miércoles, 26 de mayo de 2010

Mi primera colonia Chispas



Son las 0:42 de la madrugada del martes y la verdad es que no me apetecía mucho escribir, pero estoy dándole vueltas a si cuento una historia que me ocurrió hace más o menos un mes y medio o no la cuento. Esta historia la sabe muy poca gente y la verdad es que es un poco íntima, incluso mucha gente se sentiría avergonzados si le hubiera pasado. Yo estaba al principio indignado, pero conforme ha pasado el tiempo, se ha ido normalizando y al final ha quedado como una anécdota más de mi vida. Como ya he dicho mucha gente no sabe de esta anécdota, pero también es verdad que muchos allegados míos, incluso familia, no me leen y tengo ganas de contarla, que carajo, así se perpetua y con el paso del tiempo la puedo leer por si se me va olvidando, cosa que dudo mucho.

Todo ocurrió el fin de semana de mi última borrachera. Yo recuerdo el bar donde pillé la merluza y que estaba hablando con el dueño, pero cómo me subí al coche y cómo lo llevé hasta mi calle es un completo enigma para mí. De hecho en mi recuerdo está el dueño del bar y a continuación me veo yo montado en el asiento del acompañante de mi coche y un vecino de mi calle en el asiento del conductor. Recuerdo que me hablaba, pero no consigo recordar de qué iba la conversación. Cuando miré a mi alrededor vi que no estábamos en nuestra calle, y cuando le pregunté que dónde estábamos, paró el coche y empezó a sobarme los huevos. De eso si me acuerdo bien. A partir de ahí me acuerdo de todo, porque como por arte de magia y por el espacio de tiempo que duró lo que a continuación voy a narrar, la melopea se me fue de la cabeza. Mientras me estaba sobando los huevos se sacó su polla y me empezó a pedir que se la chupara. Yo le decía que no, que yo no era maricón, que se había confundido. Pero el insistía una y otra vez. Cogió mi mano y me la puso en su miembro. Estaba totalmente empalmado, de eso no había ninguna duda. Me quedé mirándolo un momento y empezó a darme besitos en los labios. Yo seguía insistiendo en que no era maricón pero cuando quise darme cuenta teníamos las lenguas entrecruzadas y mi mano seguía asida a su polla. Me zafé como pude y le volví a repetir que estaba equivocado, que no era maricón, que me gustaba mucho las mujeres, que pensara en su mujer y en sus hijos. Fue decirle eso y siguió pidiéndome por favor que se la chupara, que su mujer no se lo hacía, que él quería probarlo con un hombre, que yo le gustaba y mil cosas más. Yo no sabía qué hacer. Empecé a hacerle una paja a ver si se calmaba un poco pero no me sentía a gusto. No me veía en la situación. A mí lo que me gusta es comer coños. Aparté la mano y le rogué que me llevara para el piso, que no podía hacerlo, que ya le avisé que no era maricón, que lo probara con otro hombre. Ahí se me borra de nuevo el recuerdo hasta que me veo frente a su mujer en el bar que hay en la esquina de mi calle. No tengo ni idea de lo que le dije. Otra vez sombras y mi próximo recuerdo es ver a la presidenta de la asociación a la que voy a hacer terapias de rehabilitación por la ludopatía. Por lo visto avisaron incluso a mis padres y me llevaron entre todos al piso. El coche lo aparcó en el parking el marido de la presidenta, que también acudió a mi rescate. Yo no recuerdo absolutamente nada. No sabéis las veces que me he maldecido por conducir en estado de embriaguez. Sé que no sirve de nada y que lo que cuenta es que no ocurrió ningún percance, pero podía haber matado a alguien. Sufro de hemorroides desde hace diez años y aunque no me dan mucho la lata pues son muy pequeñas, joden cuando cago y me limpio el culo. A lo mejor si hubiera aprovechado mi primera experiencia homo se me hubieran quitado a base de pollazos. No se, yo no llevaba condón en aquel momento y a lo mejor él tampoco. Y tal como están los tiempos tampoco es cosa de arriesgarte a quedarte preñado.

3 comentarios:

  1. Ja, ja, ja, ja, ja, lo leí ésta mañana y me partía de risa imaginando la escena en el coche, pues quizás perdiste la oportunidad de tu vida y se te hubieran quitado las hemorroides y todo como bien dices... Bueno, ahora en serio, es raro que recuerdes sólo eso y nada más del resto, quizás fue una alucinación, ¿volviste a ver a ese vecino y a hablar del tema este?...

    Por mi parte decir que me pirran los hombres, ojo, he dicho hombres, los afeminados no me gustan, y las mujeres mucho menos, suelo liarme con varios cada día, porque con esto de ir a rehabilitación me paso por varios sitios de cruising y siempre hay almas bondadosas dispuestas a chuparmela, y si se tercia algún revolcón pues también, je, je, je, je, je...

    Yo que tú no me moría sin probarlo, pero ya sabes lo que dicen: "el que va no vuelve", y te doy mi palabra que no pienso volver, donde se ponga un buen rabo...

    Besotes

    Xim

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  2. joeeeeeeerrrrr, que sueeerrtteeeee....varias veces al día...... y yo que llevo meses en la más espantosas de las sequías sexuales. Te juro que no se como aguanto, porque esto de darle al manubrio harta más que un potaje de habicholones. En fin, a lo mejor tu eres mi guía espiritual y el sendero está en la otra acera....

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  3. por cierto, gracoas por denominarme polomío, eso me acerca más a ti. Besos sureños

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