miércoles, 18 de agosto de 2010

El amor puede ser



El amor puede ser apasionado, pasional, apaisado, racional, pasiego, rasero, trasiego, trasero, vicioso, llanero, de llavero, irracional, mezquino, butanero, silábico, trifásico, salido, putero, callado, calado, trillado, pernicioso, psicológico, malogrado, bienhechor, malhablado, pensante, punzante, trolero, trilero, tripero, académico, surrealista, cinéfilo, submarinista, cocinero, desafiante, doloroso, rococó, belicista, pacifista, duelista, maquillador, silbador, fullero, dulce, salado, amargo, triste, lloroso, cantarín, bailarín, ladrón, cachondo, soso, pecador, pecoso, mocoso, fresco, bifásico, alquimista, comilón, comodín, cómodo, apático, teatrero, bufón, trigueño, ufano, solitario, multitudinario, ocioso, bergante, pescante, picante, satánico, angelical, andante, romántico, inmaculado, racial, oblicuo, pesado, musical, operístico, salino, gratuito, caro, apocalíptico, mentolado, fumador, bebedor, ludópata, ácrata, facha, comunista, congresista, acaramelado, ciclista, senderista, sentado, triangular, cuadrado, circular, futurista, presente, pasado, paisajista, tribal, carnal, fraternal, animal, bestial, pluvial, cubista, propagandista, pop-art, folletista, puntillista, impresionista, expresionista, ferroviario, alternativo, indie, molinero, estampista, pesado, liviano y millones de cosas más. Vivimos por y para amar, eso es un hecho. Desde que nacemos y nos pegamos a la teta succionando leche materna ya estamos locos de amor por ese dulce pezón que nos suministra tan delicioso néctar. Conforme vamos creciendo nuestro amor va adquiriendo un cariz más fraternal ya que ellos son los que nos lo dan y a ellos se lo damos. Crecemos un poco más y según nuestra orientación nos vamos enamorando de la niña o el niño que más caso nos hace en esos primeros planteamientos que tenemos en la vida sexual. Luego crecemos y las hormonas se nos revolucionan y nos enamoramos como pardillos cada fin de semana y dura el amor lo que dura los desencuentros del cambio de voz. Las endorfinas sobrevuelan a sus anchas por todo el universo y uno las va respirando por allende que pisa, sintiendo como sus efluvios van elevando más de un pijo y un carajo. En estos momentos enamorarse para toda la vida es un absurdo, y los novios que llegan a casarse, son carne de divorcio seguro, pues la necedad del casamiento no es más que una segura prueba de que lo que a continuación sigue es la definición de la más completa de las rutinas. La química, si alguna vez existió, dejó su cometido mucho antes del bodorrio, así que las rúbricas posteriores son tan válidas como las del divorcio. Enamorarse por definición tiene su verdadera condición pasada la treintena, que es cuando la química en verdad sabe apreciar los verdaderos olores del combo belga.

Una de las cosas más traicioneras que tiene el amor es que cuando más quiere que suceda, menos se da y viceversa. Pongamos por ejemplo una persona que tiene cubierto el amor pero lo siente como una rutina. Por avatares del destino conoce a una persona que desde una distancia prudencial le promete el oro y el moro. Esa persona, embriagada de pasión, cree a pie juntillas lo prometido y sopesa si irse a la lejanía junto al que siente como el amor de su vida o seguir junto a la segura rutina. Se calza el 45 y se va al lado de los poemas de amor, de la escribanía de pasión, de las huellas de un sin ti no puedo vivir, sin ti no puedo sentir, sin ti no puedo respirar, sin ti no puedo elucubrar, sin ti no puedo eyacular, sin ti no puedo pensar, sin ti estoy perdido, ni contigo pero sin ti. Pero eso último se le olvidó escribírselo antes de ella partir a sus brazos que un día escribieron lo que tanto la amaba y otro día se estrecharon porque desde la lejanía es fácil decir mil veces te quiero pero cuando hay una cercanía es difícil mirar a los ojos y sentir que la quieres cuando a quien más quieres es a ti, cuando nunca has dejado de quererte, cuando no eres más que un hedonista que no ve más allá de sus propios ojos, cuando se tiene tan poca alma que ni siquiera le sirve para un te quiero dicho por propia voz. Es una lástima, es una pena y es un sentimiento que me aprieta la misma garganta y oprime mi lastimado corazón cuando alguien sufre tanto por un amor inexistente. Yo ahora mismo estoy enamorado y puedo decir sin animadversión que lo estoy con locura, pero en mi he reservado un 10%, una pequeña parcela intacta en mi corazón solo para mi, que no se vea dañado, por si algo falla, que ojala no falle nada, pero todo puede ocurrir en esta vida, si algo falla, que ese diez por ciento me sirva para empezar de nuevo. Hace tiempo lo daba todo por amor y me deshacía por completo, perdía toda mi energía vital, me quedaba hecho una piltrafilla, incluso me intentaba suicidar, pero eso pertenece al pasado. Ya he crecido no solo como persona, sino psicológicamente hablando. Y es ahora que se enfrentarme mejor a las cosas cuando me veo mejor preparado para darlo todo por alguien. Quiero amar, pero amar sin paliativos. Coger a la persona con la que voy a pasar el resto de mis días y sorprenderla todos ellos, hacerle reír, hacerle cosquillas en la cama, prepararle el desayuno, la comida, la cena, hacerle el amor todos los días, regalarle cosas cuando menos se lo espere, sonreírle siempre, beber de su entrega, sentir su fragancia, oler su pelo, rozar su cuerpo, brindar con su alma, amar su circunstancia, quererla por encima de todo, besarla como si fuera la primera vez, abrazarla y sentir como late su corazón, pero por encima de todo, beber las aguas por ella.

