lunes, 16 de agosto de 2010

Quizás lo conozcan



Llevo una hora y media sumido en mis pensamientos. A veces me gusta sentarme y sumirme en ellos pensando que rumbo tomar mi vida. Tengo una cosa clara, y es que como dice alguien muy importante en mi vida, no me da la gana olvidarme de ella. Entonces he de pensar como seguir con mi vida sin que las cosas me afecten mucho y sin hacerle más daño que el que le esté causando. Y la única solución que veo es aliarme con mi paciencia y dejar los días pasar. Por ella soy capaz de nadar el Himalaya, ya se lo he dicho. Si soy capaz de eso, soy capaz de esperar todo el tiempo que haga falta. Como si hacen falta cinco o seis años, da igual. Los asumo, los espero. Como si se ven multiplicados por diez. Los espero. Prefiero la muerte en soledad antes de verme en brazos de otra mujer. Y no hablo por hablar, hablo consecuente con lo que he escrito. Una vez probé el agua, tenía meses y me gustó tanto que sigo bebiéndola 39 años después y seguiré hasta mi muerte. Pues lo mismo me ha pasado con ella. He sentido su amor y no quiero que nadie más me quiera. Es una simple cuestión de prioridades, y la mía pasa por estar a su lado, pese a que no lo esté nunca. Sé que suena contradictorio, pero cuando se quiere a alguien con esta intensidad huelga decir que se es capaz de escalar el Pacífico.

En otra orden de cosas, voy a seguir sumido en mis anteriores tareas. Voy a continuar mi anterior vida, que se vio un poco truncada con esta serie de acontecimientos. Esta semana han venido familiares de fuera y están en casa de mis padres con ellos, así que tengo el piso para mi solito durante toda la semana. Aprovecharé y pondré un poco de orden en mi caos habitual. Retomaré mi interés por el cine y seguiré escribiendo, ya que noto como me cuesta cada día más ponerme a ello.. Hace tiempo que los de la isla tuerta me reclaman un relato, y he de hacerlo, así como continuar con la novela, poesías y demás. He de ejercitar mi escritura, ya sabéis. Desde que cambié el título al blog tengo más visitantes, ya solo falta que me comenten las entradas, en fin, poco a poco.

La familia de fuera me ha encontrado muy bien, eso quiere decir que la depresión va bien. Parte de culpa tiene los recientes acontecimientos ya que es verdad que desde que estoy enamorado me encuentro más altivo, pese a estar quejándome casi todo el rato, pero realmente lo hago sin justificación, porque en los tiempos que corren que alguien te quiera incondicionalmente es un motivo para comerte a besos a esa persona por siempre jamás. Yo soy del tipo osito de peluche tamaño King Size. Saco la lengua, extiendo los brazos y ando de un lado a otro tipo Fraga y parezco un monigote a pilas. Muchas mujeres me han dicho que soy muy fácil de querer. Otras en cambio que soy fácilmente odiable y la inmensa mayoría que ni chicha ni limoná. Todo es conocerme. Yo creo que soy del primer tipo, pero claro, estoy en pleno proceso de recuperación terapéutica y me dicen las psicólogas que me tengo que querer más y verme más atractivo, o sea, aprender a soportarme más y no ver solo los defectos. Así que ya sabéis, soy un bombón de los que no se derrite y que por más que los chupes, no se gasta.

Sigo con mi manía de escuchar música a todas horas. El blog musical va de puta madre y aunque son muy pocos los comentarios que recibo, todos son del tipo de enhorabuena por tu blog es magnífico tanto de estilo como de contenidos. Y es que un blog con ocho entradas diarias diferentes encuentras pocos, y eso se ha de valorar. Mi trabajo me cuesta encontrar diariamente tanta música, pero mira, eso que me tiene entretenido, y, a resumidas cuentas, para eso cree el blog, para tenerme entretenido. Para quienes aun desconozcan la dirección, es la siguiente: http://polonius.lacoctelera.net/

Bueno, hoy no me quiero despedir sin una frase que trata sobre el amor: “El amor no solo es la savia de la vida sino que es el alimento de la razón” El autor es un tal capullo llamado Antonio Jiménez Jiménez. Quizás lo conozcáis.

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