domingo, 15 de agosto de 2010

Lo mejor es darme de lado



Si un día me dieran a elegir que camino escoger a partir de este momento, indudablemente elegiría seguir a tu lado incondicionalmente a pesar de todas las barreras que se nos puedan presentar, pero ya sabes que no depende solo de mí esa decisión. El mañana se nos presenta difícil dentro de que das por sentado un miedo irracional por el qué sucederá, y no es más que una consecuencia lógica de todo lo que tienes entre manos. A nadie les gustan las verdades, máxime cuando ellas son de la índole de cuestionarle más allá del amor propio, pero si realmente quiere curarse ha de mirar por dentro de su ombligo y darse cuenta que no es el centro del universo ni que su circunstancia ha de danzar a su alrededor, sino que es un ser más de esta orbe que nos engulle día a día a la que debemos sustentar su centro para que gire sobre su propio eje. El problema no es una cuestión filial, eso te lo seguro. Si utiliza vuestro hijo como arma para haceros daño a ambos, ya te aseguro que su propio entorno se encargará de ponerlo en su sitio, y no, no puedes cargar con la responsabilidad de que por esta cuestión se dé a la bebida de nuevo, ya que sería buscar una escusa para seguir viviendo su vida como le da la gana, sin afrontar los designios de cara. Debes vivir tu vida de una vez por todas, se lo debes a tu familia y a tu hijo, pero por encima de todo te lo debes a ti. Querer erradicar un mal endémico es como empeñarse en curar un cáncer terminal. Todos los esfuerzos son vanos. Hay que centrarse en lo poco que queda de vida y encontrar una solución antes que el mal se expanda más. Todo lo que puede pasar es que se genere más odio entre vosotros y la cosa termine peor. Sé que no debería meterme en medio de vuestra relación, pero es que me veo impotente ante una situación que cada día que pasa me importa más. No quiero ser el tercero en la relación, eso lo tengo más que asumido, pero si es verdad que no quiero que sufras. Esta tarde te escribí un sms diciéndote que si puedes te olvides de mi porque asumo que esta vida quiere ponerme difícil el ser feliz. En serio, si ves que no puedes resolver tu propia vida no quiero complicártela más. Sé hasta donde puedo llegar, pero eso es algo que también requiere su dedicación. No te echo en cara nada, no te equivoques, al revés, te facilito las cosas. La frase anterior me la aplico a mí. Estoy acostumbrado a la soledad y a que no me quieran que, la verdad, ahora mismo sentir tu amor es algo que me abruma y me encanta, pero si no puede ser, lo asumo. Antes me dijiste que no quieres perderme, ni quieres ni puedes o algo así. No se trata de eso, cielo, se trata de que la vida a veces no está hecha para dos, aunque esos dos si estén hechos el uno para el otro. Sé que la vida es capaz de reunir a una persona de Nueva Zelanda con otra de Dinamarca si realmente están los dos para ser uno, pero hay cuestiones que se escapan a toda lógica porque entran en juego los cuerpos astrales. Todo está escrito. Yo tengo en mi familia un asunto que aun no está cerrado, y es la muerte prematura de una hermana por parte de mi madre y el hecho de que mi abuela se fugó con mi abuelo con la desaprobación de sus padres. Esos hechos no están cerrados y son los culpables de que en mi familia seamos propensos a las depresiones. El caso de mi tía muerta es que no quiere que ninguno de sus sobrinos seamos felices. Un día te contaré todas las desdichas de mis primos hermanos por parte de madre. Te hablo de esto con la seguridad de que me vas a tomar por loco pero te lo digo en serio. Ese portal lo hemos de cerrar con una regresión y pidiéndole que por favor se apiade de nosotros, que no tenemos la culpa de su muerte. Hasta entonces seré un desgraciado y todos los que se acerquen a mí también lo serán. Lo siento, yo no tengo la culpa.

Te puedo aconsejar todo lo bien que sé y sobre todas las cosas que la vida me ha ido enseñando, pero si te soy sincero, veo los días pasar y cada vez te veo peor. Lo digo en serio, Lisset posiblemente me hable del caso. Lo mejor es darme de lado.

5 comentarios:

  1. Estoy aquí. Puedo decir desde mi experiencia que no es echando a correr en sentido contrario al amor. El amor es demasiado escaso en esta vida como para permitirnos rechazarlo. Los problemas no se resuelven por ciencia infusa sino plantándoles cara. No podemos hacer felices a otros si no somos felices nosotros mismos y eso incluye a nuestros hijos. No son tontos, lo ven y lo sienten todo, incluyendo el desamor y el hastío. No podemos ser responsables del futuro de nuestra pareja, que ya no nos hace feliz, por abandonarle. Cada persona es responsable de su propia felicidad. Somos naranjas completas no medias naranjas. Fuerza y honor y adelante. Un abrazo.

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  2. Al amor lo pintan ciego y con alas. Ciego para no ver los obstáculos y con alas para salvarlos. Adelante, yo he tenido obstaculos, y los he salvado, y os aseguro que me ha merecido la pena. :-)

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  3. He estado reflexionando sobre la cuestión, amiga Lisset y con mi impotencia por no poder hacer nada lo que estoy es haciendo mucho daño a la mujer que más amo en esta vida. Lo que ella se merece es mi compresión, entrega, correspondencia y espera y lo voy a hacer sin paliativos ya que ha sido una bendición que se haya cruzado en mi vida. Me haré a la idea que estoy como antes solo que con una puerta entreabierta que se puede terminar de abrir del todo con el tiempo y una vez que lo haga seremos felices para siempre. Hasta entonces, echaré mano de la paciencia, que de eso creo me sobran cualidades. Un beso.

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  4. Gracias por tu comentario, Anónimo amig@. tienes razón, el amor es todo eso y más, y el tiempo se encargará de unirnos por siempre.

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