7 comentarios:

  1. (parte de ti y ampliación) Por avatares del destino, ella conoce a una persona que desde una distancia prudencial le promete el amor más puro, la mayor entrega, el cielo en la tierra. Esa persona, embriagada de pasión, cree a pie juntillas lo prometido y sopesa si irse a la lejanía junto al que siente como el amor de su vida o seguir junto a la segura rutina de un amor tranquilo y viejo aunque bueno. Se resiste, pero finalmente queda desnuda ante él y se va al lado de los poemas de amor, de la escribanía de pasión, de las huellas de un sin ti no puedo vivir, sin ti no puedo sentir, sin ti no puedo respirar, sin ti no puedo elucubrar, sin ti no puedo eyacular, sin ti no puedo pensar, sin ti estoy perdido, ni contigo pero sin ti. Pero eso último se le olvidó escribírselo antes de ella partir a sus brazos que un día escribieron lo que tanto la amaba y otro día se estrecharon porque desde la lejanía es fácil decir mil veces te quiero pero cuando hay una cercanía es difícil mirar a los ojos y sentir que la quieres cuando a quien más quieres es a ti, cuando nunca has dejado de quererte, cuando no eres más que un hedonista que no ve más allá de sus propios ojos, cuando se tiene tan poca alma que ni siquiera le sirve para un te quiero dicho por propia voz... nunca la amó, solamente la ha roto, como una muñeca vieja. La ha tratado como un titiritero trata a un viejo títere que protesta porque ya le duele todo y tiene algo de alma. La trató como a un cactus de desierto que no ve el agua hace mucho tiempo y se la iba dando a cuentagotas para que siguiera suplicando por más, y ella no podía evitarlo y volvía y suplicaba por más pues cuando tenía esa agua, ella florecía cada noche a escondidas.

    Por eso ahora, ella ya no podrá creer en nadie más, no podrá aceptar promesas de nada, ni confiar en otros, no podrá vivir sin recordar que ha sido traicionada por quien creía era el amor de su vida, algo que nunca había sentido, una pasión arrasadora de esas que solamente se siente una vez en la vida y a partir de ahora, no habrá tregua para los asesinos de sueños. Para los que engañan con la palabra y se esconden ante la acción necesaria. Y sigue sin entender cómo se equivocó tanto, él no podía ser tan malo, tan egoísta, él parecía el hombre capaz de todo, su yo en masculino, su complemento perfecto, de esos que no se compran en tiendas, pero claro, nunca realmente la amó. Ella era simplemente un sustituto en la soledad, para él así poder sentirse menos solo aunque lo seguirá estando... si ella pedía ausencia, despedidas, él suplicaba y le recordaba a ella cuánto él sufría, que se moría sin ella, que no podía respirar, no podía vivir, yo, yo, yo y yo y era todo mentira....y si la vida es un poco justa, lo estará el resto de su vida o le proveerá de una compañera que esté a su lado por cualquier cosa menos por amor. Ojalá se cumplan todos sus sueños y que nadie nunca le controle, que nadie nunca le coarte mínimamente su libertad, que nadie le critique nada, que nadie le lleve la contraria, que nadie le cambie los planes, que nadie le sorprenda, ojalá que nadie le pida algo complicado, algo que se salga de la rutina, ojalá que nadie le robe un beso, ojalá que nadie comparta su lecho si no es a cambio de moneda, ojalá no vuelva a conocer el amor porque no se lo merece, ojalá ninguna otra mujer caiga en sus redes y le haga tanto daño como a esa ilusa, esa misma loca que tanto le quería.

    Rota, sencillamente, rota, pero con fuerza suficiente para sobrevivir y lo hará. Sin duda lo hará, aunque esto deje una cicatriz muy fea.

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  5. Sufrimiento de hombre... sufrimiento de mujer... hay muchas cosas, circunstancias, hechos y personas en la vida que nos hacen heridas y nos dejan cicatrices, (algunas infectadas o mal curadas, las peores) pero está probado, que el ser humano es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra... y tres... y cuatro... pero lo importante es seguir adelante, y tener en cuenta que cuando una puerta se cierra, siempre se abren un par de ventanas.

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  6. Lisset, estoy seguro que sobrevivirás y esa cicatriz pasará a ser un mero recuerdo de algo que ni siquiera llegará a ser evocable.

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  7. Anónimo amig@, por suspuesto que lo importante es salir adelante, y siempre con la cabeza bien alta y pensando que lo que no pudo ser será en otra mutación.

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