lunes, 7 de febrero de 2011

Escritos de un necio incoherente


Anoche, en los trasiegos nocturnos que dispongo entre que mi mente ya no puede asimilar más lectura y mi primer esbozo de sueño, me puse a pensar que ya mismo el blog cumple un año de existencia y, la verdad, lejos de llegar a la meta que me había marcado, me he quedado estancado en el tiempo como un poster de cualquier ídolo quinceañero en una pared al uso. Estuve pensando que en un principio, el blog lo creé como terapia a mi depresión. En él iba anotando mis quehaceres diarios y sobre todo, lo que me producía interiormente el  hecho de hacer o dejar de hacer ciertas cosas. Me harté de esta fórmula y lo hice más plural, con más contenidos, más enriquecedor. Tampoco funcionaba la fórmula y lo convertí en un espacio más dedicado a difundir la literatura, la mía propia y la de otros. Y tampoco funciona. Pero no os creáis que eso me preocupa, ni mucho menos. Un bloguero hace poco me ha echado en cara que lleva veinte más que yo. No sé si son seguidores o comentarios. Mira, te soy franco, me la trae al viento, como el asunto ese de la foto del cerdo. Si, me he metido en google imágenes y he escrito “garcibañez”. A mí personalmente, como icono pequeño me sale el gracioso cerdito con la sonrisa socarrona en cuarta posición. Que está junto a tu abuelo, mira hijo mío, no creo que tu abuelo le hiciera muchos ascos al hecho de comerse un buen cerdo en los años que pululó por la tierra. No hay que ser tan serio, hay que ser más subjetivo, y sobre todo, no obcecarse con tonterías como esas. Ya sé que me has borrado de tu lista de blogs, hecho que me la trae al viento. Creo que ya sé de donde viene la palabra ciezo, si todos los de Cieza sois así de serios.

Por otra parte, agradecerle a mi amiga Bloguera el hecho de que me comente, pero yo no considero que un blog sin comentarios esté muerto. O no me los merezco o, esta es la verdad, como yo no comento en otros blogs, no creo la necesidad de que se vean comprometidos para comentarme. Mi vida es muy corta, y solo sigo mi blog y el de mi amiga bloguera, porque considero que tiene muchas cosas buenas que decir. El resto de mi vida lo dedico a leer, a ver cine, a escribir, a perder el tiempo…. Y los demás blogs, me las trae al viento. Aun a riesgo de perder muchos lectores, soy sincero. Ahora mismo estoy escribiendo esto porque lo necesito, y lo publico porque me da la real gana, porque me ofrecen las herramientas necesarias para ello y así como otros escriben soberanas tonterías sobre unos zapatos con forma de aleta de submarinista, yo escribo sobre lo que me toca los cojones o lo que me interesa o lo que me atrae o lo que me distrae, porque por eso somos lo que somos, cada uno hijo de su padre y su madre.

Así que ya sabéis, seguiré con mis cosillas literarias y de vez en cuando soltaré alguna mierda como esta fuera de mi mente podrida de sentimientos contrariados.

Polonius Petronius

4 comentarios:

  1. Yo te leo, y nunca te escribo.

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  2. Pues corazón, yo necesito que me digan un algo, lo que sea, que me anime porque precisamente para eso abrí el blog, para desahogarme, para aprender de otros. Lo admito, yo me siento triste cuando alguna entrada no recibe ni una mísera notita, ni un beso, ni un abrazo ni un te leo, pero me callo, que sepas que estoy aquí... Porque para que nadie me comente, entonce sigo haciendo lo que hacía antes, llenar carpetas en mi disco duro, de poemas absurdos, una novela incompleta que ahí sigue, monólogos de un humor que no le hace gracia a nadie, un diario que me cabrea cuando lo releo por las idioteces que he escrito, etc y me lo seguiría quedando todo para mí. Para mí, el blog necesita de los otros, como yo misma lo hago en la vida real. Sí, nacemos solos, morimos solos, pero por el camino, queremos y necesitamos compañía para ser feliz, y yo quiero también la tuya. Te quiero mucho, amigo Polonius. Besos.

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  3. Yo tambien te quiero una jartá, mi querida amiga Lisset. Me has abierto el corazón como nadie y me has brindado una amistad dificil de igualar, de esas que no se olvidan, que perduran en el tiempo, que no se prestan a equívocos y que se respeta hasta el infinito. Me siento muy afortunado de contar contigo, con tus comentarios, con tus breves apariciones en el messen, tanto, que ya sabes que han difamado en contra de esta bonita amistad voces anónimas aprovechando que dejaba paso a todo aquel que quisiera aportar un comentario. En fin, me siento grande por poseer una amistad como la tuya, y referente a todo lo dicho pot tí en el comentario, es totalmente respetable. Tu tienes un aura creativa muy cercana, a la par que bondadosa, vamos, que es un placer leerte. A mí, lo se de sobras, debe ser un coñazo a veces leer tanta pena, dolor y rabia contenida, pero es lo que me sale. A veces los biorritmos se conjugan de manera especial en mí y me sale algo con pasión. Espero que lo aprovechen quien me lee, porque a juzgar por los números que se reflejan en los marcadores, al menos por mi blog pasa gente, que ya es algo. Y tambien tengo cosas que no comparto. Hay cosillas que escribo en especial a alguna persona y solo es para ella (si, suele ser femenina la dama en cuestión, jejeje), tambien tengo mis rabias mas encabronadas solo para mí y bocetos de cosas que quizás con el tiempo pasen a ser cosas mayores. En fin, que necesito mi rincón privado, por decirlo de alguna manera.

    Mil besos, corazón de amiga.

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  4. Y tanto que soy cercana :)) como que soy del montón jajaja :))) En serio, las pocas veces que escribo poesía complicada, creo que ni me entienden así que paso :) y cuando lo hago, pues ya sé que es para mí y si nadie más ve lo que yo veo, pues es normal también, cualquiera se mete en la cabeza de un artista para entender lo que quería decir, a quién se lo quería decir o qué quería explicar con una raya, con una palabra que quizás solamente tiene un significado especial para él y otra persona más, que sabes bien que eso sucede. No te me eches tanta tierra encima, escritor :)) queyo aprendo y disfruto con muchas cosas de las que escribes, incluso cuando me haces llorar de alegría, de dolor o de impotencia. Besos.

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