miércoles, 21 de diciembre de 2011

Fútil



Cuando solía reír cara al viento
una flojedad se apoderaba de mi alma
cubriéndome de mil luces extravagantes
anunciando el principio de una velada ante
la que yo me rendía insumiso frente su
frágil marca. Ahora que siempre lloro de
espaldas al mundo, mi vida se va fraguando
en mil confetis deshechos dando rienda
suelta a la caricia de mi soliloquio,
entrando la parsimonia a oscuras a ver
si me voy muriendo de una puta vez.

Antonio Jiménez

No hay comentarios:

Publicar un comentario