viernes, 13 de agosto de 2010

Sólo sé que lo sé



Quisiera que de mi alma surgiera un espolón que sirviera para embestir todas las adversidades que están sumándose a nuestra incipiente relación. Quisiera expresar con palabras toda la impotencia que siento por no poder hacer nada, por no poderte rescatar de tan monótono naufragio, pero has de ser consciente que si por mí fuera no hubiera bastado con cuatro apasionados abrazos, sino que la ternura que aun me queda por compartir contigo se ha de manifestar de manera limpia, sincopada, altruista y frágil. Me queda toda una vida que pasar a tu lado si me das esa oportunidad y, de hecho, no voy a dejarte escapar sin más lucha que la paciencia por ver finalizado lo que no tiene sentido.

De tus palabras hacia él surge el rencor y la desidia, pues no es muy aventurado proclamar que no tiene sentido mantener lo que no tiene cabida. Recuerdo a cada palabra que pronuncias todo lo acontecido en mi primera separación. De ella sólo puedo decirte que fue de mutuo acuerdo y que todo acabo como empezó, con unas firmas. Ni por el bien de nuestra hija en común ni por el nuestro propio, sino más bien porque somos personas civilizadas, quedamos todo lo bien que puede quedar una pareja que ha convivido una serie de años en común y luego se rompe: sin más relación que el hola y adiós que dos conocido se puedan brindar cuando se ven por la calle. Así es la vida. No hay rencores ni malas palabras, por no haber, no hay nada más que una hija en común, que es mucho pero no da para más. No hay más vueltas de hoja, nadie quiere el mal de nadie. Con mi segunda mujer la separación fue cosa suya. No hay relación más que la telefónica cuando llamo para interesarme por mi hijo. Cuando nos vemos por no haber no hay ni los dos besos de rigor que se dan dos personas que se conocen y llevan tiempo sin verse. Ella me tiene rencor. Yo se lo tuve. Está nuestro hijo, y por encima de todo está la vida que sigue y sigue su ciclo y a eso nos hemos de adaptar.

Quisiera que toda tu pena durara poco y te dieras cuenta como la vida son ciclos y, como después de uno, viene otro. Has de ser consciente de ello. El por qué me he cruzado en tu vida, tiene una razón. Por qué precisamente ahora, también. Todo es una cuestión que se me escapa, pero tanto como sé que eres tú sé que soy yo, no me preguntes como lo sé, sólo lo sé.

1 comentario:

  1. Dame una razón, para no estar en tus brazos, o dame una poción para olvidar tus besos, yo quiero mirarme siempre en ti, ... etc :)

    http://www.youtube.com/watch?v=BygyfRf8FG4

    ResponderEliminar