Sobre el comienzo de mi vida,
Si lo deseaba o no, nadie jamás me preguntó,
No podía ser de otra manera.
Si la vida era la cuestión,
Una cosa enviada a intentar
La afirmación del vivir,
¿Algo que no puede ser?
Un intento de morir.
La Respuesta de la Naturaleza:
¿Se retorna igual que al ser enviado?
¿No es peor el cansancio, el desengaño?
¡Piensa primero en lo que eres!
¡Convoca a tu antigua conciencia!
Te he dado inocencia,
Te he dado esperanza,
Y salud, y genio, y una amplia mañana,
¿Retornarás culpable, aletargado,
Abatido por la desesperanza?
Escribe por lo que debes vivir,
Haz un inventario, compara.
¡Entonces muere, si te atreves!
Si lo deseaba o no, nadie jamás me preguntó,
No podía ser de otra manera.
Si la vida era la cuestión,
Una cosa enviada a intentar
La afirmación del vivir,
¿Algo que no puede ser?
Un intento de morir.
La Respuesta de la Naturaleza:
¿Se retorna igual que al ser enviado?
¿No es peor el cansancio, el desengaño?
¡Piensa primero en lo que eres!
¡Convoca a tu antigua conciencia!
Te he dado inocencia,
Te he dado esperanza,
Y salud, y genio, y una amplia mañana,
¿Retornarás culpable, aletargado,
Abatido por la desesperanza?
Escribe por lo que debes vivir,
Haz un inventario, compara.
¡Entonces muere, si te atreves!
Samuel Taylor Coleridge
El suicidio es tan tentador cuando el dolor lo llena todo...y así, teniendo los ojos con persianas de lágrimas no conseguimos ver nada más allá de lo que está en nuestros pensamientos hundidos en la miseria. No es que no podamos ver la luz al final del túnel, es que ni siquiera podemos ver el siguiente paso que vamos a dar, pues ya no son solamente los ojos los que se nublan, sino la mente y el corazón pues ante tanto dolor para el cual no hay medicina, lo único que nos queda es morder un palo y aguantar el paso del tiempo con la vana esperanza de recobrar un poco de serenidad... y ésta, casi siempre llega. Luego el dolor se va suavizando y convirtiendo en pequeñas punzadas que nos visitan a diario y yo en particular, las echo a patadas como puedo, incluso llorando un rato, gritando, escribiendo, maldiciendo, escuchando música que ni el demonio querría sentarte a escuchar conmigo...y vuelvo a mi vida, a mi rutina, a mis interminables listas donde el mayor saldo, siempre lo tiene: la vida. Besos.
ResponderEliminarUn psicólogo famoso español precisamente en tu ciudad, bueno, cerca, en (maldita sea mi memoria, no recuerdo ni el nombre del psicólogo ni el de la ciudad, solo recuerdo que debía coger el autobus dirección a Tomares)me enseñó las pautas a seguir para no caer más en la espiral que lleva al suicidio. Este poema lo he interpretado como una premisa al no intento, al descarte, a la premisa de la vida, claro, ha sido mi interpretación....
ResponderEliminarBesos
Sí, es la interpretación y el final de mi argumento, que la vida, a pesar de... vale la pena y siempre tendrá salgo positivo en mis cuentas :) Y sí, tomares está muy cerca de aquí, a apenas unos 10 kilómetros.
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