazón. Voy a hacer una prueba a ver si mi talento es tal. Ya te contaré los resultados.
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