Hoy me he levantado a las nueve. Hace ya dos semanas de mi última metedura de pata, y así ha de ser. Ha de pasar el tiempo y hacer enmienda de no volver a cagarla más. Por ahora voy bien. Esta semana el cuerpo no me ha pedido para nada el alcohol. Luego vendrá lo peor. Siempre ha sido así y siempre será, por los siglos de los siglos, amen. Esto último lo he puesto a colación de la última genialidad de la iglesia católica. Ya saben, equiparar los ataques que están sufriendo por los casos de pederastia con el holocausto judío. Además, quien lo ha dicho no es un mindundi dentro de la iglesia, si no que es el predicador de la Casa Pontificia, Raniero Cantalamessa. Ahí es nada. Y claro, para desmarcarse de sus palabras, lo ha tenido que hacer otro potentado de la iglesia, nada menos que el portavoz vaticano Federico Lombardi. No hay que ser experto en ninguna materia para saber que la pederastia es una de las peores cosas que se puede cometer. De hecho, no sé porque no es uno de los pecados capitales. Desde el IX Concilio Ecuménico de la Iglesia Católica, que se celebró en el año 1123, los profesionales católicos han de profesar el celibato, o sea, no se pueden casar ni mantener relaciones sexuales ni tocamientos hacia ellos mismos ni hacia nadie. He estado investigando y Jesus no dijo ningún disparate parecido. De hecho, la sexualidad es el más preciado y gratuito de los bienes que poseemos como seres humanos. Dejémonos de pamplinas sobre el amor hacia los semejantes y sensiblerías por el estilo. Pues como iba diciendo, fisiológicamente, para un varón es malo concentrar todo el esperma en sus testículos. Debe darle salida. Por eso que lo del celibato no me lo crea, en serio, no me lo creo. Además, ahí están los resultados, curas pedófilos. Más bajo no se puede caer. Si fueran puteros, como el caso del cura que se vendía como gigoló por internet, pues bien. Pero de eso a lo otro va un trecho muy grande. Cuando su guía espiritual dijo aquello de “dejar que los niños se acerquen a mi”, no iban los tiros por ahí. Bueno, en cuestiones religiosas yo lo tengo muy claro, y siempre diré que la religión es el cáncer de la humanidad.
Mañana vamos a pasar la familia el día en Córdoba. Vamos a ir a la ciudad de los niños y al Buffet asiático que hay en el “Tablero”, que es baratico y te pones hasta arriba de comer.
Al final me leí el libro “Asfixia” de Chuck Pahlaniuk. Como me ha parecido tan bueno, incluso me he leído las primeras 80 páginas que ya tenía leídas hace dos años. Para los que no lo conozcan, os diré que es el autor de “El club de la lucha” del que se hizo la película homónima protagonizada por Brad Pitt y Edward Norton. Es un autor nihilista, esto quiere decir que no sigue ninguna doctrina, y eso se nota en sus obras. Ahora le toca el turno a “Un mundo feliz” de Aldous Huxley. Aquí os dejo una frase suya: “Saber es relativamente fácil. Querer y obrar de acuerdo a lo que uno quisiera, es siempre más duro”. Esto es, como ya sabéis si me vais leyendo, lo que me estoy aplicando. Sé que no es fácil, pero no por eso me voy a amilanar. Mañana cumplo dos semanas sin beber, y lo voy a celebrar con un atracón de sushi. Ea, porque me lo merezco. Y cuando cumpla un mes, me compraré un libro. Para eso no estoy gastando un céntimo.
Sigo escribiendo en el otro blog. Le puse un contador y hoy me he quedado alucinado porque ha tenido once entradas, sin contar la mía. Ojalá la gente me lea, aunque sea un poquitín. Dejarme comentarios no me dejan, ni en uno ni en otro blog, así que no sé si lo que escribo gusta o no. A mi me sirve como ejercicio, pero eso ya lo sabéis de sobra. Sigo escribiendo en primera persona, no se, es que me siento muy cómodo escribiendo así. Pero he de probar otros estilos. Intenté hacer un soneto correctamente pero de pega, o sea, que no tiene sentido, que lo que dice es una gracieta de las mías. Ya haré algo más serio, en honor a Alberti.
Bueno, sin más por hoy, se despide vuestro seguro servidor
AJJ
Música que he escuchado mientras elaboraba la entrada:
The Cinematics - Love And Terror (2009)
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