Quisiera fundirme en ti
y sentir como nos ahogamos
en frenético lodazal de sudor
proveniente de nuestros cuerpos
cursados en formas y vestigios
de ser amados.
Quisiera fundirme en ti
y sentir como pides más
fuerza varonil para ser violada
en mil formas y sentidos
mientras voy dando curso
a mi ser vencido.
Quisiera fundirme en ti
y sentir como quieres probar
mi dulce semen mientras gimes
por placer que consume nuestra
unión lamiendo mi
erecto sentido.
Quisiera fundirme en ti
y sentir como huyes ante
la probada huella del castor
que sigue la madera por el
camino de un sendero que
andamos unidos.
Quisiera fundirme en ti
y sentir como late tu corazón
cada vez que me besas
y sabes que eres presa
de otro devenir próximo
a tu cautela.
Quisiera fundirme en ti
y sentir como piensas
cada vez que la locura
me llega al verte
próxima a mí y no poder
mantenerte cerca.
Quisiera fundirme en ti
y sentir paloma que vuela
libre por el cielo azul
mas su libertad suspiro
por no poder vivirla
a tu vera.
Quisiera fundirme en ti
y sentir compañera y guía
que más que amor y dolor
solo será pasión el futuro
que nos espera por siempre
a los dos, tu conmigo,
a mi vera.
Antonio Jiménez
Sensual y romántica poesía...y la canción es preciosa...besos
ResponderEliminarVaya, pues gracias, Marita, y bienvenida a este tu blog. Besos
ResponderEliminarTe has superado, Antonio. Me encanta, me la guardo en el corazón. Las hay con suerte..., esas mujeres capaces de inspirar un poema como éste...y un amor como el tuyo. Ojalá y esto la derrita en tus brazos, y que la entrega vaya acompañada de esa canción. Besos.
ResponderEliminarNo ha servido el poema de nada, amiga Lisset. Te escribo ya de madrugada porque el sueño me ha abandonado a espensas de de buscar una explicación lógica a lo sucedido. Besos
ResponderEliminarRecuerda que estoy aquí...háblame si lo necesitas, escribe o lo que te apetezca. Besos, teñidos de tristeza.
ResponderEliminarGracias, amiga mía
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