domingo, 1 de agosto de 2010

6. A vueltas con los toros



Hoy Rosa ha escuchado una noticia en el telediario que le ha producido una profunda indignación. Ella no comprende cómo puede haber tantos soplagaitas que piensan que torear a un toro es someterlo a tortura. Luego, pensaba ella, cabría preguntarse si todos los que piensan así eliminan de su dieta la carne. Y aunque así sea, si comen verdura, ya están comiendo asimismo un ser vivo, y si comen legumbres, de igual manera no dejan de necesitar para su elaboración otros ingredientes que son elaborados con materias primas que anteriormente tenían vida. No deja de ser todo una mera cuestión hipócrita, pues para subsistir el ser humano necesita comer, y su dieta por cojones ha de, en algún momento, verse involucrada la vida. Esos eran los pensamientos de Rosa en aquellos momentos, momentos en los que se dirigió a su portátil, lo encendió y se dispuso a cotillear un poco por la red a ver que sacaba de claro por diversos foros y blogs. Al encenderse el ordenador y tras configurarse en el inicio los diversos programas que tenía instalados, abrió el navegador y se le presentó la página del diario 20 minutos que tenía configurada como página de inicio. En el diario estuvo leyendo un poco más sobre la noticia y se dispuso a abrir uno de los múltiples blogs que tiene el diario configurados como propios. Le llamo la atención uno con el sugerente título de “Goya, el primer anti taurino” y empezó a leerlo. Cuando acabó de hacerlo, pasó a los correspondientes comentarios. En ellos había nicks que se manifestaban a favor y en contra de la votación tomada por la Generalitat de Catalunya prohibiendo en su Comunidad Autónoma la celebración de corridas taurinas. Le llamó la atención que en un par de comentarios le increparan al bloguero de no documentarse lo suficientemente bien ya que Goya era un defensor de las corridas taurinas como lo demostraba en su serie pictórica “Tauromaquia”. Rosa, llevada por la curiosidad introdujo los datos en Google y descubrió que había tanto obras que señalaban la pasión de Goya por la tauromaquia como su odio. Le pareció raro que se enfrentaran tan radicalmente obras que versaban sobre un mismo personaje y llegó a la conclusión de que la verdad solo la sabría el propio Goya, y eso era algo que se llevó a camposanto. Indagó más y leyó que personajes muy vinculados al mundo de la cultura eran defensores del toreo. Así descubrió que tanto Dalí como Lorca, Tápies, Hemingway, Salinas, Huston, Miró, Picasso, Gardner, Berlanga y un largo etcétera eran aficionados a los toros. Ella ya estaba sumamente cabreada, y tenía que desahogarse de alguna manera, así que abrió el Messenger y vio si había algún pardillo para saciar su desesperación. Encontró a pichón_71, chateó un poco con él, quedó en una cafetería y se dispuso a desconectar el portátil.

Acababa de llegar a la cafetería y de lo que menos ganas tenía era de hablar. Cuando llegó a su altura, pues lo conocía por la foto que tenía en el Messenger, le tapó los labios con los dos dedos índice y corazón y le hizo la señal de que pagara y le siguiera. Cuando llegaron al piso de ella, le invitó a que pasara al servicio. A él le pareció extraño, pero pensó que ella quería ir al grano y que le ponía follar en el cuarto de baño. Le pidió que se desnudara y entrara en la bañera, que ella llegaba en un momento. Se desnudó como ella le dijo y se metió en la bañera. Al rato llegaba ella también desnuda. Entró en la bañera, acercó su cuerpo al de él, su mano derecha se posó en su cuello y la izquierda, que la llevaba detrás de su cuerpo rebosante de sensualidad, subió como llevada por un resorte hasta por encima de la cabeza de él. En su puño llevaba un picahielos que se lo clavó en el ojo izquierdo. Una vez metido con todas sus fuerzas, empezó a hacer giros de izquierda a derecha con intención de ir penetrando más el enser. Al cabo de un momento el cuerpo del chico cayó por su propio peso. Ella se quedó mirándolo. Había caído de una manera extraña, tenía los pies hacia detrás y el cuerpo hacia delante. El picahielos se había introducido en el ojo hasta el mango, que topaba contra el suelo de la bañera, inclinando la cabeza hacia la derecha, Abrió el grifo para ducharse y quitarse la sangre que le había salpicado. Se secó y salió del aseo.

