miércoles, 5 de enero de 2011

Escritos de un necio incoherente


Buenas noches o días o tardes o lo que les venga en gana o lo que sea a la hora que vuesas mercedes estén leyendo esta pamplinada. Me van a permitir que me presente, haciendo ostentación de un precedente poco habitual en mí, la buena educación. Me llamo Polonius Petronius, porque si hiciéramos caso de lo que me llaman, acudiríamos a adjetivos más acordes como bastardo, cabronazo, hijo de mala madre o bellaco, el más suave. Acabo de hacerme una paja. Si, desde infinidad de años es mi manera de sacrificar las fechas especiales. Me hago una en Nochebuena, otra en Nochevieja, ésta en noche de reyes, otras en semana santa, jueves, viernes santo, ya saben, todo lo que sea fiestas de guardar, la purísima, la inmaculada, etc. Si tuviera a mano alguien que me chupara la polla, pues lo celebraría así, pero a males de santo, mano al canto.

Y se preguntarán quien coño es este tipo. Pues empezaré diciendo que no soy un tipo. Soy un ente, un plasma, una estoplasmatosis que se aventura cada cierto tiempo en cuerpo sensato y me he avenido en el de este capullo. Gracias a mí a saboreado las mieles de la inmortalidad. El muy cabrito, hace poco, hizo una locura de las suyas. Os explico. Resulta que toma unas gotas por culpa de su adicción al alcohol (que insensato, ¿existe cosa mejor para curar los males del alma?) y llevado por su ansiedad hacia la sustancia se bebió una litrona de cerveza. Esas gotas provocan reacción letal a quien prueba el alcohol. A nuestro insensato, conforme se la bebía, empezó a sentir unos sudores cada vez más fríos, a la par que su brazo izquierdo empezó a agarrotársele. Cuando terminó de bebérsela, el dolor se le concentró en la cabeza, brazo izquierdo y pecho izquierdo. En la cabeza sentía que le estaban practicando una trepanación, del brazo izquierdo empezaron a tirar fuertemente de sus venas y un dolor muy agudo se le apoderó del corazón, haciendo que este dejara de bombear. Si, el pobre imbécil estaba sufriendo un ataque al corazón. De pronto le faltaba el aire, se le volvió todo blanco, luego negro, luego un punto en el horizonte, luego nada.

Y ahí tuve que intervenir yo, otra vez. No penséis que es la primera vez que le salvo la vida. Es ya la quinta. En fin, es que es así de idiota.

Polonius Petronius

3 comentarios:

  1. Los escritores (no sé yo, pero tú si lo eres) suelen ser como varias personas en una si quieren. O al menos teneis más facilidad para poneros en la piel de otras personas.
    Saludos!

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  2. Madre mía, Garcibañez, me acabas de alegrar el año. Gracias compadre!!!

    PD Por cierto, tú tambien eres un escritor de buena tinta.

    Saludos

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  3. Todos vivimos más de una vida en un mismo cuerpo y somos la suma del blanco y el negro, lo feo y lo bello, lo amargo y lo dulce, como ese necio incoherente que a veces habita tu mente y derrama simiente en mano ardiente. Sálvale la vida todas las veces que haga falta que mediocres sobran pero fantasmas con talento nos quedan pocos. :D

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