miércoles, 6 de octubre de 2010

Huida


Siento como sube la marea
hundiéndome cada vez más en su abrigo
como lámina de vientre traga en la reserva,
y mis huesos son retorcidos como tornillo
de prensa que aprieta los papeles del
anuncio que anuncia la llegada del
frío otoño.

Los caminos del alba son suficientemente calmos
para adentrarse con las huellas de un claro
ruido hacia pesares menos acostumbrados
a los clamores tan próximos como los permitamos,
pero a sabiendas del ruin pesar por llevar
castigo a lomos de caballo en llanuras
vacías, los suburbios aclaman verse
sucios como nosotros por portar la manida
hoguera de la vanidad.

No quieras llamarme por mi nombre, pues
no atenderé a tu llamada ya que provengo
de despreciable apellido y por ello no dispongo
de nominal apartado que me
separe de la plebe.
Por tantos huecos de natural suicidio
quise huir, pero fui detenido por gutural
clamor de una sociedad que requería
mi perdón  y le di mi pragmatismo. 

Antonio Jiménez

4 comentarios:

  1. "No quieras llamarme por mi nombre, pues
    no atenderé a tu llamada ya que provengo
    de despreciable apellido y por ello no dispongo
    de nominal apartado que me
    separe de la plebe.
    Por tantos huecos de natural suicidio
    quise huir, pero fui detenido por gutural
    clamor de una sociedad que requería
    mi perdón y le di mi pragmatismo."

    La sociedad salió ganando sin duda :*

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  2. No creas, Lisset, a veces creo que incomprendido es el adjetivo que mejor me define. Besos

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  3. Es un fantástico adjetivo. Todos los grandes genios han sido incomprendidos, todas las personas que han tenido una visión distinta o el valor de llamar a las cosas por otros nombres que no fueran los conocidos. Yo, que no soy tan innovadora como tú, siempre me he sentido incomprendida, ahí está escrito en mi perfil...siempre he recibido críticas por hacer cosas diferentes, me hayan salido bien, mal o regular, pero siempre es más fácil criticar que hacer algo, que actuar y equivocarse. Eso no me da miedo, me equivoco y mucho. Apuesto a veces por las ideas o las personas equivocadas, y qué? La próxima vez, mejor. Besos, de una incomprendida comprendida por otro incomprendido.

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  4. Me abrumas, Lisset, y no sé hacer frente a tus palabras...

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