Desde que había visto la película matador, soñaba con hacer algo parecido y hoy lo había conseguido. Ahora solo quedaba deshacerse del cuerpo. Cogió la sierra de calar que su ex dejó en el piso olvidada, se enfundó un impermeable, cogió varias bolsas de plástico y se dispuso a trocear el cuerpo. Aquello parecía más fácil en un principio. Cada vez que introducía la sierra en la carne muerta y la echaba a andar, un festín de sangre revoloteaba por todos lados, aparte del hecho de que la sierra al llegar al hueso se venía abajo y no podía con aquello. Cogió un serrucho también de su ex y sus fuerzas no eran suficientes para romper el hueso. Ya no le quedaba más que probar con el hacha. La cogió, la empuñó, pegó el primer hachazo y tal como lo pegaba rompió también la bañera y una tubería que pasaba por debajo empezando a llenar la estancia de agua. En aquel momento le empezó la crisis de ansiedad. No sabía que hacer. No podía llamar a nadie puesto que tenía un cadáver en la bañera y el agua estaba empezando a complicar el asunto por momentos. Cuando se llenó la bañera, el cuerpo del chico salió flotando dando contra el suelo del cuarto de baño. En ese momento se le desprendió la cabeza, dado que fue el cuello la parte que se llevó el hachazo. La mano izquierda también se separó y flotaba por su lado llevada por la corriente que se estaba empezando a formar en aquella estancia. De allí pasó todo el cuerpo más sus segmentos al salón, chocando contra el mueble bar. Rosa estaba ya presa del pánico cuando oyó el timbre. Era la cotilla de la vecina de enfrente que nada más ver salir agua por debajo de la puerta de entrada ya quería saber que pasaba allí dentro. Rosa no contestó en un intento de intentar dar a entender que no estaba en el piso, pero la cabeza no hacía más que rodar de un lado para otro haciendo un tac, tac, tac, tac sospechoso cada vez que el mango del picahielos daba en el suelo. El agua ya estaba a la altura de la rodilla y la vecina no hacía más que gritar que iba a llamar a los bomberos. Rosa en esos momentos notó como se le aflojaba el cuerpo y lo duro que estaba el suelo.

5 comentarios:

  1. Y cuando la policía y los bomberos la sacaron de allí todos los vecinos le coreaban al unísono:

    -Torera!!! Torera!!!!

    Ja, ja, ja, ja, ja, ja, muy bueno, además de Matador, también una pizca de Instinto Básico y mucho Tarantino... Muy entretenido...

    beXotes dominicaLes

    Xim

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  2. Me ha encantado, Antonio. Me sobraban algunos detalles jajaja pero es obvio que eran parte necesaria del relato. Esto da para un guión de película, ahora hace falta que se relaje y lo haga más de una vez y la ponemos con una ama de casa asesina en serie que conoce las víctimas por internet, huy huy, tú empieza a escribir que ya nos proponemos los demás como personajes a matar jajaj :) Un abrazo.

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  3. Xim, se agradece tus palabras de ánimo

    Besotes

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  4. Lissert, me alegro que te haya gustadio, y si, la parte desagradable era necesaria, jajajaja

    Un abrazo

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  5. Mira tú por donde ayer empecé a ver online una nueva peli americana de estas muy gore, nada, una chica del vecindario que le da por entrar en las casas y masacrar y torturar a toda la gente que pilla, no la terminé de ver porque me puso muy nervioso, es esta:

    http://www.divxonline.info/pelicula/9026/Neighbor-2010/

    Muy tarantinoniana también, je, je, je, je, la sangre fácil vende...

    beXotes

    Xim

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