Amor, esa es la palabra que se me viene a la
mente para definir lo que siento por ti, desde
esta pobre alma comprimida a quererte cuando
se cruzaron nuestros mundos por un devenir de las
casualidades de estos tiempos. Amor, esa es
la palabra que destino a utilizar para estimar
una necesidad entendida como necesitar tu aliento
para vivir y tu alma para sentir que estoy vivo.
Amor, eso eres para mí, un sentimiento hecho
deseo en sentir tus cariños entre mis nervios pues
mis dedos gritan desconsoladamente cuando no pueden
rozarte. Amor, tú has dado sentido a una hueca
virtud sentida como vacía pero que has llenado
con la sola presencia de unas palabras hilvanadas
en la pasión que construye el palacio del deseo.
Amor, sólo deseo amarte con todas mis fuerzas
y poseerte al lado mismo del calor fraguado
por decenas de cantos alejandrinos, formando
tú y yo el ser que desmiga los vertidos sentidos
de una lección aprendida a base de caer de espaldas
abajo en otras relaciones no comprendidas, como no quiero
se viva nuestro deseo desatado de hados y centellas.
Amor, así te llamaría por siempre en el tiempo,
para dejar constancia de nuestro nido en
este desatino de corazón acelerado a cada momento
que declamas con dulce voz mi nombre.
Antonio Jiménez
Echaba tantísimo de menos perderme en tus poemas de amor. Y cuando te leo así perdido entre la pasión y la poesía, no puedo más que desear ser la musa que inspire algún día algo similar a esta bella poesía. Afortunada la que un día consiga, perderse contigo en el tiempo y siempre te nombre con voz dulce porque te necesite más que al propio aire para vivir y ser parte de tu vida. Besos.
ResponderEliminarPerdona quer no te conteste, pero es que no tengo palabras, Lisset
ResponderEliminarBesos